Escritora de Engaños

Quiero un hijo suyo

Un pasillo oscuro y aterrador, mi respiración es lo único que se escucha, trato de tener mis ojos bien abiertos, no quiero caerme por mi torpeza, sé que lo que haré está mal pero es la única opción que tengo, necesito su ayuda, solo un hombre como él tiene el poder de liberarme.

Habitación 1212, está grabada con números dorados, mis manos tiemblan pero debo tocar la puerta, un poco más de ejercicios de respiración y toco.

“Toc, toc, toc.”

Tres veces hago el llamo, espero que sea lo suficiente, me han dicho que él está hoy aquí, solo ruego para que acepte lo que le diré.

Veo como la puerta se abre, una figura oscura se refleja, aún no puedo ver si es él o no, trato de verlo hasta que se asoma un poco, ¡Dios Santo! Está solo con una toalla enrollada en su cintura, de su cabello aún cae gotas de agua, su torso está completamente desnudo, creo que me ha dado un infarto, jamás en mi vida he visto un hombre así, solo veo como pasa su mano por el cabello dejándolo hacia atrás, su mirada penetrante me escanea por completo.

-¿Qué deseas?- preguntó con esa voz ronca y varonil, casi no lo escucho por estar viendo sus pectorales, esos cuadros que se marcaban.-Cuando pude poner mis pulsaciones en orden hablé.-

-Necesito que me hagas un bebé esta noche.- mencioné sin dejar de ver su bello cuerpo.-

-¿Acaso es una broma?- preguntó sonriendo, creo que jamás lo había visto, solo escuché una vez que era un hombre poderoso y muy malhumorado, casi no hacía apariciones en público.-

-No, ¿eres tú Gregorio Millers?- tenía que estar segura, no quería cometer un error.-

-Lo soy, pero qué te hace pensar que me acostaré contigo.-

-Será un negocio entre los dos.- mencioné

-Está equivocada si cree que yo…- no lo deje terminar, el ascensor se abría, se muy bien que venían por mí así que empuje al hombre y me metí a su habitación, rápidamente cerré la puerta y me acerqué al ojo mágico para observar afuera, como lo sospeche vi a Milena, mi hermana estaba buscándome con desespero, se detuvo un momento en la puerta, quería tocar pero se detuvo, volvió al ascensor y se marchó.

-Que susto.- susurré

-Lárgate de mi habitación.- escuché decir detrás de mi, me olvide un momento de el hombre, tuve que girarme a verlo.-

-Quizás no me conoce me llamo…-

-No me importa quién eres, solo lárgate.- escuché decir.-

-No me iré, solo lo haré hasta que me haga un hijo.-

-¿Estás demente? Ni siquiera sé quién eres, como crees que te haré un bebé, ahora vete.-

-Soy Laura Santamaría.-

-¿Santamaría?-

-Si.-

-¿Acaso te envío el imbecil de Gael? Supongo que es una trampa.- me tomó del brazo, abrió la puerta y me sacó, vi como la puerta se cerró en mi rostro, me pegué a ella y hablé.-

-Si lo haces te daré 50 millones de dólares, también te garantizo dos Bets Seller como inicio, sé que tú Libreria me necesita.-

No había respuesta, mi plan no había funcionado así que me di la vuelta para irme, pero antes de tomar el ascensor escuché al hombre.

-Entra aquí.-

Volví por el pasillo e ingresé en su habitación, estaba tan oscura que no sabía por donde caminaba, solo me quedó ir hacia la ventana, al menos la luna daba algo de luz.

-Señor sé que no sabe quién soy pero si conoce a mi esposo Gael Santamaría, lo que pido es que se acueste conmigo, me embarace y yo le doy mis libros.-

-¿Cómo que tus libros?-

-Se que mi nombre no es conocido pero si este, soy Celeste, la creadora de 5 libros número uno.-

-Eso no puede ser cierto.-

-Lo es, yo soy la escritora, solo que estoy en el anonimato.-

-No te creo, es mejor que te vayas.-

-¡No! Necesito un hijo tuyo.-

-¿Por qué mío? Ve y busca un hombre que calme tu calentura.-

-Si fuera por eso lo haría con un gigoló pero no quiero, mi hijo será el heredero de mi fortuna, si muero será suya, solo un hombre como tú podrás cuidarlo.-

-Aún no entiendo.- mencionó sentándose mientras bebía licor y fumaba cigarrillo.-El hombre seguía con su toalla puesta, eso no me ayudaba.-

-Señor Mellers sé que es un hombre poderoso, solo a usted puedo confiarle mi hijo.-

-¿Por qué no tenerlo con su esposo?-

-El seguirá robándome mi dinero, por eso lo necesito a usted, solo le digo que será un simple acuerdo, nadie sabrá el nombre del padre solo será revelado cuando muera, le juro que no le pediré dinero, ni siquiera que se haga cargo, solo necesito que mi bebé esté protegido.-

-Pero estás casada, todos dirán que el hijo es de él, no veo por qué lo hace.-

-Hay una herencia en medio, se ha estado revelando de a poco, yo me enteré hasta hace poco de su existencia, en ella dice que para ser heredera debía casarme, al cumplir dos años se me entregaría y eso pasó hace una semana, el fideicomiso fue revelado con 30 millones de dólares, Gael los tomó supuestamente por nuestro matrimonio, inmediatamente pidió el divorcio, el cual hoy se dio por finalizado, lo sé por qué recibí una notificación del juzgado.-

-Eres una mujer libre, ¿para que me necesitas? O mejor ¿por que un hijo conmigo?.-

-Por qué eres el hombre que más odia Gael, si tengo un hijo suyo le causare daño a su reputación, cobraré venganza y cumpliré la última cláusula la cual él no sabe.-

-¿Un hijo?-

-Si, los treinta millones solo era una parte, el verdadero heredero será mi hijo, tendrá una fortuna de 200 millones de dólares que reposan en la bóveda central.-

-¿Tanto lo odia como para buscar otro hombre?-

-Con todo mi alma pero no viene al caso ¿me hará un hijo?-

-No, sigo en mi posición.-

-Por favor señor, si me hace un hijo tendré el dinero suficiente para irme del país, iniciaré una nueva vida con mi hijo, al menos ya no estaría sola.- Mencioné con lágrimas en mis mejillas.-

El solo me observaba, yo estaba desesperada, lo necesitaba, sabía que mi hijo tendría una vida buena a su lado si algo me pasaba, también se cuanto le dolería a Gael la traición.

Ya no tenía más opciones, el tiempo se hacía corto, sé que después de esta noche mi vida será aún más caótica y un infierno, pero ya nada más me importa, así que comencé a soltar mi vestido, espero que sea lo suficientemente bella para que al menos él desee tocarme.

Mis pechos quedaron expuestos, hoy no llevaba sostén, el vestido color vino aterciopelado iba bajando por mi cuerpo, cuando sentí que cayó a mis pies temblé, di un paso hacia delante, con delicadeza bajé mis bragas, solo estaba con zapatos, el hombre seguía bebiendo mientras me observaba.

-¿Crees que eres lo suficiente hermosa como para engatusarme?-pregunto tomando su último trago de licor.-

-Mi cuerpo es aún puro, jamás he estado con un hombre, además sé que tengo curvas que me hacen ver bien.-

El hombre se acercó a mí, yo solo le llegaba hasta los pectorales, él era bastante grande, yo no quité mis ojos de los suyos.

-Te atreves a engañarme diciendo que eres pura cuando llevas dos años casada ¿sigues creyendo que soy tonto no es así?-

-Gael nunca me tocó, bueno al menos no a nivel sexual.-

-¿De qué manera entonces?-

Tome su mano, él estaba atento a mis movimientos, con suavidad hice que tocara mi cuerpo, le diría exactamente como me tocó Gael.

-Fractura de las costillas, fisura en mi clavícula, desvió del tabique, pómulo derecho remodelado, fractura codo derecho y hemorragias internas.- termine de mencionar mientras hacía que tocara las cicatrices que tenía en mi cuerpo, mis lágrimas seguían saliendo sin poder contenerlas, sé que esto no lo excitara pero necesitaba sacar todo lo que sentía.-

-Ven a la cama, espero que no estés engañándome por qué no sabes lo que soy capaz de hacerte.-

-Señor creo que después de lo que he vivido un golpe o un maltrato más será una caricia para mi.- mencioné

Me tomó de la mano y me llevó a la cama, él me quitó los zapatos, me recosté en sus finas sábanas blancas, sé que estaba nerviosa pero muy decidida, él se subió sobre mi, me miraba por completo, yo solo quería ver sus ojos, quizás mi hijo saldría igual.

-¿Estás segura?- preguntó

-Completamente, hazme un hijo.-

El sonrió y llevó su boca a mi pezon, sentí que mi cuerpo se estremeció, tendría relaciones con un hombre y que hombre, ruego para que sea una buena idea, es hora que comience hacer las cosas diferentes.