Uriel Rume
Ella se encierra en su habitación, en este momento tengo una erección, al acercarme a ella pude sentir su olor. Ella huele realmente bien. No puede sentir eso por esa mujer joven y sin experiencia, tengo una duda existencial, ¿Ella será virgen? Aunque las que se ven más tranquilas son las peores.
Tengo que resolver esa duda.
Salgo otra vez de mi habitación y toco la puerta de ella, nunca me quedo con la duda. Siempre consigo lo que quiero.
Ella me abre y está muy molesta.
—¿Qué quieres, pervertido?
—Tu carácter es el mismo de tu madre, ¿de verdad, así era mi madre?
—Sí, ¿quieres saber más? Te diré muchas cosas sobre ellos.
—¿Puedo pasar?
Puedo ver el brillo en sus ojos, y lo más increíble de todo, me dejo pasar a su habitación, en tan solo unos segundos puedo verla en
