INSTITUTO LOCKWOOD.

2364 Words
----ANDREA---- ¿Te has planteado la idea de ser la chica popular?, ¿Qué se sentiría que los chicos más guapos del instituto te hicieran caso?, ¿Qué se sentiría ser la novia del chico más popular?, ¿Qué se sentiría que todos en el Instituto sepan quién eres?, ¿Qué se sentiría que te eligieran como la líder de las porristas? Un privilegio, pero... ¿Qué se sentiría que ser popular te destruya?, ¿Qué se sentiría que los rumores que las personas que te odian inventaron se esparcieran por todo el Instituto y que todos los crean? o ¿Qué se sentiría ser una persona en el Instituto y ser una muy diferente en tu casa? Yo conozco todo eso, lo viví. En mi anterior Instituto fui la popular, la típica chica que salía con el capitán del equipo de fútbol americano, él mejor novio, las mejores amigas, las mejores notas, capitana de las porristas, lo tenía todo y no quería nada más, eso era suficiente para mí. Lo malo de ser popular y llegar al punto en que todos te conocen es que entre todos los estudiantes en el Instituto existen personas que harían todo por ser como tú, personas que son capaces de hundirte con rumores y mentiras, y hacen que parezca tan real, tanto que hasta tú llegas a dudarlo, cuando eso me ocurrió mi novio terminó conmigo y se fue a otra ciudad poco después, lo entiendo, nadie querría seguir saliendo con la perra del Instituto, nadie querría salir con alguien que se acostó con todos los profesores por notas. Tuve que soportar los meses que faltaban para acabar el año y poder cambiarme de Instituto, ni loca me quedaría en un lugar en el que literalmente me hacían bullying físico y mental, no es fácil soportar eso, yo no estaba dispuesta a soportar eso, así que me alejé de los problemas, al menos educativos. Si me lo preguntan, ese es mi lema de vida "Aléjate de los problemas". En este nuevo Instituto lo único que quiero es pasar desapercibida, mantenerme al margen, no es muy probable que en este Instituto me pase lo mismo que en el anterior porque como en todos los Institutos hay diferentes tipos de personas y todos los días vas a ver personas de diferentes colores, personalidades, sentimientos, pensamientos, caras y cuerpos, en fin, todos somos diferentes a nuestra manera y eso está bien. Después de lo sucedido en mi anterior Instituto me convertí en un completo desastre, mi vida se volvió un desastre, no pude contar con las personas que estaban cerca de mí, me refiero a mi "familia", mi papá viaja siempre, no recuerdo un día en el que pasáramos un tiempo juntos, mi mamá es, ¿cómo decirlo? Me odia, a mí y a mis hermanos, hay mujeres que no deberían ser madres. Deina, mi hermana menor, estudia en el extranjero y hablo con ella pocas veces al año, aun es joven y no quiero agobiarla con mis problemas. Neithan, mi hermano mayor, él es como madre y padre para mí, todo el amor fraternal que he tenido ha sido solo de su parte, lo quiero demasiado y sé que él también me quiere, es por eso que no entiendo la razón por la que se fue. Hace un año que no lo he visto y he estado muy mal por eso, pero en parte lo agradezco porque se fue justo cuando todas las cosas empeoraron para mí, así que no se enteró de los rumores y supongo que eso es algo bueno porque no quiero que se enoje o se decepcione. Desde hace meses lo he buscado, no para contarle lo que pasó sino para saber que está bien, pues la forma en la que se fue me dejo con muchas dudas. La única persona que estuvo conmigo fue Casy Thompson, mi mejor amiga desde los ocho años... Recuerdo cuando la conocí, estaba en el parque y se me había caído el helado, ella me dio el suyo, luego jugamos, no conozco a nadie tan buena como ella, es también parte de mi familia, se convirtió en eso desde el principio y fue la única que me creyó a mi cuando todo pasó, confío en ella plenamente, creo que encajamos bien porque las dos tenemos nuestras vidas hechas un caos. Hace 7 meses los padres de Casy murieron en un accidente automovilístico y no lo supera, no hay nadie que pueda superar la muerte de unos padres como los que tenía ella, solo con verlos se notaba cuanto amaban a sus hijas. —¡Hola! —Casy me abraza. —Hola —correspondo a su abrazo con fuerza unos segundos. —¿Sabes algo de tu hermano? —entrelaza nuestros brazos y caminamos hacia la puerta del Instituto Lockwood. Con una leve brisa sobre nosotras alzamos la mirada para contemplar al enorme Instituto, uno de los más antiguos y eso se podía ver a simple vista, estaba hecho de ladrillos, árboles con más de 50 años plantados en los alrededores, una puerta de madera que se mantenía abierta proporcionando la vista de adentro con casilleros a cada lado de los largos pasillos y estudiantes hablando. Dejé de buscar a mi hermano hace unas semanas, ya no hay lugares en donde buscarlo, lo he buscado hasta debajo de las piedras y no hay rastros, es como si la tierra se lo hubiera tragado, a veces el tormentoso pensamiento de que está muerto cruza por mi mente y eso hace que mi preocupación crezca masivamente. Hay veces en las que creo que mi mamá es la razón por la que se fue, es como si mamá buscara la forma de que nosotros seamos infelices, lo que le hizo a Neithan fue... Fue demasiado, él no parecía poder soportarlo. —Deje de buscar —le contesto—, me aterra la idea de no volver a verlo, pero él merece ser feliz, este lugar debe traerle muchos malos recuerdos y además ya no quedan lugares para buscar —finalizo sonriendo vagamente. —Tú también lo mereces y puede ser duro para él, pero al menos debió despedirse, dejar una carta, lo que sea hubiera estado bien, no solo irse... —deja salir una gran bocanada de aire. —Debe haber tenido sus razones, entiendo que no se haya despedido de mí porque lo habría detenido y no me hubiera importado amarrarlo, sin embargo, que se hubiera ido hizo que todo sea más soportable para mí. —¿Sabes dónde están los dormitorios? —cambia de tema y se lo agradezco internamente, hablar de Neithan me pone mal. —No, pero quiero verlos... ¿Qué tal si faltamos a las primeras horas de clase y los buscamos? —propongo. —Me parece bien —sonríe maliciosamente. Caminamos hacia la secretaria para recoger las llaves de nuestros dormitorios y los horarios de clases. Cuando los tenemos preguntamos por los dormitorios de las chicas y ya ahí subimos tres pisos las infernales escaleras viendo los números en las puertas, afortunadamente el dormitorio de Casy queda frente al mío. —A las tres —mete su llave en la cerradura. —Uno —comienzo a contar metiendo mi llave en la cerradura. —Dos —nos sonreímos emocionadas. —¡Tres! —gritamos al unísono. Abrimos las puertas y... Es perfecto, más grande de lo que me había imaginado, una cama grande pegada a la pared, una mesita de noche con una lámpara, un closet, una enorme ventana con un mueble largo debajo, y supongo que la puerta de la esquina es el baño, además de que mis maletas ya están aquí, es fantástico. Antes de entrar a mi dormitorio me doy vuelta yendo al de Casy. —Esto es hermoso —susurra con la boca abierta al verme junto a ella en la mitad de su cuarto. Es como un reflejo del mío. Sonrío y me siento en su cama, salto un poco para comprobar lo suave que es, no solo lo aparenta «Gracias universo». Se sienta junto a mí y nos dejamos caer hacia atrás quedando recostadas. —Esta es una oportunidad —la escucho decir. Me levanto, le sonrío y camino hasta la puerta deteniéndome y volteando al escucharla hablar de nuevo. —Tenemos que ir a clases —camina a sus maletas, saca una blusa y se la pone por encima sonriendo y haciendo movimientos "sensuales" con la ropa, causándome risa y ternura por lo que le lanzo un beso por su "baile". Salgo cerrando su puerta para dirigirme a mi cuarto. Me pongo lo primero que veo, no soy amante de la moda, pero tampoco me gusta ir sin estilo, me peino un poco, miro el reloj despreocupada y como aún tenemos tiempo salgo para ver si Casy ya está lista. Me quedo estática durante unos segundos al encontrarme a Casy limpiándose algunas lágrimas afuera de su cuarto. Estaba llorado, de nuevo. —Ven aquí —abro mis brazos hacia ella, me abraza durante un par de minutos, al separarnos se limpia bien las lágrimas. —Se te corrió el maquillaje, payaso —sonríe levemente. —Let's go baby— me guiña un ojo y camina jalándome de la mano. Habíamos coincidido en todas las horas de hoy según miramos el horario, nuestro destino ahora era biología. Casy estaba muy segura de saber dónde quedaba, así que la seguí y al final terminamos perdiéndonos, tras preguntarle a medio Instituto, llegamos, casi me tire al suelo de felicidad, luego casi llore porque gracias a Casy llegamos a la cuarta hora el primer día de clases. «Impresionando desde el principio...» Lo que menos quería era llamar la atención y si yo tocaba la puerta era inevitable, las miradas caerían sobre mí. —Casy... —susurro mirándola con la cara más tierna que tengo para que toque la puerta, cosa que solo la hace reír como foca. Igual me mirarán, pero al menos no seré a la primera que miren. —Está bien... Solo no vuelvas a poner cara de violadora —me pide entrecortadamente acabando de reír. Toca la puerta, nos quedamos esperando varios minutos a que se abra dejando ver a un profesor de más o menos ¿27? No lo sé, luce joven. Nos observa unos segundos y luego sonríe haciendo un ademán para que pasemos, nos quedamos paradas frente a toda la clase. Me sudan las manos, creo que estoy nerviosa. —Clase, ellas son... —nos mira aun con su sonrisa cegadora. —Me llamo Andrea —digo rápido. —Yo soy Casy —se presenta después de mí, con un tono tan sereno, que hace que parezca que yo simplemente dije una palabra. —Okey chicas, tomen asiento al final por favor, si quieren asientos más adelante tendrán que llegar temprano —camina hacia la pizarra y retoma la clase. Se escuchan varias risas de fondo. Vamos hacia el final ignorando las miradas para sentarnos en unos asientos de la esquina, en minutos la clase termina y salimos apresuradas. —Casi olvido mi nombre —bromea Casy riendo afuera de la clase. —Yo igual —río con ella. —¡Hola! —saluda una chica acercándose. —Hola —respondo mirándola y parándome junto a Casy. —Me llamo Josi —se presenta la chica sonriendo. —Yo soy Casy —la mira con una pequeña sonrisa. —Yo soy... —comienzo a presentarme, pero la chica me interrumpe. —Andrea, Andrea Forbs —la chica me señala con una gran sonrisa. ¿La conozco? No lo recuerdo y tampoco dije mi apellido en el salón. —Si... —respondo sorprendida, nos quedamos en silencio durante un momento —. ¿Puedo preguntar cómo sabes mi nombre? —acabo con el silencio. Lo que es claro, es que jamás he visto a esta chica, a menos que... ¿Estuvo en mi antiguo instituto? No, elegí este porque nadie se cambió a este. —Oh... Sí, lo lamento si te asusté, conozco a tu hermano, Neithan, siempre habla de ti y nos ha mostrado fotos —me asegura aun sonriendo. ¡¿Neithan está aquí?!, ¿Desde cuándo?, ¿Por qué no me ha buscado? —¿Dónde está?, ¿Qué hace aquí? —quiero saber emocionada y una sonrisa se abre paso en mi rostro. —¿Aún no lo sabes? —pregunta asombrada—, es el líder de una banda de chicos, chicos muy ardientes... —divaga—, si quieres te llevo al lugar en donde pasan una gran parte de su tiempo. —Llévame —concuerdo de inmediato «Solo quiero verlo». —Bien, pero antes debes saber que si te llevo las cientos de chicas que están enamoradas de él y sus amigos te van a hacer su objetivo —intuye incomoda—, yo pase cosas muy malas por ser su amiga. ¿Ser objetivo de chicas? No sería la primera vez. —Llévame con él —le ordeno ahora nerviosa, asiente levemente y nos guía a los dormitorios de los chicos. Por un momento pensé que íbamos a entrar, pero Josi nos llevó por un pequeño callejón a la parte de atrás de los dormitorios masculinos, en ese lugar había sillas de plástico y cerillos en el suelo, el humo en todas partes dificultaba la vista, olía a muerte pulmonar, jamás había fumado, no me parecía algo saludable y no lo es. Aunque el humo me dificultó la vista pude reconocer varias siluetas de chicos, pero no podía ver sus rostros con claridad. Josi me señala a alguien mientras se tapa la boca y la nariz con la mano, sin pensarlo corro a abrazar a mi hermano, cierro los ojos para disfrutarlo más, esta alto y aunque sea mi hermano debo decir que su cuerpo no está nada mal, huele bien... Un segundo... ¿Por qué no me abraza?, ¿No le emociona ver a su hermanita que abandonó? —A... ¿Andrea? —duda Neithan. Menos mal su voz no ha cambiado tanto, extrañaba su voz, parece tan lejana... Un segundo, ¿Lejana?, ¡¡Mierda!!
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