MADISON ¿Los días siempre serán tan tristes en esta mansión? No hay ruido, ni luz, ni nada que de señales de vida de que hay humanos dentro de ella, cualquier persona que pase husmeando por el exterior pensaría que quizá los dueños están de viaje o algo así… Tomé una ducha, intenté no demorar mucho tiempo, ésta sigue siendo la habitación de Ethan y puede venir en cualquier momento. Dejé todo ordenado para bajar sigilosamente a desayunar, la comida que Jaz prepara es deliciosa y yo tengo un delirio por devorar todo lo que se atraviesa en mi plato. - ¡Buenos días, señora! – Jaz me saludó de una manera tan rara, formal y como si me acabase de conocer. - ¿Ya no soy Madi? – Le reclamé. - Si por supuesto, es solo que Ethan ya está es casa y ya sabe… es mejor evitar que enfurezca con cosas a

