Faby Jones
Tomo la mano con cordialidad de Uriel, tengo que ser amable y dulce. Después de bajar me doy cuenta de que él se ve cansado, y realmente no sé lo que le pasa a mi estúpida cabeza. Lo pienso y mi boca lo dice.
—Te ves muy cansado, ¿ocurre algo?
—Está haciendo mucho frío, entremos y adentro podemos hablar.
Solo asiento con la cabeza y entramos a su mansión, esto es un palacio, no voy a negar que es hermoso. No quiero que Uriel note lo sorprendida que estoy en este momento.
—¿Te gusta, Faby?
—Sí, está bien, gracias.
—Siéntate podremos hablar —me dice señalando el gran sofá de terciopelo que está en el centro de la sala.
Parece que él es muy amable en este momento, aun así, lo único que quiero es cumplir mis sueños
, y que me diga más cosas acerca de mis padres.
—Con
