Una hora más tarde todas las mesas están en su lugar, el lugar está recogido y aurora les invita a un café un sándwich, hamburguesas, papas, pollo frito y la cata de cupcakes, para agradecerles por la ayuda. Como los Luthor son una familia grande, deciden acomodar temporalmente una mesa para todos ellos. Aurora ve que su hijastra ha hecho tres nuevos amigos, al igual que Hugo quien parece muy cómodo con los hermanos Caine. Patrick se sienta al lado de su novia y sus hijos toma asiento al frente, Percy que no está interesado en investigar cada movimiento de su madrastra, se sienta juntos a su abuela, pero en cuanto lo hace se da cuenta de su error. Jane está sentada en el opuesto de la mesa y no para de hacerle preguntas a su nuera, al menos, no son mal intencionadas, realmente es interés pro las familias que habitarán el lugar o quienes trabajaban con Aurora.
Aurora les da las gracias a todos por ayudar y les informa que hay una maravillosa cena para todos los colaboradores. Las bolsas con hamburguesas y papas empiezan a entrar y los chicos pegan unas mesas para que cenen todos juntos.
—Hay carne, pollo y vegetariana.
—No soy vegetariana—aclara Olimpia.
—¿En serio? —pregunta Aurora.
—No, ella se preocupa por la gente, no por el planeta —se burla Milo y Sebastian ríe.
—Yo creo que mi papá le paga por comer carne y mi mamá se siente un poco más feliz.
—Olimpia—dice Aurora y ella ríe.
—No me pagan. Me han concientizado al respecto, y la verdad, es bueno comer balanceado. Evidentemente, todos vamos a morir y el tiempo de las vacas es más corto.
Aurora se río y le preguntaron como había pensado ella en un refugio para mujeres y niños. Ella les contó la historia de la empleada de su casa y en realidad había sido un proyecto que se extendió poco a poco.
—Es impresionante el hambre y el dolor que se vive en esta ciudad cuando hay gente demasiado privilegiada como nosotros.
—Es horrible, a veces nos centramos en la crisis de drogas o en temas económicos y hay tanto pasando en cada hogar.
Reflexionaron mientras cenaban. Patrick escuchó sobre comedores de Olimpia, sus hijos le habían hecho donar, pero, nunca habían participado, tampoco podía creer que Olimpia organizara todo por su cuenta y que fuese la intensa que llamaba de oficina en oficina hasta que conseguía lo que quería.
Era una niña de 14 años, pero su corazón y su mente estaban en aquellos que no tenían acceso a la vida que merecían.
—Olimpia, esto es un trabajo. ¿Lo haces todo tú?—preguntó Meredith impresionada.
—Tengo ayuda, una familia fantástica que se deja mangonear y un equipo de personas impresionantes. La gente que dona dinero, tiempo o alimentos, es una locura como se han concientizado. En serio que el trabajo que se hace, ver a gente recoger víveres o comer ahí porque están en las calles, yo sé que es un alivio para ellos y agradezco que la gente se interese.
—¿Olimpia alguna vez has pasado hambre?—pregunta Percy.
—Tengo tres hermanos y limpian el refri. —Todos ríen. —Pero no, nunca me ha hecho falta la comida. Un día escuché que mi mamá había comido del basurero, comida que mi tía cazaba en bolsas de basura de los restaurantes y que eso era lo mejor a lo que podían ostentar porque mi abuela no tenía trabajo y tampoco para pagar la renta, las echaron y vivieron en la calle, luego mi abuelo les ayudó con todo, pero... me hizo pensar en la gente que no recibe ayuda de un familiar o una mano amiga. Luego comencé a dar de comer a los indigentes lo que sobraba en mi casa y en la de mis tíos, no siempre comemos todo lo que se compra y poco a poco hemos ido creciendo.
Todos se quedan en silencio reflexionando, es muy común en muchas casas que algún vegetal se pase de maduración, que la carne no se gaste o la leche, la idea de Olimpia no era descabellada, lleva alimentos próximos a vencer, alimentos frescos, lo que fuera, porque ellos lo cocinaban y lo convertían en un platillo delicioso. Los Caine eran una familia de cinco, preciosa y muy querida, sus padres eran empresarios reconocidos, con contactos poderosos y siempre buscaban el bienestar de los otros, pero como toda familia, vivía el dolor y el miedo debido a la carera que el mayor de sus hijos había elegido.
—¿Cómo está Sergio?
—Bien, al menos no está intentando acabar con nuestros nervios, sol con nuestra privacidad.
—¿Quién es Sergio? —pregunta Jane.
—Mi hermano mayor, es militar. Por ahora se ha dado de baja, pero, cuando ha estado es horrible, escuchas una bomba en otro lugar del mundo y ya crees que estás muerto.
—Eso solo te pasa a ti. —murmura su hermano.
—Yo tengo sentimientos, Sebastian —Todos ríen.
Todos se quedan en silencio y Olimpia aprovecha el momento para hablarle al hombre enfrente de ella. Oli tenía un 100% claro de que Aurora era una adulta, pero era su adulta/amiga, que no compartía la dicha de tener hermanos y tenía un papá un poco extraño, Bradford amaba a Aurora, pero jamás buscaría la forma de alejarle de un mal prospecto, Olimpia, por supuesto que mataría a Patrick de ser necesario.
—¿Ustedes desde hace cuánto están saliendo? —pregunta Olimpia a Patrick y Aurora.
—Hace algunas semanas.
—¿A qué te dedicas Patrick? —Sebastian y Milo regañan por lo bajo a su hermana y ella sonríe.
—Tengo una cervecería.
—¿La relación es seria? Porque ella es una mujer muy joven y con un futuro brillante. No te conformes, es como casarte con tu papá, a quien adoro. —Todos rieron. —Pero estás segura de querer casarte con Bradford en versión más sexy. ¿Estás segura?
—Olimpia, no estoy saliendo con mi padre.
—Tú no te has dado cuenta del parentesco, eso es como cuando mi hermana sale con alguien mandón y dominante—sus hermanos le dan la razón. — Eres guapa y estás joven.
Aurora estalló en carcajadas, sabía que su pequeña amiga iba a soltar todas sus preguntas en algún momento y que no lo hacía con maldad sino por curiosidad y cierta necesidad de proteger a quienes ama.
—¿Algo más que desees preguntarle?—propone Jane.
—No, solo si te planeas casar, con eso me refería a seriedad, ya sabes... compromiso, con anillo, uno de oro y no escatimes en el tamaño del diamante.
—Olimpia—le regañó Aurora.
—Vale, Aurora si te casas me invitas.
—Siempre, amix.
—Qué emoción, ¿Patrick estás considerando el matrimonio?—Adrian ríe ante la insistencia de Olimpia por dejar claro que se va a casar con su amiga y que no la esté utilizando, Jane y Meredith esperan pacientemente la respuesta del joven.
—Claro, con todos diciéndole que es joven, guapísima, que me parezco a su padre y mostrándole prospectos.
—Sí, comprendo, yo tengo unos candidatos. Eres amiga de Pablo, y la verdad, todos odian a Elisa,
—Cállate—pidieron sus hermanos y todos rieron.
—Estamos en familia, que a nadie le gusta la mujer es un hecho. Luego, tenemos a Sergio disponible, que si fuese mujer mi papá ya hubiese casado. La verdad, creo que esa segunda opción, unión nupcial por conveniencia queda súper, pero no los veo enamorándose en el proceso. —Olimpia tomó la mano de su amiga. —Te ves feliz con Patrick, así que no voy a mover mis hilos con tu papá.
—Uhh, gracias.
—El segundo sueño de Olimpia es tener edad para casar a sus hijos, nietos y sobrinos.
—Vas a petarlo —le asegura Percy.
—Siento que tengo el carácter.
—Olimpia, los hijos siempre encuentran la forma de decepcionarte, yo tengo ocho, y a todos les elegí una vida perfecta, todos lo arruinaron y tomaron sus propias decisiones.
—¿Cuál era tu plan para papá? —preguntó Meredith.
—Nunca me gustan las mujeres que elige, no estoy hablando de ti Aurora, estoy hablando de Daniela, Mercy era mi amiga, eso es altamente inapropiado y la otra desnudista antes de estas dos, qué horror.
—Saliste con una desnudista —comenta su hija y él sonríe.
—Tu abuela odia a todas las mujeres con las que sus hijos salen. ¿Te caen bien tus nueras?
—Sí, Lorelai al principio me caía mal porque sentía que iba a dejar a Karl, luego se me pasó. Laini siempre ha sido mi nuera soñada, gracias a dios le gustan los hombres de esta familia. Arturo y yo tenemos una conexión y Facundo… a veces me estresa, pero, es ya un hijo más. Samantha soporta a Adrian y eso debería ser un trabajo pagado, Erica igual con Zack y alguien se me queda.
—Aurora de nuevo.
—No entiendo lo que tienen pero no opongo.
—Nadie es suficiente para mi Aurora —le defendió Olimpia, y todos volvieron a reír, ella cambió de color cuando vio a su madre acercarse. Aurora se pone en pie y le prometió a la madre de su amiguita que Olimpia había estado en su mejor comportamiento.
—Olimpia vrs tu suegra—murmuró en su oído.
—Sí. Dios la bendiga.
Olivia intentó no reírse.