Estaba tan alta la seducción solo haciendo ejercicios, entre Marisela y el chico que la acompañaba, ella miraba a donde estaba su prima y ella le hacía señas de que todo lo estaba haciendo muy bien, señalándole con un pulgar hacia arriba, Marisela se emociona tras ver eso, al recibir porras de que todo lo estaba haciendo a la perfección, pero todo le iba a durar poco, ya que en ese momento por detrás se aparece su novio de mentiras, cuando ve la agarra de la cintura Raúl, y por detrás de ella, le confiesa algo muy divertido:
— No sabía que tenías un buen trasero. — se queda muda y como un tempano de hielo. Suelta la pesa y casi le cae en un pie, casi se lo parte.
— ¡Ay dios mío! Perdona. Me asustaste. Ahora te veo en todos lados. Pareciera que me siguieras.
— Si eso me cae en mi
