Un mal matrimonio

1987 Words
Una familia feliz, padres amorosos, hijas especiales, todo era realmente perfecto, el país conocía nuestro apellido, los Valencia resonaba con fuerza. Mi padre un empresario del mundo de la literatura, mi madre una escritora de libros de terror, muchos de ellos llegaron a la pantalla grande haciendo que fueran taquilleras. Las letras estaban tatuadas en mi alma, amaba escribir desde que era una niña, toda una familia de letras diría, excepto por Milena, ella jamás se quiso interesar. Yo cursaba mi último año en al universidad, Literatura, quería seguir la línea, mi hermana estudiaba Administración, según decía ella sería la heredera del negocio familiar, sabía que era cierto pues es mayor por dos años. Mientras que me encerraba en el mundo de los libros, simultáneamente iba evitando a las personas, al punto que me volví invisible, pero fui vista por una persona, el capital del equipo de Futbol, Gael Santamaría. Un chico bello, cuerpo atlético, ojos azules, rubio de sonrisa encantadora, todas en la universidad suspirábamos por el, y al a parecer él por mi, se acercó a mi vida justo cuando lo necesitaba, el día que mis padres fallecieron, una mano fue extendía, yo la recibí con gusto, fue donde inició mi vida de desgracia. La casa Valencia se convirtió rápidamente en Santamaría, al casarme con Gael él se trasladó a nuestro hogar, su madre Susana y abuela Berenice vinieron también, Milena se quedó, era un lugar grande donde todos podían estar. Nuestro noviazgo duró solo un par de meses, yo tenía 20 años cuando decidimos casarnos, diré que estaba feliz por el hombre a mi lado, siempre atento y detallista, pero eso era la imagen de novios, al casarnos todo cambió. El día de la boda Gael no estuvo pendiente de mí, lo veía con amigos compartiendo y su familia, pensé que era normal, mi preocupación estaba en la noche, ese día perdería mi virginidad, estaba muy lejos de la realidad. Gael no llegó a dormir, en si no estuvo en casa por una semana, según mencionó un viaje de negocios, lo entendí pues al volver traía ideas para la librería de mi familia. Él y su madre se hicieron cargo, yo pensé que era lo correcto, no entendía del negocio, Milena se volvió su mano derecha, ella siempre dijo que sería la encargada y de cierta manera lo estaba haciendo. El tiempo fue pasando, Gael venía esporádicamente a casa, siempre estaba ocupado en sus negocios, el matrimonio quedó a un lado, cuando intentaba tocar el tema él me levantaba la mano, me decía que todo lo hacía por nosotros, sus extensas horas de trabajo era por nuestra familia, entonces dejé de insistir. Desde la universidad había comenzado a escribir, libros sobre amor adolescente, le entregué el manuscrito a Gael, fue publicado convirtiéndose en el número uno de ventas, mi esposo estaba emocionado así que me pidió escribir más, en un periodo de dos años saqué al público 5 libros, todos igual, hablaban de amores juveniles, al parecer eso era lo que hoy el público quería. El dinero llegaba por montones pero se iba llevando mi felicidad, fui encerrada en mi propia casa, mi suegra se volvió en mi sombra, si debía salir ella me acompañaba, jamás estaría sola. Veía a mi hermana siempre en las revistas de farándula, ella del brazo de Gael, cientos de reportajes de las mentes maestras de Libreria Santamaría, todos unos Cracks de los negocios, se hablaban de la pareja más hermosa del país, pero el era mi esposo, al menos así yo lo creía. -Mírate, siempre tan horrible, mi Gael no merece una mujer tan fea como eres tú.- Quien habla es Susana, ella es mi suegra pero jamás me ha permitido llamarle así, debo decirle señora Santamaría, es quien dirige mi casa y mi vida, no puedo tomar decisiones pues ella se molesta.- -¿Su hijo ya llegó?- pregunté sin ganas hoy de discutir.- -Aún no, para que quieres que venga ¿a verte? Nadie quiere hacerlo niña.- -¿Por qué me odia tanto?- pregunté observando por la ventana, hace dos años qué es lo único que veo, un jardín espacioso rodeado por bellas rosas.- -Mi hijo ha perdido dos años de su vida contigo, siempre he dicho que él merece una mujer hermosa, llena de clase, una con padres vivos no como una huérfana como tú.- -Yo no lo obligue, él pidió mi mano.- -Por lástima, pero qué bueno que él ya abrió los ojos, por fin vio la clase de mujer que eres.- -¿Y qué soy?- -Una insolente, zorra y malcriada.- Sonreí de manera nostálgica, sé que no soy nada de lo que se me acusa, pero han sido dos años de escuchar sus palabras que por poco me las creo, iba a responder pero Gael llegó. -¿Qué pasa aquí?- -¡Hijo! Gracias al cielo que llegaste, la zorra de tu mujer me estaba ofendiendo, dijo que soy una mantenida arrimada.- -¿Qué? Yo no… antes de poder defenderme Gael me abofeteó, solo vi como salía sangre de mi boca, había recibido tantos golpes de el que ya no sentía dolor.- -Malagradecida, mi madre te ha cuidado estos años, no sabes cuánto me fastidias.- -Gael yo.- -¡Nada! Mejor vístete que debemos ir a ver al abogado.- -¿Abogado?-pregunte -Solo haz lo que te digo.- mencionó enojado, pase al baño, tome una ducha y después salí a escoger un vestido, solo tenía los que Susana compraba, hasta eso no se me permitía, tome uno color rosa largo, me lo puse con rapidez, maquille suavemente mi rostro. Gael me veía de arriba abajo, su cara de desaprobación era evidente pero no podía hacer nada, era la única ropa que tenía. Llegamos al bufete de abogados, había escuchado de ellos una vez, un hombre llamado Marcos salió a recibirnos, mencionó que se haría la lectura de la herencia de mis padres. Yo no entendía nada, Gael estaba hablando con Milena mientras que los ojos de abogado estaban en mi, yo simplemente bajé la cabeza, no quería verlo, me avergonzaba como iba vestida. Los señores Valencia quisieron esperar que su hija Laura Valencia tuviera dos años matrimonio para ser leída su voluntad, en ella expresa que deja 30 millones de dólares para que inicie una vida y negocio nuevo, a su hija Milena deja la casa en Miami y el yate, todo avaluado en 3 millones de dólares, saben que será suficiente. -¿Por qué solo eso? Laura recibirá treinta.- -Señorita, el testamento dice que para acceder a los 27 restante que le pertenece debe estar casada.- El abogado seguiría hablando pero hizo una pausa, yo no entendía nada, Gael no se dio cuanta pues ya hacía fiesta con el dinero, fue entonces que el abogado pasó un documento donde debía firmarlo aceptando la herencia, cuando me disponía hacerlo Gael se adelantó. -Cariño lo mejor es que ese dinero pase a mí cuenta bancaria, tú no sabes manejar nada en la casa así que yo lo cuidaré.- -Está bien Gael.- mencioné, sabía que estaba mintiendo pero no tenía otra opción, si no lo hacía por las buenas tendría que hacerlo con sangre.- Gael me dio un beso en la frente, aparentaba ser un esposo dedicado, el abogado seguía atento a todo lo que sucedía, al final cuando ya nos estábamos yendo él habló. -Señora Santamaría, disculpe pero faltó una firma.- mencionó, yo me devolví, Gael revisaba algunos correos mientras me veía de reojo.- -¿Qué debo firmar?-pregunte -Aquí por favor.- mencionó pasándome una hoja, no vi que debía hacer hasta que me entregó una tarjeta con su nombre y teléfono. -Llámeme si necesita algo, sé que no está bien.- -Yo.- -Guárdela.- mencionó y yo la tomé en mi mano, con rapidez la metí dentro de mis senos, sé que ahí no me revisarán.- -¿Qué pasa amor?- mencionó Gael.- -Ya quedó todo firmado, en dos días se hará el traslado de dinero a su cuenta señor Santamaría.- -Vamos Laura.- Gael me tomó de la mano y me llevó al auto, tan pronto ingrese comenzó sus reclamos, él y su madre me llamaban zorra, aseguro que yo estaba coqueteando con el abogado. La tortura continuó un par de días más, llegué a pensar en quitarme la vida, era lo mejor en estos casos, no quería seguir sufriendo los malos tratos de todos, incluidos los de mi hermana, quien se suponía que sería mi apoyo pero no fue así, ella solo me decía que debía aguantar todo lo que Gael hacía, era por mi bien, en un punto le creí hasta que una noche decidí ir a tomar agua a media noche, sin querer escuché ruidos en la habitación de Milena, al acercarme descubrí una verdad que para mí estaba oculta, ella y Gael eran amantes , era en esa cama donde compartía sus noches. Por todos lados estaba siendo engañada, era momento de poner un alto, lo mejor era irme de ese lugar, ¿pero como?. Una persona inesperada se convirtió en mi mejor aliada, la señora Berenice, abuela de Gael. -Cariño lo mejor es que busques ayuda, tienes que huir de esta casa.- -¿Pero cómo?- -Yo puedo ayudarte a salir, pero tú busca quien te ayude.- -Señora Berenice, ¿tiene un celular que me preste?- -Si, es un poco viejo pero funciona.- mencionó entregándomelo, lo tome con rapidez y marque el número del abogado.- -¿Bueno?- -¡Abogado soy Laura Santamaría! Por favor necesito su ayuda.- -¡Laura! Por favor dime que puedo hacer.- -Necesito escapar de esta casa ¿me ayudaría?- -Por supuesto pero quiero que sepa algo antes.- -¿Qué?- -Su esposo radicó la demanda de divorcio, pidió quedarse con todos los bienes, tiene un documento firmado por usted donde afirma lo que pide.- -No lo puedo creer.- -Lo lamento mucho, pero debe saber que no fue de todo sincero con usted.- -¿Por qué lo dice?- -El testamento no fue leído por completo, la herencia total son de 200 millones de dólares, será entregada cuando usted tenga un hijo, no sé por qué pero preferí no decirlo.- -¡Gracias! Fue lo mejor, ahora espero que Gael me entregue los documentos de divorcio.- -Será en unos días, cuando eso pase llámeme, yo iré por usted.- -Gracias de nuevo por todo.- mencioné colgando, ahora si estaba más confundía, ¿Gael me dejaría libre? ¿Hay una fortuna más grande?- -Hija escuché todo lo que el hombre dijo, lo mejor es que Gael no se entere de ese dinero.- -Así será.- -Debes tener un hijo, creo saber quién es el mejor candidato.- -¿Qué dices?- -Gregorio Mellers, él es el enemigo número uno de Gael y mi hija, búscalo y que te ayude, sé que te puede respaldar.- -No sé si podría.- -Tienes que hacerlo, cuando tengas el dinero harás que todos los que te han humillado paguen.- -¿Por qué eres buena conmigo?- -El mundo está muy dañado, solo trato de mejorarlo un poco, ahora hay que ponernos en acción, en dos días es mi cumpleaños número 80, me harán una gran celebración en un hotel y los Mellers estarán invitados, tú te presentarás como toda una belleza, harás que esa noche te haga un hijo.- -¿Pero como? Puede ver que no soy nada atractiva, mi ropa es vieja, muy anticuada.- -Déjame a mi lo de tu ropa, y sobre la belleza te diré que eres hermosa, mi hija siempre ha estado celosa de ti, ahora lo mejor es prepararnos, tienes que cambiar, si no lo haces Gael y mi hija terminarán acabando con tu vida.- -Lo haré, juro que lo haré.- mencioné volviendo a mi habitación, pese que la señora Berenice es Santamaría, ha sido la única que me ha tratado con respeto, solo espero que ese tal Gregorio acepte mi propuesta.
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