Capitulo 3. Cena.

1324 Words
Capitulo 3. Cena — ¿De qué hablas Daniel? — Dice Rodolfo enarcando una ceja —¿Ella es tu esposa?— pregunta Daniel haciéndolo sentir detener sus pasos. Lo que me hace detener en seco, haciéndome voltear a su dirección, lo que me pone un poco tensa, Rodolfo se queda pensado bien lo que va a decir, lo queda viendo con su mirada profunda y el ceño fruncido. — Ella es una muy buena amiga y mi mano derecha ¿Por qué te importa?— pregunta Rodolfo, lo que llama la atención de Daniel quién se acerca con la hermosa mujer tomada del brazo y me extiende su mano para que yo la tome en cortesía. —Mucho gusto soy Daniel Johnson— dice mirándome fijamente. —Es un placer, Daniel Johnson, soy Sofia Flore— Respondo sin más, soltando su agarre para sostener el brazo de Rodolfo quien me recibe muy gustoso. Daniel al ver el gesto toma de la mano a su pareja integrandola rápidamente a la conversación. — Ella es Isabel mi novia— mientras yo ignoro la presencia de la mujer, Rodolfo rápidamente extiende su mano para saludarla muy cortes. Ella me mira analizante mientras extiende su mano para corresponder al agarre de Rodolfo. — Un gustó conocerte Isabel—Saluda Rodolfo muy amable, haciendo los mismos gestos que Daniel al presentarse conmigo, ignorantes de las miradas intensas que comparto con Daniel. — Bueno disculpen nos tenemos que ir — Dice Rodolfo. — Ha Sido un placer, que pasen buenas noches.—digo moviendome junto a Rodolfo, quien sujeta mis caderas alejándonos rápidamente de la escena. * Después de ese encuentro, Rodolfo me guía hasta la mesa, que nos ha tocado está noche, casualmente cerca de la de Daniel con su pareja, lo que nos pone en evidencia, su mirada es intensa, y no puedo evitar su contacto visual por más que deseo, ya que mi cuerpo reacciona a su contacto visual de alguna manera extraña, haciéndome pasar saliva ante los recuerdos y gemidos zumbando en mi mente, es tanta la tensión que crea entre nosotros una simple mirada, que me obliga a levantarme para ir al baño. — Iré al baño, ya regreso.— Informo a Rodolfo quien besa mi mano en respuesta, dejándome ir. Al moverme por los pasillos, me siento un poco axfisiada, una tensión se acumula en mí, tratando de calmarme, me muevo intentando llegar al tocador, cuando siendo un agarre desprevenido por la espalda que me inmoviliza, intento forcejear, pero me presiona más contra su cuerpo, confirmando que es él. — Dime Sofía, ¿Qué sientes cuando estoy tan cerca de ti?— dice a mi oído, dejando cortos besos en mi cuello.— ¿Cuándo te toco?— dice pasando la yema de sus dedos de la mano derecha, por la abertura entre mis pechos hasta mi abdomen causando que mi piel se eriza por su contacto. No puedo evitar reaccionar apoyando mi cabeza de su pecho, él al notar que me relajó me empuja haciéndome entrar al baño cerrando con seguro la puerta de la entrada, y me aborda nuevamente tomándome en sus brazos, me sube sobre él tocador, introduciendo su mano por la abertura de mi vestido en mi pierna izquierda, abriéndose hasta mi feminidad, moviendo mi lencería aún lado empieza a tocarme mientras vuelve a besar mi cuello de manera pasionada. — He pedido desocupar el baño solo para tí. — ¿Tan seguro estabas de que vendría?—respondo agitada. — Muy seguro.—dice sacándome un intenso gemido ante su toque en mi feminidad, que me hace ceder a sus deseos. Estoy ansiosa por él, y me acerca intentando darle un beso, cuando de repente él retroce, con una sonrisa burlona que me confunde. — Acabamos de conocernos, ¿Eso no va a molestar a tu pareja? — Imbécil...—digo, moviéndose para irme, siendo detenida por él, quien me toma de la mandíbula. —Dime Sofía ¿qué haces aquí con ese hombre? ¿Por qué te fuiste sin despedirte de mí?¿No te gusto la noche que pasamos juntos? — No me gustó, ¿Contento? Sueltame y vete llamarás la atención de la gente cuando intenten entrar al sanitario —¿Me estás hablando en serio? Crees que no me doy cuenta como te tensas con solo mirarme, anda atrévete a mirarme a los ojos y decirme ¿qué lo que vivimos no fue nada para ti?— Rosa sus labios contra los míos, causando que mi cuerpo se caliente una vez más. Sin darme oportunidad de reaccionar, él me abre de piernas y se baja el pantalón, hundiéndose en mi, me toma en sus brazos y me lleva contra la pared, yo lo abrazó con mis piernas, lo beso ansiosa, agitada por cada embestida que me da, me folla tan duro que incluso tiemblo, no quiero que se detenga, me encanta, su olor, su perfume, sus besos, sus embestidas, todo me encanta de él, es una sensación indestructible que me lleva abrazarlo, apretando su nuca, lo beso apasionadamente, sin pensar en nada más. — No te detengas— Pido suplicante con deseos de más. — ¡Joder!— Jadeamos al mismo tiempo, no podemos parar, no deseo que paré, sentimos nuestro orgasmo aparece como un volcán en erupción, él me suelta de su agarré, corriendose fuera de mí. Ambos nos miramos, él me besa una vez más, sacando mi celular y se aleja. — ¿Qué haces?— Pregunto intentando tomar mi celular de vuelta, y este me lo arrebata marcandose a su número que suena en su bolsillo.—Esto no está bien. — Sofia...—dice Rodolfo llamando desde exterior. — ¡Demonios! no puede ser, no quiero que nos vea juntos. —¿Por qué no? ¿Acaso te interesa como hombre? — Eso no es asunto tuyo, piensa en una manera de salir de aquí. — No tengo prisa, ahora que estamos solos me puedes decir ¿Por qué te fuiste de la habitación sin despedirte de mí? — Creo que no es el momento Daniel. —No Sofia, creo que es el momento perfecto, ya que no saldrás de aquí hasta que me respondas la pregunta. — ¿Daniel que quieres saber? Esa noche fue un error, eso no debió pasar, y si no me despedí de ti fue porque no quería ser un juguete de tu colección, sé que eres un hombre de muchas mujeres, ¿De qué me hubiera servido quedarme? ¿Te hubieras casado conmigo? ¿Me hubieras tomado en serio después de entregarme a un desconocido? — Sofia, tú no me diste la oportunidad de internar nada y ahora simplemente me juzgas sin conocerme, que vas a saber tú qué haría o que no si apenas nos conocimos esa noche y de la nada desapareces de mi vida. — Ya eso no importa, tú tienes tu novia y yo no seré nunca la otra, que me dices de saber sin con solo verte con ella me deja claro que eres tal y como me lo imagino, ¿Crees que esto hará una diferencia? Es solo sexo nada más — Crees conocerme...— Me toma del cuello intimidante.— huyes de mi, Pero te entregaste una vez más a lo que desconoces entonces no estoy tan mal, tiendo a ser posesivo cuando quiero algo, y a tí te quiero solo para mí, fui el primero y quiero ser el último, tú serás mía Sofía, solo mía. — Lo siento Daniel, Pero yo no soy de nadie, no he visto el primero que a podido conquistarme, esto de ahora, es solo sexo, ser el primero no te hace especial. Daniela sonríe malditamete seductor, con maldad, llenandome de incomodidad por su cercanía. — Él primero y el último, ya lo sabes, tu Sofía, eres mía, esto no es un adiós, sino un hasta luego, no descansaré hasta conquistarte.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD