Catarsis (ER2)

capitulo 1

Corro por el pasillo, tengo que llegar a la sala principal antes de que sus manos puedan tocarme otra vez, estoy cerca, mis pequeños pies corren lo más rápido que pueden, pero los suyos llegan antes de que los míos puedan tocar la alfombra burdeos del salón.

- ¿Por qué huyes de mi pequeña Brie? ¡Ven acá mocosa!  -sus manos toman el cuello de mi vestido azul. Me lo ha regalado la cuidadora del orfanato, a los otros niños siempre los padres que quieren adoptarlos le regalan cosas, a mi nadie nunca me ha regalado nada, ya he perdido las esperanzas.

-por favor, suéltame, prometo no mirarte otra vez-  su risa entra por mis oídos, odio cuando ríe así, me asusta, porque sé que algo malo pasara- ellos se enteraran y te castigaran!

- ¿y quién se los dirá? ¿Tu!?- me acerca de golpe a el mirándome molesto, su olor me repugna, odio ese aroma a colonia barata que se ha puesto- tu abres la boca Brie y voy a seguirte por todos lados hasta que tengas pesadillas conmigo.

¿Él no sabía que yo ya las tenía?, me mira con maldad en los ojos, ¿cómo puede alguien tener tanto odio en su corazón? Mis padres me han dejado aquí, y aun así no les odio, jamás podría hacerlo, el odio puede matar un buen corazón, el suyo parece estar muerto.

Me arrastra por el pasillo hasta su habitación y se perfectamente lo que va a ocurrir, no quiero, no quiero que me encierre, ¿por qué se siente con el derecho de castigarme? él no es nada, ninguna autoridad en mi vida, y aunque lo fuera, ¿por qué me castiga? ¿por qué tiene que lastimarme?

Abre la puerta y veo frente a mi ese horrible armario, las manillas doradas, con dos leones que parecen mirarme con lastima, no puedo dormir en las noches pensando en ellas, sus manos las toman y abre las puertas.  De un solo empujón me tira dentro y creo que he lastimado mis rodillas con algo.

-Vas a quedarte ahí hasta que aprendas a mantener la boca cerrada soplona! - comienzo a castañear los dientes, y mis manos a sudar frio, tengo que salir de aquí o voy a ahogarme.

-Por favor, sácame de acá, por favor - las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas, no lo entiendo, ¿le gustan mis lágrimas? él ha dicho que sí, no lo entiendo ¿por qué le gustan? ¿por qué me encierra aquí?

-Cierra la boca que quiero dormir! ¡Y deja de castañear los dientes Brie!  o juro que mañana en el almuerzo cambio tu comida por insectos! - cubro mi boca intentando detener mis temblores pero no puedo, siento que me falta el aire, quiero salir, quiero ver luz, no me gusta la oscuridad.

-Por favor! Por favor- digo sin parar

Por favor. por favor

-Aubrey! ¡eh! Aubrey! - manos tocan mis hombros e intentan moverme, me aparto rápido sin darme cuenta que mis mejillas están empapadas en lágrimas- eh...tranquila…shh...ven acá- Gunther me mira preocupado, sus manos están cerca de mí, pero no me toca, ¿por qué han vuelto? Había dejado de tenerlas.

Me acerco a el sentándome en su regazo, rodeo su cuerpo con tantas fuerzas que creo lastimarlo, sus brazos rodean mi cintura y apoya su mentón en mi cabeza besando mi frente a ratos.

-Estas temblando Aubrey- toma las mantas y nos cubre a los dos recostándose conmigo en la cama, toma mi cuerpo y me acerca a él, escondo mi rostro en su pecho y trato de calmarme, es solo una pesadilla nada más, no ocurrirá otra vez- ¿qué tienes preciosa?

- ¿Puedes encender la luz? - se aparta un poco de mi para extender el brazo y encender la lamparita de mesa. Miro en cuarto asegurándome de que no sigo dormida, me aterra la idea de no despertar jamás de esas pesadillas.

-Aubrey... ¿qué pasa? - Gunther parece aun algo adormilado, su cabello revuelto, sus tatuajes, es el. Estoy en casa de Aaron aun, todo está bien.

-No es nada. solo una. Pesadilla, yo. Lo siento, no quería despertarte - una pequeña sonrisa aparece en su rostro, y menea la cabeza dando un corto beso a mis labios.

- ¿pero ¿qué dices?  no te disculpes. - sus brazos rodean mi cuerpo una vez más- ¿quieres contarme que has soñado?

La verdad es que no deseo hacerlo, no quiero despertar demonios que creí estaban enterrados hace mucho tiempo-no. descuida solo fue una pesadilla, no es nada importante.

- ¿Segura? parecías bastante...abrumada- me mira sabiendo que no le estoy siendo honesta, pero aun así no insiste más- está bien... cuando desees hablarme de eso, lo harás.

Asentí y recosté mi cabeza en su pecho, sus manos acariciaron lentamente mi espalda, hasta que cerré mis ojos y volví a dormir, recuerdo que cuando pequeña me daba miedo dormir, sentía que, en cualquier momento, el entraría por esa puerta y me lastimaría otra vez, me hubiera gustado creer que solo era una pesadilla.

***

¡Un par de aplausos me despiertan abruptamente - arriba conejitos! - Kaspar entra a la habitación en bóxer con un par de cosas en las manos- vamos vamos! 

- ¿no tienes decencia? Aubrey esta aquí - Gunther le lanza una almohada a su hermano mientras yo intento no reír.

-Te recuerdo que por reglas me correspondía follarla, asique agradece que solo veras esto, podría haber visto cosas mejores que las tuyas - ¿porque Kaspar era tan...directo?

-Cierra la boca! - Gunther se levanta para alcanzar a su hermano, suspiro sentándome en la cama, debo hablar con Aaron hoy, sigue molesto porque le he mentido y más por lo que son ellos. ¿cómo puedo explicarle que las cosas...son más complejas que eso? Gunther me ha prometido trabajar en su temperamento, luego de la discusión que tuvimos ayer, me doy cuenta de que esto será más difícil de lo que pensé. Los recuerdos de la discusión aun están en mi memoria.

-Gunther te estoy hablando! - él ni siquiera voltea a verme, esta cobrado por Aaron y sencillamente no entiendo su ataque de ira allá abajo.

- ¿Qué quieres Aubrey?! Ya te escuché, ahora déjame solo por favor- a este ritmo no solucionaríamos nada.

-no, vamos a hablar, no puede ser que cada vez que algo no te parezca reacciones de esta forma, Aaron intenta ayudarnos, y tu llega y sacas esa actitud del demonio, ¿por qué hiciste eso? - el me mira, pero no dice nada, pasa la mano por su cabello, dejando que algunos mechones caigan por su rostro, sé que es difícil para el controlar su temperamento, pero no puede solucionar de esta forma sus problemas.

- Él quiere lo que es mio -lo miro sorprendido ante su respuesta, tiene que estar bromeando.

- ¿Que? Gunther, Aaron es mi amigo, ¿de dónde has sacado eso? ¿En qué momento te dio a entender tal cosa? Estas buscando excusas, siempre lo haces - su comentario me ha molestado, ¿Aaron tras mio? Definitivamente no lo conoce.

-Soy hombre Aubrey, he visto cómo te mira, y no es la primera vez que me desafía de esa manera cuando está contigo - ah vale, esto va de desafíos.

-Disculpa, no sabía que esto era una competencia de quien se queda con Aubrey- se acerca a mí para tocarme pero me alejo antes de que lo haga, se bien como ama solucionar los problemas- no soy una propiedad Gunther, si estoy contigo es porque es mi decisión y así lo he querido yo, pero no soy una posesión, no soy una cosa para que digas que soy tuya, no sé cómo funcionaba tu relación antes, pero al menos lo que yo espero de ti, es respeto y confianza y ahora no me estás dando ninguna de las dos.

-Tienes que entenderme Aubrey, no sé cómo... no sé cómo asegurarme de que te quedaras conmigo, yo no puedo... ya te has acostado con un tipo al cual odiaba y me mentiste ¿cómo esperas que no crea que esto ocurrirá otra vez? - lo miro ofendida, si está bien, me he equivocado, pero parece que el aun no entiende que opciones no tenía muchas y que, si no fuera por eso, su información sobre el no sería ninguna.

-si vamos a seguir viviendo en el pasado, no entiendo porque quieres un presente conmigo, te explique mil veces como fueron las cosas ¿asegurarte de que me quede contigo? ¿No es suficiente para ti esto? podría haberme ido sin ti Gunther! Pero sin embargo sacrifico la vida de mi mejor amigo y la mía por mantenerte a mi lado, acepto que sigas hablando con Alana porque por alguna razón ella es importante para ti, ¿qué más quieres Gunther? -

- ¡Lo se Aubrey, yo lo sé!  - suspira pasando las manos por su rostro- es que no lo puedo controlar, la idea de que alguien más pueda tenerte me enferma no sabes cuánto, sé que no te gusta que sea posesivo contigo pero es que no puedo evitarlo - me mira un momento pesando las siguientes palabras - me aterra pensar que algún día puedas irte, porque te diste cuenta que no soy lo que buscas.

-No voy a irme a ningún lado Gunther, confía un poco más en esto, sé que hay cosas en ti que no entiendo aun, pero si no me dices que pasa no puedo ayudarte, no quiero que cambies porque yo te lo pido, si quieres hacerlo hazlo porque quieres ser mejor, porque me amas, no quiero que te transformes en alguien completamente nuevo por mí - me mira preocupado, sus brazos se envuelven alrededor de mi cintura.

-Eres tan diferente a lo que conozco que no sé cómo ser contigo, no te rindas conmigo- acaricie su nuca mientras escondía su rostro en mi cuello- intentare controlarme, lo prometo.

- le debes una disculpa a Aaron - se aparta mirándome con el ceño fruncido-

- ¿no estarás pidiendo demasiado? No abuses - arqueo una ceja ¿es lo mínimo no? Marina y yo, logramos convencerle de que no llamara a la policía- vale, lo que digas.

-Aubrey! - un cojín golpea mi cabeza- conejita reacciona! ¿la has dejado aturdida tanto entrenamiento ves? -

- ¿y ahora porque me dices conejita eh? -

- ¿por qué? follan como conejos, relajen la pelvis - mis mejillas se encendieron, Gunther estaba riendo, le lance el cojín, se encogió de hombros mirándome con inocencia.

-Fuera! ¡que me quiero vestir! - Kaspar levanta las manos con cara de inocente, este chico necesitaba un filtro.

En cuanto salen de la habitación busco mi ropa para comenzar a vestirme, debo encontrar a Aaron, que le debo una disculpa, está siendo muy considerado conmigo. No tengo más camisetas limpias, asique una de Gunther estará bien por ahora. le hago un nudo en el costado, y me coloco los vaqueros. Tengo que encontrar un cargador para mi teléfono, ha muerto desde hace un día, me siento cansada, estos días han sido horribles y apenas puedo pensar en que ocurrirá ahora que Stein está desaparecido y mi padre sigue buscándome, a veces creo que debería terminar con esto e irme, pero me asusta pensar en lo que podría hacer ese hombre.