Capítulo 2

4012 Words
—Marcos —dijo alegremente mi hermana. Cuando me abrió la puerta de su departamento —¿Cómo estas Maddi? — la abrace. Los ojos azules de mi hermana tan iguales a los míos brillaban de felicidad —Bien. Aunque Alex no me deja hacer nada— dijo mientras Caminábamos abrazados dentro. —Creerme. llegar a casa y verte encima de una escalera y colgando una puta cortina no me sentaron bien —dijo mi cuñado entrando a la sala mientras le daba una mirada asesina a su esposa y me tendía la mano para saludarme —¡Maddison! —la mire también molesto —Ya me disculpé y no seas exagerado, era solo un par de escalones. Además, era para el cuarto del bebe— acarició su vientre un poco pronunciado debió al vestido blanco que llevaba puesto, el cual dejaba ver su embarazo de cinco meses. Jamás me pondría en riesgo —Bien— dije ella movió su cabello rubio y ondulado fuera de su rostro y me sonrió —Vamos a cenar. Ya me muero de hambre Mirar a mi hermana feliz con su marido me hacía feliz a mí. Maddi y yo, aparte de ser mellizos compartíamos un carácter jovial nada que ver con nuestro hermano. Él era una persona muy seria y callado frente a los demás. Solo en familia bromeaba y era el mismo. En cambio, mi hermana y yo siempre decíamos lo que pensábamos. Eso fue lo que llamo la atención de Alexander Friedman el cual conoció durante un desfile de la empresa y desde ahí el decidió que mi hermana seria para él. Cosa que no agrado mucho a papá. Alexander no pertenecía a la industria de la moda por decirlo de alguna manera. Era un abogado prestigioso. Hijo de una neurocirujana y un abogado. Luego de un año de relación se comprometieron. Ya tienen tres años de matrimonio y están a la espera de su primer hijo. —Me puedes explicar ¿Cómo es que papá está a punto de desheredarte Marcos? —pregunto inocentemente mi hermana mientras cortaba un poco de cordero. Rodé los ojos —Tú me podrías explicar ¿Cómo es que a pesar de no ir a la oficina sabes todo lo que sucede? — pregunte yo de regreso —Mamá hablo conmigo y me contó que papá la llamó y estaba furioso contigo —se río —Ya me comprometí a tomar mi trabajo enserio— me defendí —No más salidas entre semana— juré —Me alegra escucharlo— Maddi me dio una sonrisa cálida —Y dime ¿Qué tal la nueva modelo que completara la campaña? —me encogí de hombros  —No lo sé. No la conozco aún —Eres un caso perdido —se quejó mi hermana —Que yo hubiera elegido a la modelo hubiera sido lo mejor —hizo una mueca linda —Ya hablamos de eso cariño— dijo a su lado Alexander —solo quiero que descanses y disfrutes este tiempo —Alex porque mejor no me pones en una caja de cristal— dijo molesta con su marido —Así estaré a salvo de todo— Alex solo negó frunciendo el ceño molesto por su comentario —Siento que veas las cosas así —hablo —Solo quiero lo mejor para ustedes —se levantó de la mesa —Me voy a trabajar un poco, se me fue el apetito. Me dio gusto verte Marcos. Nos vemos en la comida del domingo en casa de tus padres—sin más se fue dejando a Maddison con la boca abierta. —Sin duda eres igual a mamá —dije una vez quedamos solos —A veces eres borde hermanita —Sin duda es un rasgo López ¿no? —hizo una mueca —Solo es que a veces me siento ahogada. Eh estado por hablar con papá para integrarme al departamento de finanzas con ustedes —Maddison —comencé— No creo... —Solo sería medio tiempo. Es que quiero hacer algo, sabes que siempre he trabajado y ahora —resoplo. Tome su mano a través de la mesa y la mire a los ojos —Si es lo que quieres yo mismo te apoyaré frente a papá y Alex si es necesario —dije —Ahora ve a ver a tu esposo y discúlpate. Luego dile lo que me acabas de decir. —¿Te vas? preguntó — Aún es temprano y no has terminado de cenar —negué —No tengo muchas ganas de cenar. Solo quiero descansar, aún tengo signos de resaca —nos reímos. Nos levantamos y caminamos hasta la entrada— Nos vemos y cuídate —bese su mejilla —Tú también cuídate. Y no hagas enojar a papá. Yo confió en tus capacidades para dirigir la empresa en el futuro y Él lo sabe también —dijo refiriéndose a papá— Apuesto a ti hermanito —fue el turno de ella de dejar un beso en mi mejilla —Conduce con cuidado. Salí del departamento de mi hermana y me fui al mío donde luego de un par de horas de trabajo me fui a la cama y Unos intensos ojos café Aparecieron en mis sueños. VICTORIA Me moví rápido atravesando el atelier buscando un poco de tranquilidad. Conseguí un área de sofás que estaba vacío y me desplomé en uno. Ajuste la bata que me había puesto después de quitarme un vestido que George y Tamia me habían dicho que me probara. Mire mi reloj y resople al darme cuenta que aún faltaban un par de horas para irme y decir que sobreviví a mi primer día de trabajo en la agencia Scott. Mire a donde estaban algunas chicas y varias me sonrieron amablemente y otras me miraban con cara de pocas amigas, entre ellas Ailyn Brown una pelirroja muy guapa, pero con complejo de diva. Amatista Parker una de las pocas que han sido Amables conmigo me contó que Ailyn estaba enojada porque su hermana no había obtenido el puesto vacante. En definitiva, mi estancia en Nueva York no ha sido como esperaba. Mi mente se transportó al incidente de ayer. ¡Qué bien Victoria! ahora no puedes sacarte de la cabeza al troglodita que casi te mata. —Aquí estas— la voz de Tamia me saco de mi pensamiento. Levante mi rostro y me quede muda. Un sudor frío corrió por mi columna —Victoria déjame presentarte a Marcos Scott el hijo de Mark —¡Debe ser una jodida broma! ¿no? —ladro el aludido— No la quiero aquí— Me quede en shock cuando sus ojos azules me miraban con incredulidad y enojo. Me puse de pie cuando me recupere un poco de la impresión y lo mire fijamente. Hermoso sin duda. ¿Patán? Indiscutible —Me llamo Victoria Ponce— me presente sin prestar atención a la mirada curiosa de Tamia. Sin embargo, el ignoro mi gesto, me miro de arriba abajo e instintivamente cruce mis brazos para protegerme de su mirada —Recoge tus cosas— dijo con gesto serio —Marcos. Ella tiene un contrato— intervino Tamia— Además, es la modelo que escogió tu padre junto a nosotros. ¿Qué te sucede? —Tamia—la miro—Que recoja sus cosas y que se vaya. No quiero a una empleada que no me respeta —Un momento— dije indignada —Si lo dice por lo de ayer. Usted intento matarme y después de eso se encargó de insultarme como si fuera un perro de la calle —¡Me golpeaste! —grito fuera de si —¡Solo me defendí! —grité de regreso —La quiero fuera de aquí Tamia y me importa una mierda si hay un contrato —con eso se fue y dejo a todos con la boca abierta y a mí con ganas de darle otra cachetada por c*****o. —Victoria —comenzó Tamia —Déjalo Tamia— dije haciendo un gesto con la mano— Voy a recoger mis cosas y saldré enseguida— No estaría en un lugar donde no me respetaban ni me querían ¡al diablo el contrato! salí pisando fuerte y me metí en el cambiador donde me despoje de la bata. Me puse mi pantalón beige y un blusón naranja que me había puesto esta mañana para trabajar. Recogí mi cabello en una coleta alta y me calcé mis zapatos de doce centímetros naranja. Tome mi clutch beige y revise que estuvieran mis artículos personales encendí en móvil y En segundos llegó un correo de mi hermano de una gran carita sonriente con un mensaje debajo Estoy orgulloso de ti Lágrimas llenaron mis ojos, pero las aparte enseguida. Mi oportunidad de crecer profesionalmente se acaba de ir a la mierda por un cabrón mimado. Guardé mi móvil y salí del cambiador dando mi mejor cara Amatista la chica que me había recibido en el grupo cálidamente se acercó a mi —¿Qué es eso de que te vas? ¿Acaso Marcos se volvió loco? —Tuvimos una diferencia ayer y ahora me está pasando factura —dije pasando a su lado —Y ¿te vas a ir así sin pelear? —dijo extrañada— Hay un contrato y además, dudo que al señor Scott le haga gracia esto. No sé qué sucedió, pero Marco no es así, él es muy atentó con todos —Solo quiero salir de aquí Amatista. Ahora no tengo cabeza para pensar en nada— Salí del atelier sin mirar a nadie e ignorando las llamadas de Tamia y George. Tome el elevador y me dirigí a planta baja donde tome un taxi. ¡Maldito Scott! ******************* MARCOS —¿¡Se puede saber que mierda te pasa Marcos!? —dijo mi papá dando un portazo mientras entraba a mi oficina—¿Qué es eso de que despediste a la modelo que contraté? —Sorbí de mi bebida sin responder. Verla en el atelier me descolocó y me enojo. No la quiero aquí. Sencillamente porque me gusta y jamás he mezclado el trabajo con el placer. Pase la noche pensando en lo sucedido y encontrarla me dejo fuera de mi elemento y yo nunca perdía el control. —¡Marcos Scott! te estoy hablando —No creo que sea adecuada para el trabajo —dije mirándolo finalmente y puede ver lo cabreado que estaba —¿Con que derecho decides eso? — se acercó más al escritorio— Te recuerdo, que no asististe a ni una de las putas reuniones que hicimos para estudiar a las candidatas más cualificadas. ¿Qué demonios te pasa Marcos? crees que puedes humillar a las personas de esa forma —Yo no la humille —me defendí —Tamia me contó todo lo que sucedió ¿Qué eso de que te golpeó? —Ayer cuando la conocí— dije tomando más de mi bebida —¿Qué sucede aquí? la discusión se oye en el pasillo —Mi madre irrumpió en la oficina y nos miró a ambos— ¿Qué les pasa a ustedes dos? Últimamente lo que hacen es solo discutir —Alicia Scott parecía querer matarnos a ambos. Sus ojos vedes estaban molestos. El tiempo no había pasado por mi madre. Aún se conservaba hermosa. Su vestido de corte recto blanco resaltaba su piel bronceada. Aunque delante de papá se veía tierna y dócil era toda una guerrera que cuando se enojaba Papá se media al igual que todos nosotros —Estoy esperando una explicación. Vengo a invitarlos a almorzar y me los encuentro en una batalla campal —Marcos acaba de despedir a la nueva modelo, que por cierto ni se molestó en estar presente al momento de elegirla— mi madre me dio una mirada interesada —¿Qué sucedió? —pregunto. Les relate lo sucedido con ella y la cara de ambos paso incredulidad a diversión, cuando acabe mi madre soltó una risa suave —Sin duda, eres el hijo de tu padre —dijo negando con diversión —¿Por qué lo dices? —Ahora yo era el curioso —Cuando conocí a tu madre no me comporte muy bien. Dije cosas groseras y ella me puso en mi lugar— sonrió a mi madre —Le di un bofetón —dijo mamá acercándose a papá —Créeme, me pareció ofensivo su trato y solo reaccioné y por lo que cuentas ella hizo lo mismo contigo —Esto es absurdo— dije poniéndome de pie— Me estás diciendo que me lo merecía —Aquí no importa si lo mereces o no— intervino mi padre— Lo que importa es que le debes una disculpa a Victoria y te pido que seas profesional ¿es mucho pedir? —Bueno. Yo me voy a tu oficina y te espero ahí —hablo mi madre. Se acercó hasta mí y me dio un beso —Adiós cariño. Te dejo para pienses en tu comportamiento. Sé que a veces la impulsividad gana, y es un rasgo muy familiar para mí. Piensa antes de actuar y has lo correcto —asentí sin decir nada. —Arregla esto Marcos— dijo papá una vez solos— Tamia me informo que Victoria se ha ido y si pierdo dinero por no estar al día con la colección me enojarse de verdad y no quieres verme enojado. ¡Asume responsabilidades! Me estoy cansando de tu actitud inmadura. ¡Crece de una puta vez! y has bien tu trabajo, deja a un lado el papel de soy todo poderoso y merezco todo, porque si no he tomado cartas en el asunto es por amor a tu madre. Porque ella sería la más afectada en todo —no me dejo responder solo se dio media vuelta y salió Me quedé ahí en silencio y pensé en todo lo sucedido. Asumo que no debí hablar así, pero a veces digo las cosas sin pensar. Victoria Ponce. Hermosa y con carácter me gustaba, pero estaba vetada para mí. Aunque con ella correría el riesgo, Cuando algo me interesaba no paraba hasta conseguirlo y esa mujer era mi próximo objetivo. Pero antes debía pedir disculpas muy a mi pesar. Si. Eso haría me disculparía y desplegaría mi encanto hasta llevarla a la cama y quitármela de la cabeza. ************* VICTORIA Llegue al departamento y entre furiosa odiando la forma en que ese hombre me trato. Que se creía que podía tratarme como le viniera la gana juro que si lo vuelvo a ver le estampó otra cachetada por cabrón —¡Aahh! —grite frustrada, abrí la puerta de la terraza y me quede mirando la vista— ¿Y ahora? —me pregunte —¿Qué sucederá conmigo y el trabajo? —resople. Entre y me fui a la cocina abrí el refrigerador y saqué un bol donde había guardado ensalada de pollo. Coloque el aderezo y me serví una buena porción en el plato, busque algunas galletas saladas y me senté en la isla de la cocina. Mientras comía el teléfono sonó y deje que cayera el contestador. —Hola Victoria. Soy felicita. Te llamo porque Mark desea hablar contigo mañana. Lamento lo que sucedió hoy, pero estoy segura que todo se solucionara. Adiós El mensaje termino y solo me quedo resoplar y seguir comiendo. Quiero y necesito el trabajo, pero no permitiré que ese estúpido hijo de puta me trate como le dé la gana. Término o mi cena y me voy a la cama a ver alguna película y no pensar en el patán de Marcos Scott y vamos seamos honestos victoria, también quitarte de la cabeza a ese patán que te gusta ¡maldita sea mi suerte! ¿acaso soy masoquista? —Estas Jodidamente loca Victoria. Estas pa matarte— digo en voz Alta mientras me dejo caer en la cama ★★★★★★★★★★ A las nueve en punto el ascensor se abrió y camine con pasos seguros Felicita me sonrió cuando me vio —Ya te espera —asentí y seguí hasta la sala de reuniones donde el señor Scott me esperaba. Pase mis manos por el vestido de corte recto rojo que llegaba por debajo de mis rodillas de cuello cuadrado, acomode mi cabello y entre —Buenos días señor Scott —dije mirando a la figura de espalda y mi sonrisa murió cuando se dio la vuelta —Buenos días Victoria— dijo Marcos, alias el mimado —¿Qué hace aquí? Yo me iba a reunir con el señor Scott —Efectivamente—dijo Mientras se abría la chaqueta de su traje azul marino y tomaba Asiento—Te reunirás conmigo. Yo también soy Scott y soy tu jefe—se recostó en la silla—Toma asiento por favor—dijo mientras hizo un gesto señalando la silla de enfrente —Se le olvido algún insulto ayer. Porque si es así, déjeme decirle que no se lo consentir—le dije ignorando su petición —Te mande a llamar para pedirte una disculpa. Es solo eso —dijo señalando de nuevo la silla —Me comporte de manera poco profesional y eso es inaceptable —Eso quiere decir que usted ¿no piensa echarme? —dije dejando mi bolso en la mesa y tomando asiento el me dio una sonrisa deslumbrante baja bragas y reprimir un suspiro ¡maldita sea Victoria Ponce! comportarte. Es tu jefe y un mimado petulante —Eso quiere decir. Que puedes ir tranquilamente al taller y comenzar tu jornada —continuó —No sin antes decirme que me disculpas por lo de ayer y lo del otro día en la calle. Te prometo que no sucederá de nuevo— dijo clavando sus ojos en mi —Estas disculpado —dije sonriendo sin poder evitarlo—Solo quiero hacer mi trabajo y no incomodar a nadie —Bien. No se diga más —dijo levantándose rápidamente y yo lo imite, pero sin prisa —Bienvenida a la empresa—me tendió la mano, la tome y sentí una corriente atravesar mi cuerpo ¡no me jodas! lo solté rápidamente y tome el bolso —Déjame que te abra—dijo pasando a mi lado y con voz ahora extraña—Hasta luego Vicki—dijo cerca de mi oído cuando pase a su lado soplando suavemente su aliento. Olvidarlo Victoria Marie. Él está vetado para tu dieta. Me dije mentalmente —Hasta luego señor —Marcos— me corto —Dime Marcos— dijo guiñándome. Solo asentí y salí pitando cual petardo Cuando llegué a taller fui recibida por miradas de todo tipo. Desde las más simpáticas hasta las más nefasta y de odio —Me alegra que llegaras—George se acercó a mí con una mirada un poco simpática—Pero llegas tarde. Ahora pobre a trabajar— asentí y me fui hasta los vestidores que eran grandes y cada una poseía un Locke lo suficientemente grande para nuestras cosas, lo que más me gusto fue que estos eran de madera y estaban tallados con figuras hermosas y delicadas. El resto del espacio poseía un gran espejo con tocador y había muebles blancos y grandes donde muy bien podíamos descansar. Además, el área de los baños era grande y moderna —Dime ¿Cómo hiciste para volver? —dijo Ailyn sentándose en uno de los sofás a mi espalda—¿Con cuál dormiste? ¿Padre o hijo? —arrastro las palabras—En realidad ambos están muy guapos y follables. Pero uno solo tiene ojos para la insípida de Alicia y el otro —dejo las palabras en el aire. Tiré los zapatos sin ninguna delicadeza y cerré de un portazo mi loker —¡Déjame en paz Ailyn! no sé qué hice, pero no me la voy a dejar montar de ti— dije—Si tu tuviste que entrar en la cama de alguno para llegar hasta aquí, es porque no posees ningún talento—ella se puso de pie enseguida fulminándome con la mirada—Yo no necesito eso. He trabajado toda mi vida para esta oportunidad y no voy a permitir que tu difundas chisme de mi ¿entendiste? Además, ¿de qué tienes miedo? Tu eres la imagen oficial de la marca ¿a qué le temes? ¡déjame en paz! ¿Soy clara? —¿Así o te hace un dibujo? —Interrumpió Amatista entrando al vestidor—Vamos Ailyn, solo estas dolida porque Marcos nunca te dio ni la hora e Ian se casó con Malena que si es una dama y nunca pudiste entrar a su cama. Pero te dio un premio de consolación ahora eres la imagen de la marca. Bueno, hasta que vean que no facturan lo deseado—se burlo —¡Cállate! ¡Estas dolida porque Matteo me prefirió a mí! —chillo está enojada—Eres una estúpida. Ambas lo son—dijo mirándonos a las dos mientas salía del vestidor —¿Viste que chispas echaba la pobre? Un poco más y de las chispas revienta un implante —se mofo una vez solas, pero vi una mirada de dolor que no pasó desapercibida. Vi cómo se dejó caes en el sofá y me sonrió, pero aun veía su dolor reflejado —Me alegra que volvieras— dijo y pude ver es su rostro sinceridad —Yo también me alegro— sonreí. Recogí mi cabello y me quite el vestido— Oye, pero cuéntame eso de que la arpía quiso meterse en la cama de los jefes ¿Es enserio? — pregunte —Déjame contarte —dijo poniéndose cómoda en el sofá —Ailyn es una santígüela de primera. Entro a la empresa y le tiro los tejos a Marcos. Pobre. El la rechazo, bueno Marcos rechaza a todas las ilusas que creen que subirán en la empresa si se meten en sus pantalones. Él es amable, cordial y muy coqueto, pero nunca se ha metido con alguna modelo. Bueno para hacer el cuento corto como. Se dio cuenta que no podía con él. Luego fue por Ian, pero este estaba de novio con Malena y estaban muy enamorados así que fue inútil. Hombres inteligentes ¿no? — se río —El único que cayó como idiota fue Matteo. El hermano de Ian —No lo conozco —dije recordando la conversación cuando llegué el primer día —Él es abogado. Tiene su firma un piso más abajo del de dirección. Éramos novios Vicki —sonrió con tristeza— un día me dejo y al siguiente apareció del brazo de Ailyn. No entendí nunca el motivo por el que me dejo. Éramos jóvenes y se lo atañí a eso, pero luego me entere de que llevaban meses engañándome — se limpió la lagrima que rodo por su mejilla y se puso de pie— Ya no quiero hablar de él. Ahora vamos a trabajar antes de que Tamia entre y se arme la gorda Durante el día me probé varias prendas que irían a la próxima colección, también me quedé pensando en lo que la perra de Ailyn le hizo junto al tal Matteo y sentí más afinidad con Amatista. Ella era una mujer llena de vida igual que yo. No se guardaba nada y decía lo que pensaba. Quizás eso nos hace tener más cercanas. Cuando la jornada se dio por finalizada entre a cambiarme y encontré dentro del loker una rosa y una nota. La tomé y la leí dejándome con la boca abierta Tu sonrisa me encanta y tu empuje me atrae. ¿Cenarías conmigo Victoria? Esperó que sea un si M. S No necesitaba ser adivina para saber quién era el artífice de esta nota. Mire a mi alrededor, guarde la nota y la rosa. No victoria. Definitivamente no. Esto no está bien, pero ¡maldita sea! me encanta ese hombre. Sin duda mi vida no sería fácil con Marcos Scott a la vista. 
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