Nicol está adaptándose a la nueva casa, también a que la llamen señora, él le ha pedido que la atiendan y la complazcan en todo lo que ella desea, la noche anterior pensó que él la obligaría a tener sexo, para su sorpresa no llegó a dormir al dormitorio, se molestó un poco. Es más, le extraño que durante el día no se le haya cruzado en su camino, no es que le haga falta, sino que suponía que al estar con él la sometería a diario a su antojo, al parecer estaba equivocada, medito mucho en la nueva actitud de él.
—Señora, es hora de su vitamina, recuerde que debe ser tomada a la hora indicada.
—Gracias, por recordármelo. —hay una persona especialmente para darle sus suplementos, después de beberlos, le pregunta al ama de llaves si puede ir a caminar hasta la fuente. Ella le responde que tie
