Señor Luthor

¿Qué es lo que quieres?

Aurora esperaba un aspaviento por parte de su… amigo especial, pero, Patrick con elegancia se había despedido de lela y de sus amigos y dejó la cuenta cubierta, lo cual le hizo sentir definitivamente mal.

—Aurora, pro qué llevas un anillo en el dedo, tienes un anuncio en el periódico y crees que tienes un amigo especial.

—Es el exceso de intimidad —responde y sus amigos esperan a que justifique su respuesta. —Saben, cuando uno va muy ápido y muy intenso.

—Están por casarse —le interrumpe samuel.

—Sí, pero… qué intenso todo.

—¿Por qué no nos lo presentas? —propone Pablo.

—Pueden venir a mi casa, es más grande que esos ratoneros en los que viven. Invitan a sus amiguitos, comemos todos, somos felices y celebramos ese anillo.

—Voy a comentarle… no sé.

—Sí, vas a hacerlo. Voy a cocinar yo —todos vieron a Lauren, el cual les había atormentado con recetas veganas bajas en sodio las últimas cinco veces que comieron juntos.

Aurora escribió a Patrick:

¿Qué tan molesto estás?

Patrick

¿Molesto?

Ni que fuera tu novio o prometido.

Aurora

Fue el pánico escénico. Perdón.

Patrick

Se te nota el pánico Aurora. Llevas mi anillo en tu dedo, pero... Voy a dejarlo ir porque y he descubierto como que no se te dan las relaciones nuevas.

Aurora.

Sí, con problemas de socialización desde el kínder. Y tengo los mismos amigos desde entonces y les gustaría conocerte, no de pasada, ¿Hoy en casa de Samuel quieres venir, quieres invitar a tus hermanos?

Patrick estaba por entrar a Luthor Enterprise cuando leyó el mensaje de su prometida. Continuó caminando por el edificio y le respondió que irían solos, los dos, como en una cita, de adultos que va a conocer a los amigos del otro. Le escribió a su hermana apara que le preparara una bandeja para llevar y encargó un arreglo para la casa de sus amigos.

Drake estaba en una reunión cuando su secretaria le informó que su hermano estaba en la oficina, pensó en dejarle ir, pero todos parecían necesitar un descanso y él un café.

Patrick está sentado texteando en su celular, él se sienta a su lado y se seca el sudor de la frente, Patrick le toma de la mano disimuladamente y sonríe.

—¿Quería saber si estás bien?

—Estoy bien. —responde su hermano y toma mucha agua de un solo.

El aspecto de Drake no le gustaba para nada, su piel estaba fría, igual sudaba como cuando corres una maratón, tenía muchos síntomas de haber pasado una noche increíble con una botella de algo poderoso; la sed, el sudor y la palidez en la piel de su hermano le hacían dudar. Patrick le mira a los ojos y le sigue analizando, Drake suspira agotado y se afloja la corbata.

—Estás… borracho. ¿Engomado? —pregunta Patrick en un susurro a su hermano menor.

—No, se me está pegando la menopausia de mi esposa —Patrick ríe y Drake reconoce que tiene que ver al médico, ha sudado demasiado el día de hoy.

—¿Quieres que te lleve?

—No, hombre, es el estrés.

—Voy a fingir que te creo. —Responde Patrick y le da un beso en la frente. —Me voy porque los amigos de Aurora se reúnen y me ha invitado.

—¿Después de negarte? —bromea y le muestra el teléfono.

—Ustedes cinco son demasiado chismosos para ser hombres.

Patrick salió de la oficina y fue por su hija al colegio, la vio conversando con una joven y se emocionó porque Meredith estuviese haciendo nuevas amigas. Hugo señaló el auto y le acompañó con la mochila. La mamá del joven le saludó desde su auto y Patrick devolvió el saludo.

—Señor Luthor—saluda y le da su mano por la ventana, Patrick la toma y le pregunta como le ha ido, el joven finge una sonrisa y los dos ríen.

—Hugo, salúdame a tu mamá.

—Claro.

Él le da un beso en la mejilla a Meredith y ella sonríe antes de subir al auto. La joven sonríe hacia su papá y le da un abrazo, Patrick le besa el pelo y le pregunta por su día.

—Normal.

—Qué bueno, nena.

—Tengo un hambre.

—Tus hermanos cocinaron.

—¿Ellos saben cocinar?

—Percy, si cocinó Parker, mejor esperas a que se distraiga —su hija ríe.

—A Parker ni el café le sale.

Patrick y Meredith llega a casa y se encuentran a Percy trabajando desde su ordenador, él les dice que hay quesadillas y que están libres de la mano de Parker, los tres ríen y su padre pregunta por él.

—Tío Drake le preguntó si quería ganarse un dinero y le ayudaba en una planta, regresa el fin de semana.

—qué bien —Responde Meredith mientras calienta su quesadilla con carne ahumada que trajeron de la finca, se sirve ensalada y busca una botella con agua, le da un beso a su hermano y se sienta a su lado. —¿Tú qué haces?

—Quiero cambiar de compañía.

—¿Por qué?

—Crecimiento, salario, horas de trabajo.

—Esto te quedó espectacular.

Patrick tomó una y se la llevó a su habitación, fue a su armario y buscó algo que ponerse, tomó una ducha y se vistió rápidamente, cuando terminó de arreglarse, salió hacia la cocina y se encontró con Aurora comiendo y riendo con sus hijos y Camilo.

Aurora vio a Patrick, muy guapo, recién rasurado, con una camisa de cuello de tortuga, color beige, unos pantalones cafés y zapatillas, el deseo era evidente en ambos, él se acercó y le besó en la mejilla.

—Tienen una cita, te ves guapo papá.

—Gracias, voy a conocer a los amigos de Aury.

—No los conocías.

—Sí, de pasada, no he compartido con ellos.

—Okay, puedes pensar que me avergüenzo de ti, pero son ellos. Paola, siempre saca mis trapos sucios, Pablo es mi mejor amigo más te vale ganártelo y Leonel y Lauren no van a tener un romance juntos nunca, Lauren está casado con alguien más y le ofende que le emparejen con Leonel, Samuel y Lauren son gemelos y Priscila es esposa de Samuel, pero es hermanastra de sus hermanos.

—¿Alguien se casó con su hermanastra?

—Sí, pero, en su defensa, ellos comenzaron a salir antes que sus papás, creo que viene Gala, no vayas a decir que es piloto y que es un trabajo masculino, porque es injusto y ya.

—Samuel y Priscila los del incesto, Leo y Lauren son gays, no nombraremos más niños con L, Pablo tiene voz y voto, Paola es una vividora.

—Patrick, esto es en serio.

—Sí. Sí.

—Ahora come, no sé si puedas aguantar toda la mierda vegana de Lauren.

Patrick toma otra quesadilla y se despide de los chicos, ellos se ríen porque su papá no es homofóbico, pero tampoco era de la gente inclusiva que tenía miles de amigos homosexuales.

Él pasó por la bandeja que ordenó, las flores yen silencio, regresó a su auto. Aurora estaba en silencio maquillándose con el espejo del copiloto, él esperó a que se terminara de hacer la línea para iniciar el viaje, una hora más tarde estaban en casa de sus amigos, Aurora presentó a Patrick por lo que es.

—Mi prometido, Patrick.

—Es un placer—respondió la anfitriona de la casa. —Sobre todo cuando me sacaron del trabajo por esto —bromea la mujer. —Estoy horneando salmón y pollo por si eres alérgico.

—No tengo restricciones —responde Patrick y le entrega el arreglo floral y la bandeja de bocadillos.

—Esto está precioso, gracias.

Priscila los invito a ir a la cocina, donde estaban los hermanos conversando, Lauren saludó a Aury, como si no la viese en años y ella le saludó con el mismo cariño, Samuel le preguntó a Patrick qué le gustaría beber y Pablo anunció que Nico y Paola no vendrían.

—¿Y eso?

—No viene llegando y como que no está de humor.

—Ella me cae mal y lo sabe —anuncia la señora de la casa y todos comparten una mirada. —Es muy venenosa y la última vez se lo dije.

—Nosotras discutimos por algo similar. —comenta Aurora.

—La confianza es enemigo de las lenguas rápidas.

—¿Patrick y Aurora, cómo se conocieron? —pregunta Priscila.

—Una convención—responden al unísono.

—Para cuándo la boda? —pregunta pablo.

—En unas semanas, para qué esperar.

—Y los planes y cosas —pregunta Samuel extrañado.

—Tú estuviste casado por años sin decirle a nadie.

—Yo soy yo, Priscila es como yo, y tú eres Aury—responde y le da su bebida.

Patrick le aseguró que no le importaría casarse de una forma más pomposa, ella sonrió y reconoció que no sabía dónde estaba el límite, por ejemplo; comentas personas y alguien siempre sale herido y resentido y la familia de Patrick era enorme, no se sentía cómoda gastando tanto dinero en un día.

—Tienes razón, pero, es el recuerdo y las fotos y la ilusión en general. Saben, Alonso me hubiese llenado la casa de rosas y me hubiese entregado y mi mamá no estaría triste al respecto.

—Si sabes, es muy probable que tú hubieses sido la única hija que papá en ser entregada por él —comenta Pablo y sus hermanos le miran en silencio.

—Gracias, Pablo —Aurora se ríe.

—A mí me parece románico, a veces se pierde el propósito del matrimonio cuando se planea una boda. Esto es entre tú y Sami, lo que han construido —Reflexiona Aurora.

—Me gustó que fuera algo entre nosotros, así que valió la pena.

—Mi papá se casó cinco veces—Todos miran a Patrick divertidos. —Mis papás tuvieron la boda del siglo, impresionante, dicen que fueron mil personas, mis abuelos tiraron la casa por la ventana, para intentar tapar que mi mamá estaba embarazadísima —los chicos rieron. — Su segunda esposa y él una boda privada, mucho más sencilla, esos sí, muy tradicional, la cual acabó en un divorcio terrible, la tercera esposa, era su mejor amiga, y la de mi madre, así que se fugaron a las Vegas, su cuarta esposa y mi padre tuvieron una boda impresionante no duraron dos años. Con Jane, se casó solo en medio de la nada, con el permiso de dios y el pueblo, según mi papá —Todos ríen. —Están casados hace 37 años, más tiempo, que es más de lo que pensamos que viviría mi padre y de lo que sobreviviría su relación.

—La boda, definitivamente, es bonita, pero, el matrimonio es una cagada.

—Sí, es una trampa, corran —Bromea Priscila.

—¿Aurora boda o no boda? —pregunta Pablo.

—Me apetece cenar —responde Aurora y todos pasan a la mesa, se ponen al día con proyectos y son demasiado amables los unos con los otros, Patrick reconoce el amor que hay entre ellos y le encanta ver que a pesar de no tener una familia gigante, tiene amigos que son familia.

Ellos cuentan su experiencia con los toros mecánicos y todos ríen, a carcajadas, con lágrimas en los ojos, sobre todo cuando ven el video de Aurora montando el toro.

—¿Cuánto alcohol tomaste?

—No sé —reconoce y todos ríen.

Priscila comienza a recoger los platos y Aurora intenta ayudarse, pero, Patrick se pone en piel y acompaña a Priscila en la tarea, los dos en la cocina, ella va llenando el lava platos mientras él los enjuaga.

—Son muy unidos, a veces necesito un minuto o dos para desintoxicarme de sus recuerdos.

—No hiciste la escuela con ellos.

—No, como un par de años del colegio y en grados diferentes. De igual manera, Aurora se ve feliz.

Su esposo entra en la cocina y anuncia que va a sacar el postre, toma unos platos de plástico y se va feliz con los otros tres a reírse del pasado, presente y futuro. Patrick echa un ojo hacia ella y la mujer sonríe. Priscila se disculpa para ayudar a su esposo a cortar el postre porque está a punto de hacer una catástrofe. Aurora decide ir a la cocina, pone café y finalmente abraza a Patrick.

—¿Quieres quedarte conmigo hoy? —pregunta Aurora.

—No estoy para pijamadas, ni amistades.

—Ahh, lástima la lencería—Patrick se inclina a su oído y murmura.

—Me gustas más sin ella, pero, tienes que decidirte Aurora. ¿Qué es lo que quieres?