Nicol miró a su padre en el aeropuerto, corre a sus brazos, lo extrañaba mucho, aunque era mayor de edad, estar lejos de ellos no le ha ido nada bien. Se sintió tan conmovida al verlo, porque sea como sea, ella lo ama. —Bienvenida hija, estás hermosa. —¡Papá, que bueno estar contigo, tú estás igualito, los años pasan encima de ti sin hacerte ver viejo! —¡Qué cosas dices, vámonos!, mi esposa y mis hijos te quieren conocer, desde que les dije que venías se pusieron contentos. —¿Les hablaste de mí? Eso me tranquiliza. —Desde luego, ellos saben de tu existencia, mis hijos quieren conocer a su hermana mayor. Su padre le ayudo con una de las maletas, Nicol está nerviosa, espera que la esposa de su padre la acepte. De su madre no sabe nada, lo último que supo que se casó con un hombre adine

