Ocho días después
He sentido que el reloj estaba en mi contra todo este tiempo, pero finalmente llego la hora de dar la estocada final. Sienna y yo apenas nos hemos visto en la empresa durante estos días y a decir verdad, solo fue porque nos cruzamos en los pasillos de la empresa cuando yo iba para algo relacionado a los negocios que estoy comenzando con su padre como parte de nuestro trato, pero claro, ella no sabe que todo está listo.
Esta suite de hotel está desolada, solo mi reflejo me acompaña mientras que me termino de acomoda el saco del esmoquin de Giorgio Armani color n***o que he escogido para este acontecimiento. Me veo y no me reconozco, pareciera ser que estoy a punto de ir a otro funeral, aunque la verdad no estoy muy lejos de eso, me estoy matando a mi mismo al casarme co
