Cuando sonó la campana final, estaba feliz de haber terminado mi primer día de clases. Quería ir a casa y contarle todo a Victor. Aunque todavía faltaba un poco para que él se despertara. Al menos una hora y media. Después teníamos que hacerle un examen de sangre a Val y Harmony. Ni siquiera me di cuenta de que me había dejado llevar por el flujo de los demás estudiantes hasta casi llegar a las puertas principales, cuando una mano familiar me apartó hacia un lado del pasillo. Era Val. Tenía una expresión ligeramente divertida en su rostro. —Estabas en las nubes, Echo. Necesitas prestar atención o podrías ser arrastrada —Se rio. —Estaba pensando y perdí la noción de lo que estaba haciendo —Me sonrojé. —Vamos. Todos te están esperando junto a tu casillero. Pensé que me quedaría aquí,

