Cristhian está por retirarse, cuando el padre de ella llega, al verlo de pie en su sala, su mirada se desvía hacia su esposa, quien nerviosa se levanta y se le acerca. Lo abraza y le susurra que ese hombre es el novio de su hija.
—Buenos días, disculpe haberlo hecho esperar, mi esposa me dice que usted me buscaba.
—Buenos días, vine por Nicol, de paso los visité a ustedes.
—¿Ella está con usted?
—No, se fue hacer unas diligencias. Quise conocer a mi suegro.
—Entiendo, cuando la vea, dígale que me llame, ¿no sé si ella regresará al apartamento?
—No, ella no regresará allí. Puede disponer del inmueble si lo desea.
—¿Sabe si ella se llevó sus cosas?
—No, no se llevó nada, no las necesita, si desea puede donar las cosas que ella dejó, no hay problema con eso. ¿Logro vender la casa?
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