HILO ROJO.

2505 Words
----ANDREA---- —¿Hilo rojo? —Sí, ¿No conoces la leyenda? —pregunta de vuelta. —No, podrías contármela, me gustan las leyendas —sonrío y le doy leves golpecitos al suelo para que se siente. Se aclara la garganta haciéndome reír por su fingida seriedad al tema. —A ver... Deja que lo recuerde... Listo, cuenta la leyenda que todos los bebes al nacer tienen un hilo rojo invisible, todos, ese hilo los une con su alma gemela, el amor de su vida, su media naranja, como quieras llamarle, y aunque estén separados por todo un continente, se conocerán o se verán al menos una vez en la vida, la atracción es demasiado fuerte, es su destino —suavemente sonríe, toma aire y la retoma—, el hilo rojo jamás podrá romperse —frota sus manos al levantarse—, hora de irte jovencita. Esa historia fue linda, muy romántica. —Está bien, despídeme de todos y dile a Neithan que cuando quiera puede visitar a su desamparada hermana —me levanto yendo hacia mi cuarto. Lo primero que hago al llegar es despojarme de toda mi ropa e ir a tomar un baño, tenía olor a cigarrillo y no me agrada ese olor, después de cambiarme de ropa busco a Casy durante horas alrededor de todo el Instituto. Cuando la encuentro está hablando con un chico a pocos pasos de la entrada a la cafetería. —Hola —me acerco a ellos. —Hola —dice Casy mirándome—, él es Isaac, está en nuestra clase. —Hola, eres muy linda —Isaac me hace un cumplido sonriéndome. Estoy acostumbrada a que me digan que soy linda o cosas parecidas pero de hecho, yo no me considero muy linda que digamos. —Gracias —le devuelvo el gesto amable. —Chicas, las invitó a la fiesta de Abigail, es hoy en la noche a las siete, las esperaré en la entrada para ir juntos —se despide con la mano y se va sin darnos tiempo a responder. —Okey —suelto después de que se va—, hoy quería ir a una fiesta —ironizo. —¿En serio? —me pregunta Casy sorprendida. —No —respondo obvia. —No podemos fallarle a nuestro primer posible amigo —me mira de arriba hacia abajo y sonríe—, y ya estamos listas —mira su reloj—, tenemos media hora, ¿Qué tal si comemos algo?, si vas a la fiesta yo invito —me soborna. Pensándolo bien... No sería tan mala idea «¡No, alto! No hay que caer en su soborno». —No iré así, hará frío más noche y creo que es mala idea —frunzo el ceño ligeramente. No tengo planeado pescar un resfriado. —Tranquila, tu hermano seguramente irá, puedes pedirle su chaqueta, seguro la lleva —coge mi mano jalándome a la cafetería del insti. —Aún sigo pensando que es mala idea —le repito, actúa como si no lo hubiera escuchado. Al llegar a la cafetería corro a la repostería, tenían los mejores postres, no era exageración, pedimos y nos sentamos con la comida en una mesa junto a los ventanales. Observo con detenimiento todo, la mesera sonríe siempre, si se mancha, sonríe, si tropieza, sonríe, si rompe algo, ¿Adivinen qué?, sonríe, la envidió, siempre está sonriendo. No hay muchas personas. El lugar es muy grande y no solo hay postres también hay comida y pequeños letreros colgando sobre la pared que indican la hora de la comida en los recesos. Casy pidió un frapuccino y yo un helado junto con un pequeño pastel de chocolate. «Al menos que mi presencia le cueste» —Ahora querida mejor amiga, cuéntame cómo fue el reencuentro. —Pues empezaré con una mejor amiga y una chica que me abandonaron a mi suerte en media de no sé, ¿Diez chicos?, luego un idiota me llamó puta, mi hermano me contó la razón por la que se fue y Hyung me contó una leyenda, fin... ¡Oh! espera, creo que olvidé que mi mejor amiga me abandonó a mi suerte, no, creo que ya lo dije, ¿Lo dije? —la miro con ojos acusadores mientras lamo mi helado. —¡Oh por dios!, ¿Que ese chico te dijo que? —se hace la indignada, con sus dedos se muele el cabello hacia atrás. —¿Estas escuchándome? —la miro mal. —Perdón, había chicas vigilándonos y yo no pensaba entrar a ese lugar —se excusa, me quedo mirándola fijamente—, la verdad no quería ver a Neithan porque no quería recordar a mi hermana, por hoy no. —También note a las chicas, me perturbaban —nos reímos levemente y mira su reloj. —Andrea —susurra—, debemos irnos, ¡Ya! —coge su frapuccino y yo mi pastel, con comida en nuestras manos corremos a la entrada. En la entrada nos espera un auto n***o y brillante, en el asiento de copiloto está Isaac sonriéndonos. Nos acercamos y entramos al coche, no veo a la persona que maneja, Casy habla con ellos de cosas triviales mientras yo miro por la ventana a la vez que me acabo el pastel, estaba distraída, por los recuerdos de mi pasado invadiendo mi mente. Justo esta noche, «¿Por qué?» Esta noche seria como las demás, nada especial. ------Flashback------ Después del juego decido ir a ver a mi novio. Estoy emocionada y ahora solo quiero besarlo por ganar, ha entrenado mucho y hoy lo ascienden a Quarterback, es un día especial. Entro a los vestidores, están varios jugadores que me coquetean cuando paso por su lado, todos están felices, incluso yo, aún si yo no jugué parecía haber tenido mi victoria. Finalmente encuentro a mi novio y le tapo los ojos por detrás. —¿Quién soy? —Mmm, no lo sé, pero si quieres podríamos besarnos afuera hasta que venga mi novia —sonríe poniendo sus manos sobre las mías para retirarlas suavemente pero no se da vuelta. —Me encantaría, pero tengo novio —lamento. —Es una pena ¿Quién es? —pregunta interesado. —Se llama Johan Llavor, tiene dieciséis y es muy guapo —dejo de hablar por un momento, respiro profundo y suelto lo que quería decirle hace meses—, te amo. —También te amo —sigue sin girarse. Los chicos que escucharon eso sonríen por la escena, la mayoría ya se habían ido. —Johan —lo llamo y se voltea, une nuestras frentes mientras me mira a los ojos, sus manos acunan mi rostro. —Cierren la puerta —le pide a los chicos que estaban allí, ellos obedecen. —Te amo —le repito, sus ojos viajan de mis ojos a mis labios, muerdo mi labio y no me contengo, acerco nuestros labios para besarnos con necesidad. Johan me levanta del piso y enredo mis piernas en sus caderas, siento mi espalda golpear despacio en los casilleros y el beso se intensifica, después de varios minutos nos separamos por falta de aire. —Te amo —acaricia mi mejilla—, sé que lo sabes, pero, te amo, siempre te voy a amar, incluso cuando me odies, yo te amaré Andrea —. Sonrío mirándolo con dulzura. —Yo también te amo, esperé mucho para decírtelo así que lo lamento, te amo —le doy un beso corto, me baja cogiéndome de la mano y lo sigo, se sienta en una banca y yo me siento encima, volvemos a besarnos. Con un poco más de tiempo nuestros besos se hacen insuficientes y cuando me doy cuenta los dos estamos en ropa interior. —Espera —pido sobre sus labios. No me siento sexy en mi ropa interior que no es para nada sexy. —Si... Perdón —se disculpa levantándome y sentándome a su lado. Acabé con la pasión, genial, soy buena para arruinar momentos, debe ser mi don. Lo miro un rato, no puedo ocultarlo, tengo miedo porque esta es mi primera vez y no estamos en un lugar muy romántico que digamos, pero no tengo objeción con que él sea el primero. —Está bien —susurro reuniendo mi valentía y parándome frente a él. Mala idea, olvidé que estaba en ropa interior de gatitos, siento mis mejillas arder. —Eres muy divertida —se ríe. —¡Eres un idiota! —digo yo, se calla y mira a otro lado. Lo que me faltaba, hice que se enoje. —¿Estás enojado? —le pregunto agachándome y poniendo mis manos sobre sus rodillas, lo que es mala idea ya que desde aquí tengo una vista muy privilegiada de su amiguito, vuelve a mirarme y se ríe otra vez. —No me enojé, pero no me controlaría si seguía viéndote en ropa interior de gatitos —apoya su cabeza en la pared de atrás—, ¿Qué es lo que ves pervertida? —sonríe al darse cuenta de lo que le estaba mirando. —Ah, no yo... Perdón —digo avergonzada parándome de nuevo frente a él, lo había decidido—, quiero hacerlo —acepto mirándolo, abre un poco la boca, sorprendido—, después de todo creo que si soy una pervertida —finalizo sentándome con las piernas a sus costados otra vez. —Lo eres —susurra desabrochando mi brasier, reparte besos húmedos por mi cuello, luego me acuesta en el banco. ------Fin del flashback------- Muchas personas me dijeron que lo olvidara, no puedo, necesito decirle tantas cosas que oculté por su bien, por mi bien... Por el bien de... Ahora ya no importa. —¿Andrea? —Isaac pasa su mano por mi cara cuando el auto se estaciona frente a una mansión—, ¿Estás bien? —suena preocupado. —Eh... Ah... No, si... Estoy bien —mi respuesta hace que se baje del auto. Todos bajamos, apenas salgo Isaac se lanza sobre mí como un oso para abrazarme. —No estás bien si estas llorando —me susurra para que solo yo lo escuche. —Perdón —escondo mi cara en su cuello y correspondo al abrazo. —Tranquila —acaricia mi cabeza—, lo que sea que haya pasado, está bien. Me separo de Isaac lentamente mirándolo a los ojos. Nada está bien desde hace tiempo. —¡Aléjate de ella! —grita Neithan bajándose de un Lamborghini al otro lado de la calle, camina eufórico hacia nosotros, instintivamente me ubico delante de Isaac, estoy segura de que Neithan va a golpearlo y si hace eso no podré detenerlo. —Isaac, vete —le ordeno rápidamente—, no viene solo —mis ojos pasan rápidamente por sus acompañantes, no parecían estar en contra o querer parar a Neithan. —No me importa, ¿Quién se cree? —manda los hombros para atrás—, y yo tampoco estoy solo, Matt está conmigo —asegura mirando al chico que antes manejaba, no lo saludé y ya no había tiempo así que por ahora lo pasaré por alto. —No —tomo su cara entre mis manos obligándolo a verme—, es mi hermano, yo lo arreglaré, vete por favor —casi suplico que se vaya, no quería que lastimaran a un amigo, si, lo acababa de conocer, pero simplemente había algo en el que lo hacía especial. No hay que conocer a una persona por un largo tiempo para poder llamarle amigo, tú decides cuando considerarlo un amigo e Isaac se había convertido en mi amigo. Lo duda pero al final asiente levemente entrando a la fiesta con Matt, Casy se queda para calmar a mi hermano que ahora se dirige a la fiesta con Alex, Hyung, un pelinegro y James detrás de él, parecían una manada de lobos cazando a su presa. A mitad del camino para entrar en la fiesta detengo a Neithan agarrándolo por los brazos, los demás se detienen, todos nos quedamos estáticos, la tensión en la atmósfera es palpable, Neithan espera una explicación y los demás solo quieren golpear a alguien. —Neithan —pronuncio preocupada—, él... —las palabras no salen de mi boca—, solo es una amigo, ¿Okey? —intento tranquilizarlo pero solo logro que se tense. —¿Es en serio?, ¿Aún quieres intentarlo?, ¿Por qué debes ser tan terca? —me reprende alzándome un poco la voz. Había olvidado que era sobreprotector. —¿De qué hablas? —indago sin entender a lo que se refiere. —Lo sabes, acabas de llegar y ya estás buscando otro novio idiota, es suficiente, ¿No crees? —se pasa una mano por el cabello haciendo que se le alborote. —¡Basta! —le grito, las lágrimas empiezan a caer mojar mis mejillas lentamente, de nuevo los recuerdos invaden mi cabeza, las personas que se besaban dejan de hacerlo y entran a la fiesta ignorándonos. Mis ojos pasan por el rostro de Neithan nerviosamente. -------Flashback------- —¿Quién es? —exige saber Neithan en cuanto entra a la casa. —Es un amigo —miento. Eso se siente fatal pero sé lo que va a decir Neithan si se entera de quien es, tiene la manía de sobreprotegerme. —Me llamo Johan —interrumpe mi novio. —Sí, lo iré a dejar a la puerta —tomo su mano llevándolo hasta la puerta. —Casi nos descubren —A Johan le divierte todo esto. —Casi —Le doy un beso. —Adiós, te quiero. Se va y cierro la puerta, cuando me giro veo a mi hermano a solo unos pasos de la entrada, nos había visto. ------Fin del flashback------- —Perdón —me susurra Neithan con un tono melancólico, desvía su mirada hacia el cielo y pasa de largo entrando a la fiesta. A veces mi hermano se portaba frío conmigo y eso me molestaba, yo era su hermana y merecía el trato que yo le daba a él. Los chicos lo siguen, no sin antes mirarme con pena, lo que es humillante, James es el único que me ignora por completo. Se lo agradezco internamente, que me tuvieran lástima no era lo mío. —A veces es un idiota —me asegura Casy, la abrazo. —¿Nos vamos? —le pregunto limpiando mis lágrimas. La verdad no quería irme por lo que pasó, solo temía haberle arruinado la noche a Casy. —No, tenemos que entrar en esa fiesta, no dejaré que pases otro año lamentándote, mereces más. Tiene razón. Casy me limpia el resto de las lágrimas y entramos. La música está muy alta, hay gente por todas partes, cerveza y drogas en cada esquina, lo primero que hago es tomar ocho shoots de vodka, una botella de cerveza y drogas, una pastilla que había aplacado todo lo que sentía, ahora estaba descontrolada y dispuesta, una de mis malas combinaciones.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD