Hailey. La historia que me había contado Andrew era trágica y apenas y podía creerlo. Pensar que todo eso les ocurrió a los chicos en una sola noche es algo loco, pero pasó. Andrew permanecía con la mirada en el suelo recordando aquello mientras un par de lágrimas resbalaban por sus blancas mejillas. Me acerqué a él y alzó la mirada casi pidiéndome ayuda. Lo abracé fuertemente y él hizo lo mismo mientras recargaba ligeramente su barbilla en mi cabeza. —Jordan está bien ahora. Eso quedó en el pasado —le dije. Tocaron a la puerta de su habitación y él rápidamente me soltó para secar sus lágrimas y dirigirse a abrir la puerta. Richard estaba ahí, avisando que la cena estaba lista. Mi celular sonó avisando que tenía un nuevo mensaje y le dije a Andrew que se adelantara, que iría detrás de

