La pregunta

1443 Words
Los hermanos posaron para sus fotos, luego se despidieron de Patrick y Aurora, los cuales caminaron hacia el fondo de la bodega, ella tomó la mano de Patrick y le preguntó si quería pasar tiempo con sus hermanos. —No, pasamos un montón de tiempo juntos, lo único que no compartimos es mujer, porque a veces nos cambiamos a los hijos. —Ella río ante la broma y él levantó una tapa en el suelo. Le hizo una señal para que bajara y ella le obedeció, Patrick le siguió unos segundos después y se aseguró de no hacer ruido con la tapa, luego encendió la luz y le mostró la colección de botellas de cada colección, ella le miró sorprendida y él le explicó que no solo guardaban una por colección, sino la colección entera, desde el primer año de cosecha su bisabuelo lo había hecho así, se guarda cine botellas, sin importar cuánto necesitase el dinero. —Wow, Patrick, esto es… —Mandé a preparar un almuerzo para nosotros, podemos salir por un túnel que hay aquí abajo y así no ser seguidos por la pandilla Luthor y asociados —Ella rió y le siguió por el espacio estrecho, salieron a lo que parecía ser parte del jardín y se devolvieron unos metros para tomar sus caballos y Patrick la dirigió por la finca que su padre tanto amaba y en la cual se había criado. Ella observó como las canastas con uvas eran extraídas por un mecanismo de poleas, los peones iban de un lado a otro energéticamente, todo el mundo parecía motivado. —¿Por qué están tan felices? —Esta semana se paga doble y porque para ellos también es familiar. Mucha gente regresa en estas fechas a visitar a la familia y ayudar con la cosecha. Mi papá da becas y es un fiel donador de la escuela local, no es exclusivamente un monopolizador sin sentimientos. Muchos de sus hijos trabajan en el área administrativa. Él asintió y le mostró la colección de su año de nacimiento y la de Aurora, ambos habían sido cosechas exitosas y muy buenas en sabor. Caminaron por el lugar hasta llegar al exterior, Aurora tomó la mano de Patrick y sonrió, él la condujo por el viñedo, caminaron unos minutos hasta encontrar un espacio preparado para ellos. —Me encanta tu papá. —A él le gustas tú, lo cual es sorprendente. —Es porque estoy contigo. —No, él y Mercy vivián peleados. Creo que se odiaban y si no hubiese sido por Jane y por mí se hubiesen intentado matar. Creo que Jane y Mercy hubiesen dejado de ser amigas porque mi papá y su mejor amiga, se veían con ojos asesinos y se insultaban con la misma pasión. Mercy, detestaba a Luthor por como había tratado a su mejor amiga y Luthor detestaba a Mercy por haber embaucado a su hijo, ninguno de los dos, tenía la verdad absoluta, ni estaban mintiendo, solamente les tocaba vivir en el intermedio. —¿Qué tal el viaje? —Estoy encantada. —¿Sí? —Demasiado y Zack me ha invitado al juego de cartas en la noche, ¿podemos ir? —No, no seas amiga de Zack. —Me cae muy bien y es superdivertido —Ahh, Aurorita, no, no le digas eso. Ni que es tu favorito si quieres tener cinco cuñados más. —¿Qué pasó con la esposa de Drake?, La que me mira como si fuese una zorra sacada de un stripclub. —Mi amor, es tu edad, y son tus tetas —Ella rodó sus ojos. —Están pasando por un momento.… complicados. —Ya, pobre Drake. —Sí, las peleas de custodia son duras, recuerdo a mi papá con Kyle, Karl y Zack. —Tu papá tuvo sus custodias. —Seis de seis. —Wow, podemos discutir custodias más adelante, yo no planeo privarte. —Es un no negociable, mis hijos van donde estoy Aurora. Es muy probable que vuelvas a casarte y a ningún cabrón le gustan los hijos del otro, ustedes las mujeres son fáciles de crecer amor por los hijos ajenos —Ella detuvo su caballo. —Ese será o es mi único hijo o hija, así que más te vale contar con que lo verás de viernes a lunes a las 6:00 am. Patrick sabía a que esa sería una discusión difícil, pero, su padre le había cedido la custodia completa en el prenupcial, así que no tenía nada más que discutir. —Nos sentaremos y hablaremos el tema con claridad. —Qué condescendiente. —Responde. —Sabes, yo estoy haciendo esto por la gente pobre, tú porque adoras ser rico y sentirte mejor que tus hermanos, así que deja a mis hijos fuera de esa ecuación. —¿Podemos no discutir? —Ella asintió, pero su cara de mal humor no había desaparecido. Aurora avanzó detrás de él y se encontró con una mesa, un camino de rosas, repostería que se veía grandiosa en el centro de la mesa y una taza para tomar café. —Me esforcé un montón y mandé a traer tus delicadeces favoritas de Mainvillage. Ella sonríe algo apenada y Patrick le ayudó a bajarse del caballo. Le preguntó que prefería beber si vino, una bebida hidratante o su café usual, ella eligió el último, y él lo sirvió y tomó asiento a su lado antes de abrir los bocadillos y tomar uno. —Qué mono. —Sí, los hizo tu amiga. —¿En serio? —En serio. —¿Quiero romper el corazón, puedo? —él asintió y ella tomó el martillo para romper el corazón de chocolate. Patrick la vio luchar un par de minutos, antes de tomarle de la mano y yo ayudarle a golpear. —Esto lo hizo Paola. —Sí, se pasó de grosor, seguro —Los dos asintieron y Patrick rezó porque en medio de complicarles las cosas no hubiese decidido no meter el anillo en el centro como estaba planeado. Lo lograron romper al quinto intento, juntos y ella vio el anillo, sonrió y Patrick lo tomó antes de ponerse en una rodilla. —Sé que es complicado prometerte una vida llena de colores cuando le hemos puesto fin a lo nuestro antes de empezar, pero, no solo voy a proponerte que te cases conmigo. Si no, que seamos felices, que intentemos darnos amor, respetarnos y acompañarnos y que la vida elija. ¿Aceptas casarte conmigo, Aurora? —Acepto—respondió y extendió su mano, Patrick rio y le puso el anillo. Le quedó perfecto y ella lo analizó. —¿Te gusta? —Sí, un diamante en bruto, como nosotros. —En unos años lo podemos pulir y sorprendernos—Ella le abrazó y Patrick sonrió mientras le devolvía el abrazo y le daba un beso corto sobre los labios. —Ahora comamos esto, me cobró un ojo de la cara. Aurora rió y Patrick volvió a tomar asiento. La descubrió un par de veces viendo el anillo y sonriendo. —¿Tienes pensada alguna fecha, Aurora? —¿Cuánto quieres esperar un mes o cuatro? —Tres semanas Aurora. Tengo a tu papá encima, y la verdad, ninguno de los dos quiere nada grande. —Él sirvió el café y aurora tomó un pedazo de chocolate. —¿Quieres hablar de acomodos de vivienda y esas cosas? —¿Quieres una casa nueva o te mudas con nosotros? —Me mudo, creo que tú, Meredith y yo no necesitamos más que tu apartamento “pequeño” de tres pisos —respondió con sarcasmo y él sonrió. —Vale, de qué más quieres hablar. —¿Quieres empezar a intentar ahora mismo con lo del bebé o en unos meses, quizá yo deba ir al doctor? —Solo intentemos, si en seis meses no vemos resultados, probamos otros caminos. Autora sabía que los embarazos eran caprichos, así como hay adolescentes o mujeres de todas las edades que no desean un hijo, pero quedan embarazadas, también hay mujeres, de su edad, que tardan años en lograrlo. —¿Te parece mal ir al juzgado de aquí y firmar? —¿Segura que no quieres algo pomposo? —Creo que no. —Creo que hay que sacar una licencia, pero, el próximo sábado, con toda la tranquilidad del mundo y sin ojos curiosos, podemos ir a casarnos. —Deberíamos invitar a tus hijos aunque no les caigo bien, como para que no sientan que los estoy excluyendo de tu vida. —Ves, cómo tienes buenos instintos de madrastra. —Le dijo Patrick y le regaló un pedazo de chocolate.
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