Recuerdos amargos

1915 Words
Patrick ingresó a la habitación con la intensión de hablar las cosas con Aurora, era evidente que su futura esposa no iba a ignorar los problemas en su relación como hacía Mercy cona anterioridad, los dos habían llegado a un silencioso acuerdo en el que no se gritaban por los niños, luego simplemente no se metían en la vida del otro, eso sí, como los amigos que en algún punto fueron y por respeto a la familia que compartían nunca dudaban en estar en los momentos importantes del otro. Él notó que esta vez sí estaba dormida, le cobijó bien y apagó la luz, pero dejó la puerta abierta para poder colarse más tarde. La primer vez que Aurora escuchó la palabra “aislamiento” fue en el hospital. Había sufrido un ataque de pánico y su papá le llevó al hospital, la trataron y les advirtieron que por su edad no podían hacer un tratamiento más amplio que psicológico, la psicóloga llamó al pediatra para gritarle y después de escuchar todo lo que Aurora estaba pasando, decidió no solo darle medicación para controlar sus nervios sino empujar a su padre para que resolviera el problema. Al día siguiente, fueron a la escuela y la directora puso todo el peso de Bullying sobre Aurora. Bradford no era el papá del año, pero conocía a su hija, era inteligente, reservada, muy dulce y preocupada por los demás, por ejemplo empacaba personalmente las sobras de pan para los hijos de sus empleados, ordenaba su cuarto un día a la semana para alivianar. Ala mujer de limpieza y siempre se aseguraba de que su padre fuera bien combinado y excelentemente vestido. —Señor Bradford, entiendo el origen de sus acusaciones. Aurora es quién se aisla, sus compañeras juegan en la casita para los de tercer grado y ella no va, en clase se sienta sola, proponen grupos, trabaja individual, y lo peor, no les habla. Eso es hiriente para las otras niñas. —Mi hija, se ha quejado constantemente del abuso que sufre en este cuchitril de mierda, así que explíqueme cómo es ella la que les hace daño a seis mocosas mal educadas. —Señor. —No voy a discutir más—Dice su padre y se pone en pie. Le pide a Aurora que vaya a su clase y que entienda: —Tienes sentimientos muy grandes y lo que está pasando aquí es que compré unas compañías de los padres de algunas de esas niñas y sus madres están molestas y hablan mierda enfrente de sus hijas. Ahora, tú nunca tienes que sentirte mal por tener dinero o ser la niña más cool del mundo, porque, papá trabaja muy duro y Dios te hizo especial. Ella miró a su padre y le abrazó, Bradford sonrió y le dio un par de besos. A pesar de que la directora había sido una perra con ellos en la oficina, había abierto una acción disciplinaria, todas estaban castigadas y muy molestas, así que aumentaron sus técnica de tortura hacia Aurora, le tiraron pelotas de papel cuando el profesor estaba distraído y le vaciaron un vaso con agua helada encima, la hicieron enlodarse en el recreo y cuando no fue suficiente se colocaron en un círculo alrededor de la niña y golpearon y empujaron. Aurora comenzó a gritar asustada, pedía ayuda como ese día en la escuela. Los Luthor escucharon los gritos desde la habitación mientras cenaban. Patrick fue el primero en salir corriendo hacia la habitación. Aurora estaba sudando y temblando en la cama, estaba sentada pero sus ojos no se había abierto. Patrick le abrazó y le llamó con cuidado y paciencia, le frotó la espalda y Percy les pasó un vaso con agua para que se lo dieran cuando despertara. —Trae el termómetro—pidió Patrick mientras le daba palmadas en el rostro para que abriera los ojos. Aurora, finalmente, abrió los ojos y abrazó a Patrick. ella se quedó en silencio y quieta. —¿Qué pasa, qué estabas soñando? —Hace años no tengo una pesadilla. —¿Quieres agua? —preguntó Patrick y le acercó el vaso. —Estoy bien, solo… Sofía le acerca un plato con wafles. —Esto te sube el azúcar y tal vez ayude. —Estoy bien, de verdad. —Eres familia, de verdad, vas a comértelos —Advirtió Meredith. —Porque Sofía es capaz de dártelos intravenosos. —Ya vamos a comer, denos un minuto. Patrick le dio un beso en la mejilla a Aurora y fue por un pijama fresco, ella le dio las gracias y fue un momento al baño, tomó una ducha corta para retirar el sudor. La joven no tardó mucho en salir del agua y se puso el pijama se ató el pelo y cuando salió de la habitación encontró a Patrick sentado en la orilla de la cama. —Cuando estés lista puedes contármelo —Ella asintió y le tomó de la mano. Caminaron juntos al comedor y vio una montaña de wafles y pollo frito. —Qué delicia, no hay que dormir sin comer. —Yo no puedo pasar sin comer a mi hora. Me pongo de m a l humor—Dijo Parker mientras se devoraba un muslo de pollo con todas sus ganas. —Sí, hijo, en este momento parece que te educamos de una manera excepcional. —¿Cómo haces para que esté tan crispy? —le pregunta a su hermano y los dos comparte una mirada antes de reír. —¿Qué es lo gracioso, algo de gemelos? —pregunta Aurora. —Sí. —Mi hermano quiere la receta y después me va a llamar a decirme, me dijiste que llevaba esto, y lo otro, y lo otro. Unos minutos más tarde a parece con los ingredientes. —Ey, ¿ustedes dos no se van a extrañar? —preguntó Meredith. —¿Por qué no viven juntos? —Sí, pero nos visitaremos. —Respondieron relajados. Percy le pidió a su hermana que se diera un tour por la habitación de Parker y entendiera que solo Sofía podía ser tan loca para quererlo al completo. Los hermanos rieron. —¿Tú al final qué vas a hacer? —pregunta Percy a su cuñada. —No sé, Facundo está de intenso que cómo me voy a mudar con mi novio y que ninguno de los dos tiene un trabajo y que entonces tú me vas a mantener y que yo tengo mejores ofertas académicas en Estados, bueno, y me ha gritado que soy una codependiente. He vivido tres años en Chicago y él en Nueva York no es como que estamos pegados ¿y cuáles el problema? al menos, yo soy la novia oficial de Parker. Él y Serena llevaban diez años juntos, follando con otra gente, y yo soy la que tiene un problema. Mi papá definitivamente me hubiese dejado hacer lo que me da la gana. Ahora mis hermanos mayores han conformado un jodido comité y para todo Facundo, Serena, Xiomara y Xavier tienen que estar de acuerdo.—Aurora se quedó viendo a Sofía mientras hablaba y asentía lo cual le daba más fuerza. —¿Facundo dijo todo eso? —pregunta Meredith indignada. —Sí. —¿Y tú le dijiste? —No, me quedé callada y lloré. Por eso estoy contándoselos ahora. —Bueno Sofía, Facundo es un malparido, porque tu mamá era una santa, pero, tiene parcialmente razón. —intervino Percy. —No pueden pensar en vivir juntos y mantenidos pro sus familias. Qué conchudez. —No van a mantenernos, necesito que papá me ayude pagándome el máster, pero los gastos de la casa los voy a pagar yo con el dinero de mi nuevo trabajo y voy a pagarte alquiler de la propiedad que asumo me comprarás —Todos rieron. —Y sí, somos niños ricos mimados, pero no es nuestra culpa. —Yo tengo un fideicomiso que no he tocado y puedo aportar o comprar yo la casa. —Sofí, la verdad, es que si la residencia en Nueva York es mejor, prefiero que la tomes, tenemos todo el tiempo del mundo. —Sí, siempre va a haber algo. Mira mis papás; un día estaban al otro estaban muertos y tu mamá, no es por preocuparte, tenemos una esperanza de vida total como de 45 años. —Sofía, tus papás tuvieron un accidente, todos podemos morirnos mañana. Lo que quiero es que entiendas que no me voy a separar de ti por fuerzas menores. —Le he presentado mujeres más guapas que tú, ehh. —Sofía sonríe. —Eso cree él cuándo vamos a strippclubs solo a refrescar la vista. No voy a casarme contigo porque Facundo crea o Xiomara diga, te lo voy a pedir cuando los dos estemos más que listos y tengamos la vida un poco más resuelta. Vamos a tener una boda sacada de la cabeza de Meredith o Serena y tendremos dos hijos porque eso de las familias grandes no va con nosotros y vamos a pelear hasta morirnos porque nos gusta, lo más importante porque queremos—Ella sonrió. —Gracias, no estoy como preparada. —Yo tampoco —Él levantó su taza de chocolate y la chocó con la de ella. Sofía le dio un beso en la mejilla y Patrick sonrió. —Por más wafles prohibidos como estos, pollo frito y ustedes dos. —Dijo Patrick. —Mi hijo y mi… hija. Nunca vas a ser mi nuera favorita porque llevo 24 años escuchando cosas horribles que haces todo el día y la noche, como cuando los pusieron en aulas separadas y casi se mueren. Eres familia Sofí y a mí me da igual mantenerte mientras sacas o terminas la residencia o inicias una nueva carrera. Lo que más me importa, es que los dos tengan el amor que merecen. Hace unas horas era yo el que creía que ustedes ocupan un poco de espacio, cuando en realidad lo que ocupan es el uno al otro, muy poca gente es así de afortunada. —Si no le creen, vean a Percy —todos rieron ante la broma de Meredith. Meredith acompañó a Aurora a su habitación mientras su papá lavaba los platos con Percy. Las dos se entretuvieron viendo vestidos y cosas de boda. Patrick vio a su hijo y sonrió. —Alerta de sermón. —Hijo, está bien ser gay. —Comentó Patrick. —¿Por qué se te ocurriría? —No lo estás negando y eres muy guapo para ser hetero. —No soy gay. Solo… tengo problemas de compromiso, mamá me estaba obligando a ir a terapia. Y soy muy metrosexual así que haz algo con tus cejas porque tu esposa joven no tiene que sufrir. —Lo importante es que te amo, seas gay, bi, hetero, casi s****l, pero si eres asexual, eso cambia mucho las cosas, me dolería, de verdad. —Los dos rieron y continuaron acomodando los platos. Y Patrick finalmente fue a su habitación, pensaba nuevamente había con aurora pero se encontró con su prometida cobijada y Meredith acostada a su lado. Enseñándole algo en el computador. —Recuerda que duermes en el sofá —advirtió su hija y Patrick entrecerró los ojos. —¿Estás loca? Aurora me extraña. —Se metió en su lado de la cama y abrazó a su hija. —Mira esos centros de mesa. —Qué caros. —No has visto el precio. —Te conozco, peque. —Aurora rió
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