Me siento más feliz que la primera vez que la chica que me gustaba en la escuela acepto ser mi novia, y creo que se debe a que el amor que siento por Sienna es demasiado inmenso. Tengo ganas de gritarlo por todas partes, de demostrárselo de todas las maneras posibles y tal vez por eso me la he pasado todo el camino entrelazando nuestras manos, besando sus nudillos y mirándola a cada oportunidad que he tenido. No puedo dejar de apreciar lo bella que es ni dejar de pensar en que el amor que siente por mi debe de ser tan fuerte que por eso ha podido perdonarme y eso me hace sonreír como todo un idiota.
No tenia muchas ganas de regresar a la oficina, pero sé que es inevitable y, por ende, estaciono el auto a una distancia a una distancia prudente de la entrada de la empresa y la miro — ¿Cómo
