Capítulo 18.
Diferencias.
Sofía.
—Por cierto, te queda muy bien esa lencería, lástima que no fue escogida para mí —me dice con decepción.
Es increíble que sepa que tengo ropa íntima; no la tuviera si por lo menos me hubiera dejado cambiar de ropa. Definitivamente, Daniel siempre hace lo que quiere, aunque no puedo negar que el lugar es hermoso. Este sería el lugar donde me quedaría a vivir para siempre. Daniel está un poco distante desde que estábamos en el avión; a cambio de sus actitudes, está más serio.
—Tu habitación está arriba, puerta blanca al lado de la mía —me dice sin mirarme.
No entiendo su cambio de actitud conmigo si él fue quien me trajo aquí, o es que me trajo para vengarse de lo que le dije la última vez que nos vimos. Siento que esto no saldrá bien para ninguno
