SU PRIMERA VEZ

1461 Words
✯CRISTHIAN✯ Estoy enfadado, vesánico, no tengo palabras para decir cómo me siento, estas mujeres han vivido de mí, viéndome la cara de imbécil, Katrina se fue con otro hombre, cuando me decía que solamente conmigo estaba durmiendo. Ahora su amiga menciona que ella no ha estado con nadie, cree que me voy a tragar ese cuento, no volveré a caer en sus juegos. La encontré en su casa desmayada, estuvo internada, no comprendo cómo esta mujer puede estar con otros hombres y no cuidar de ella misma, alguien que no se ama a sí mismo no puede amar a otros, estas mujeres son sin corazón, no tengo que tener piedad de ellas. —Si me da la oportunidad, le pagaré hasta el último centavo. —Un hombre más en tu vida, no miro el problema. —Es que usted no piensa en mí. —no estoy para sus juegos mentales. La solté, ella se sienta de inmediato, supone que esto ya ha terminado, apenas estoy empezando. Me quito la camisa, ella de inmediato se puso en alerta, sus engaños no tienen efecto en mí, cuando observa que me estoy quitando el pantalón, se asusta, los nervios se le disparan, sus golpes no me hacen ni cosquillas. —¿Qué vas a hacerme? —Tú que supones que hace un hombre y una mujer desnudos. —Le pagaré con dinero, no con mi cuerpo, no me haga eso. No la dejes escapar, la agarré antes de que empezara a correr, esa era la intención que ella tenía, pero la agarré a tiempo, la tire de vuelta a la cama. Ella me pega dos patadas certeras, aun así, no le suelto, empezamos una batalla en la cama, no he usado toda mi fuerza, no me queda de otra. Le tomo las dos manos a ella, y con la otra la desnudo rompiéndole el vestido estropeado que anda. — Jugaremos un poco, quieres ser el ratón, por mí no hay problema. —Déjeme ir, ¿Qué pretende? —Quien te escucha, te haces sonar a una puritana. No la deje hablar, la bese con brusquedad no me queda de otra, ella me la pone difícil, si es su nuevo fetiche de que un hombre la agarre a la fuerza, le complaceré. La terminé dejando en ropa interior, veo que es la que le compre, ella está como la receto el médico, sonrió al verla indefensa, hasta podría decir que sus lágrimas son genuinas. No, no caeré en su juego. —Suélteme, se lo ruego, no es lo que usted piensa. Ya no puedo retroceder el beso sin tregua, le quito el brasier dejando sus pechos listos para complacerme, suelto sus manos para atender sus pechos, ella se retuerce en la cama, me quiere alejar con sus manos, se lo impido chupando sus pechos, eso hace que sus fuerzas disminuyan. Llevo mano a su centro, está bien húmeda, lista para recibirme, mi amigo está ansioso en entrar en cueva nueva. Saco el condón, no sé si tiene alguna enfermedad venérea, haré que la examinen después, tampoco quiero sorpresas con un embarazo no deseado, estas mujeres son astutas, engatusan a los hombres para su propio beneficio cuando salen embarazadas. Le quito la tanga, ella grita desesperada, sonrió al ver que está expuesta para mí. —Me has excitado al extremo con tu juego de inocencia. Estoy en por entrar a su intimidad, ella se queda quieta, suplicándome con su mirada, esta mujer es toda una actriz, no me dejaré engañar, sonrió a modo que me mire antes de poseerla. Siguiéndole el juego entro de a poco, me detengo cuando siento la calidez de su interior y lo apretada que está, la miro a los ojos, ella los cierra fuerte, me doy cuenta de que esta mujer es virgen al llegar al himen. Estoy a medio camino, no sé si regresarme o continuar, mi erección es insoportable al darse cuenta de la joya que tengo debajo de mi cuerpo, ella está inmóvil, solloza, ha llevado sus manos a su rostro, cubriéndolo, no puedo detenerme, me muevo lentamente, he sobrepasado el tope, ella grita al sentirme. — Mírame, soporta un poco más, ¡en realidad soy tu primer hombre! —Me duele mucho, sal de mí, por favor. —Bésame y te prometo que el dolor pasará. —ella se guinda de mi cuello y torpemente me empieza a besar, no sé por qué le dije que me besara; sin embargo, aprovecho embestirla, ella mordió fuertemente mi labio inferior, haciéndolo sangrar. Lamí mi labio, arde el condenado, pero la adrenalina se apoderó de mí, que cuando pase la barrera la penetre hasta el fondo, ella grita fuerte y al mismo tiempo, gimiendo, me sentí en el cielo, su interior estrangulaba mi erección, es exquisita esta sensación. Ella gimotea, eso significa que no le está doliendo como antes, me muevo más rápido, ella se retuerce bajo mi cuerpo, le beso el cuello, chupándole, a modo de dejar mi marca en su cuerpo. Ahora ella me pertenece. Después de varias embestidas y saber que le provoque al menos dos orgasmos, termine dentro del condón, me quede un rato dentro de su interior, estamos cansados, nuestra respiración es agitada, ella no me mentía, ahora que haré. Salí de ella y me tiré aún lado, ella tomó la posición fetal y se cubrió con la sabana. —Ahora te has cobrado con mi cuerpo, ahora déjeme en paz. —Desde ahora eres mi mujer, yo cuidare de ti. —ella se descubrió la cabeza y me miro con ojos de admiración. —¿Qué quieres decir con eso? —la atraigo hacia mí a modo de recostar su cabeza en mi brazo. —Desde hoy estas bajo mi cuidado, te daré lo que quieras, cada deseo te lo haré realidad, lo único que pido de ti es fidelidad. —No soy una ramera que va a sacar provecho de esto. Sé trabajar, no soy una inválida. —No te enojes, ahora sé que no eres ese tipo mujer. Cambie mi perspectiva de ti. —Yo quiero que me dejes en paz, buscaré empleo para pagarle lo que has gastado en mi tratamiento. — ¡¡Es que eres sorda mujer!! —Buscaré empleo, y le pagaré todo. —ella se levanta arrastrando la sabana hasta llegar al baño, azotando la puerta, mire la cama y la señal de su pureza estampada en la sabana, sonrió de mi suerte, esta mujer no se irá de mi lado tan fácilmente. Boté el condón, me visto aprisa, para largarme y darle su espacio, quiero que esté tranquila después de que salga del baño, llamo al chofer para que me recoja. Por hoy hemos terminado, estoy satisfecho, no puedo creer la suerte que tengo, a ella la someteré hasta que se rinda a mí. —Señor, ¿a dónde lo llevo? —A casa, quiero ducharme y descansar, he tenido una velada muy exquisita. —A la orden. Cuando recuerdo lo que acaba de pasarme, fue increíble, ella reamente no había estado con otros hombres, como su amiga, aún no entiendo muchas cosas, lo que sí sé que ella es mía, estará conmigo, quiera o no quiera, llame a mi amigo el rector de la universidad. Voy a pagar todos sus estudios, pero que él le haga pensar que está becada, sé que si sabe que fui yo no aceptara, con lo obstinada que es. Llegue a casa, vivo muy lejos de ella, eso me incomoda un poco, tendré que ponerle a alguien que la cuide, ella vive sola, es vulnerable para cualquier depravado s****l, eso no es bueno para mí, la mujer es bonita y atractiva, aunque mal arreglada. Lo que no me gusta es que quiere trabajar, no tengo más opción que contratarla en mi empresa sin que sepa que seré su jefe, nunca me había topado con una mujer como ella. Te someteré hasta que gimas mi nombre y me desees con todas tus fuerzas, que no tengas ojos para nadie más que para mí, no permitiré que nadie me la arrebate. Ella terminará haciendo mi voluntad, su rebeldía se acabará un día de estos, sabrás lo que es un verdadero hombre, ya no estarás sola, quiero que te apoyes en mí y dependas de mí, no dejaré que huyas de mi lado. Trato de no dejar rastro, sino que ella crea que la suerte le está cambiando, le dije al rector que fuera él quien le diera la noticia, así ella no sabrá que soy yo quien le está cambiando la mala racha. Esta mujer es sorprendente, no sé cómo ha resistido vivir de una forma tan deplorable. Voy a investigarla, quiero saber hasta el último detalle de su vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD