CAPÍTULO DOS

2772 Words
JOSHUA   El vuelo de regreso a casa fue agotador, incluso si estás volando en un avión privado es un viaje largo, 14 horas para ser exactos, y nunca me han gustado los espacios cerrados, no es que tenga claustrofobia ni nada de eso, pero los viajes largos definitivamente no son lo mío.   Miro por las ventanas y veo como las vistas de la ciudad comienzan a desplegarse frente a mí, han pasado 3 años desde que me fui pero todo parece ser exactamente como era, la misma ciudad aburrida, con la misma gente aburrida de siempre. Estuve en un internado todo este tiempo y después de graduarme en mayo pasado, fui a viajar alrededor del mundo para las vacaciones de verano, ahora estoy de regreso en casa para poder comenzar las clases en una universidad de aquí.   Tuve que volver para seguir una carrera en derecho y políticas públicas de acuerdo con el trato que hice con mi padre. No me interesa en absoluto esa carrera, siempre he querido tocar el piano e ir a un conservatorio en Europa para aprender de los mejores, pero mi padre siempre se ha opuesto a eso, me envió a un internado porque estuve a punto de ser expulsado de la escuela por mi falta de interés en mis estudios y los problemas que seguía causando en todas partes, no es que él estuviera tan preocupado por mi educación como por cómo eso se reflejará en su imagen pública.   Siempre ha querido que siguiera sus pasos y me convirtiera en político, pero lo que realmente quiero está muy lejos de eso.   Actualmente él está en medio de su campaña política para poder ser elegido Senador por este Estado, por lo que me necesitaba aquí para mostrar la imagen de la "familia perfecta" al público y, por supuesto, necesitaba que se viera a su primogénito asistiendo a la universidad y obteniendo un diploma de abogado como él.   Al principio me negué, pero luego mi brillante madre vino al rescate con una idea que nos beneficiaría a todos: vendría aquí y estudiaría lo que él quisiera mientras la campaña estaba en su curso y después de que él fuera elegido podría estudiar lo que quisiera, en la escuela que yo eligiera y él pagaría por todo, así que pensé ¿qué daño puede hacer un año estudiando aquí?   Estaba tan inmerso en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que habíamos llegado a casa, el chofer esperaba fuera del auto con la puerta abierta para que pudiera entrar a la mansión; la gran construcción blanca se erguía alta y orgullosa y no pude evitar el escalofrío que me recorrió la espalda, Dios, olvidé cuánto odiaba este lugar.   Luego mi mirada se posó en el comité de bienvenida que me esperaba en la puerta principal, mi mamá y mi hermana estaban paradas allí con dos expresiones muy diferentes en sus rostros, mi hermana se veía aburrida y mi mamá tenía una gran sonrisa en su rostro. y ya estaba haciendo pequeños saltos en el lugar, no pude evitar sonreír, ella es la única persona de esta familia que he extrañado en mi tiempo en el extranjero, aunque vino a visitarme un par de veces, todavía extrañaba su personalidad amorosa y su dulce sonrisa.   "¡Bienvenido a casa!" chilló tan pronto como mi pie tocó el suelo y luego vino corriendo para abrazarme y besarme.   “Hola mamá” respondí un poco avergonzado con su arrebato frente a los miembros del personal que se encuentran reunidos en la entrada principal.   “¡Te he echado mucho de menos, cariño! Estoy tan feliz de que estés aquí, bueno, todos estamos muy felices ”, dijo dándole una mirada dura a mi hermana que todavía estaba parada allí y no había hecho ni el más mínimo esfuerzo para acercarse a saludarme.   "Claro que sí, te hemos extrañado hermano", dijo Zara con una sonrisa falsa mientras caminaba hacia mí para darme un ligero abrazo.   “Sí, se nota” le respondí rodando los ojos hacia ella, claramente, tenía razón, y nada ha cambiado por aquí.   "Entra, cariño, le pedí al chef que preparara tu postre favorito: tarta de limón", me dijo mi mamá mientras entrelazaba su brazo en el mío.   La tarta de limón inmediatamente me hizo pensar en Lucy, la hija de la mucama de mi mamá, la primera vez que la vi estaba en la cocina tratando de convencer a Arnold, nuestro chef, de que le diera un trocito de tarta de limón, él estaba rojo y con lágrimas en los ojos de tanto reírse de ella y sus argumentos, mientras ella tenía una expresión decidida en su rostro y le hacía pucheros.   Arnold luego trató de explicarle que a pesar de que siempre le había encantado darle comida, esta vez era imposible porque la tarta de limón fue hecha especialmente para mí, ya que era mi postre favorito, a lo que ella respondió con un “¡también es mi favorito! ¿Es que acaso él no puede compartir? ¿O se va a comer todo el pastel él solo?”   “Definitivamente me comeré el pastel entero” respondí mientras entraba a la cocina, sus ojos se abrieron con sorpresa al principio pero luego frunció el ceño y me dijo “Me gustaría verte intentarlo”, así que me comí un pastel de limón entero, mientras ella estaba allí parada con sus brazos cruzados sobre su pecho mirándome completar su desafío, cuando terminé le di una sonrisa orgullosa y ella asintió con la cabeza hacia mí con una expresión solemne y luego se alejó de la cocina sin pronunciar una sola palabra.   No hace falta decir que me enfermé y pasé toda la noche abrazando el inodoro de mi baño, al día siguiente, cuando la mamá de Lucy se enteró, la llevó a la mansión con un plato de sopa de pollo casera y la obligó a disculparse conmigo, ella estaba protestando y discutiendo con su madre cuando las escuché acercarse a mi habitación:   “¿cómo es eso mi culpa mamá? ¡No lo obligué a ser un tonto egoísta que se comería un pastel entero solo para evitar compartir un pedazo conmigo!"   “¡No es tu lugar exigir que te den de comer o que te den postres aquí, Lucía! Eres solo la familia de un m*****o del personal, no la propietaria, cuanto antes te des cuenta de esto, mejor nos irá a todos, ahora entra y discúlpate por tu falta de respeto".   Cuando entró a la habitación después de tocar un par de veces intenté fingir que estaba perfectamente bien, pero ella se dio cuenta inmediatamente de mi engaño y me dijo “bueno, el egoísmo no te luce”, su mamá palideció y torció su brazo mientras susurraba “¡Lucía! " así que ella puso los ojos en blanco y empezó a disculparse, y ha sido la disculpa más falsa que he escuchado en toda mi vida hasta ahora, lo cual hizo que ella me cayera bien al instante.   Después de eso nos hicimos amigos y jugábamos en los jardines de la mansión, comíamos tarta de limón y peleábamos por lo que íbamos a ver en el pequeño cine que tenemos en el sótano de la mansión, si iba a ser Harry Potter -con las cuales ella estaba obsesionada-, o el señor de los anillos -que a mí me encantaba-. A ella también le gustaba sentarse allí y verme tocar el piano y, a veces, incluso asistía a algunas de mis lecciones.   Teníamos once años en ese momento, y mi mamá estaba muy feliz de que por fin hubiese hecho una amiga, porque estaba preocupada por mi falta de amigos en la escuela; mi hermana, por otro lado, no le gustaba para nada Lucy, así que cuando ella no estaba fingiendo que no existíamos, arremetía contra Lucy y la llamaba con muchos apodos y palabras mezquinas, lo cual terminaba siempre en una pelea con mi hermana mientras Lucy salía de la casa llorando.   Mi papá nunca estuvo en casa, así que no sabía de mi amistad con la hija de la mucama, de lo contrario, habría despedido a Marina, la mamá de Lucy, en ese mismo instante.   Nos hicimos muy cercanos desde ese momento hasta que teníamos unos catorce años, cuando comencé a salir con algunos niños en la escuela y a jugar videojuegos, Lucy venía a veces y jugaba conmigo cuando los niños se iban, hasta un día en que ella llegó temprano y mis amigos seguían en mi habitación, todos la miraron con los ojos abiertos como platos, lo cual provocó que un rubor rosa brillante se precipitara en el rostro de Lucy, por lo que ella murmuró una leve disculpa y salió corriendo de la habitación.   Tan pronto como se fue, los chicos empezaron a hablar de lo bonita que era y sentí una extraña rabia burbujeando dentro de mí, así que les dije con disgusto “¡Oh por favor! No me digan que todos están fantaseando con la hija de la criada” y me sentí muy orgulloso con el silencio que provocó mi declaración, pero luego ese orgullo fue reemplazado rápidamente por culpa cuando todos se echaron a reír y a hacer bromas crueles sobre ella. No es lo que pretendía, solo quería que dejaran de hablar de Lucy de esa manera que me incomodaba tanto, pero la alternativa era mucho peor de lo que pensaba.   Los días siguientes comencé a ignorarla y traté de mantenerla lo más lejos posible de mis amigos, siendo tan inteligente como ella era, se dio cuenta muy rápido de que la estaba evitando y dejó de venir a la mansión, estaba inquieto porque realmente quería verla, así que hice que mi mamá insistiera en que Marina la trajera a mi fiesta de cumpleaños, mi familia siempre hacía una pequeña fiesta solo con la familia y algunos miembros del personal, pero ese año no tenía idea de que mi mamá estaba planeando una fiesta sorpresa con todos mis amigos de la escuela.   Cuando empezó la fiesta y me di cuenta del gran error que había cometido al pedirle a mi madre que la invitara, traté de decirle que por favor llamara a la casa de Marina para decirles que no vinieran, al principio mi mamá estaba confundida, pero cuando me vio mirando nerviosamente a mis compañeros de clase, asumió que me avergonzaría tenerla en mi fiesta y me miró con decepción antes de desviar la mirada hacia a la puerta y decirme “es demasiado tarde, Ellas ya están aquí"   Todo mi cuerpo comenzó a temblar cuando vi las miradas malévolas que le estaban dirigiendo mis amigos, ella entró a la casa trayendo un pastel de limón en sus manos, con una gran sonrisa en su rostro y un lazo rosa en la cabeza, llevaba un vestido que parecía sacado de una revista de los noventa, pero se veía bonita, muy bonita.   Traté de esconderme detrás de mi mamá, pero Lucy se acercó y me dijo con una mirada de orgullo en su rostro “¡Mira! ¡Te traje pastel de limón porque sé que es nuestro favorito, y lo preparé yo misma!" después de que no hice ni un solo intento por recibirle el pastel, mi mamá se acercó a ella y tomó el pastel de sus manos mientras le decía:   “¡Oh, qué dulce Lucy! Estoy seguro de que a Josh le encantará, ¿no es cierto, Joshua?” dijo mi mamá mientras me miraba con el ceño fruncido.   En ese momento todo se quedó en silencio mientras todos esperaban mi respuesta, como permanecí en silencio demasiado tiempo, mis compañeros de clase comenzaron a susurrar entre ellos y a señalar la ropa y los zapatos de Lucy, su sonrisa comenzó a desvanecerse y ella empezó a ponerse realmente incómoda mientras me miraba con expectación, sabía que estaba esperando que yo la defendiera como lo hacía con Zara cada vez que la intimidaba, pero no lo hice, solo dije:   “Mi chef ya hizo un pastel de chocolate” y estaba a punto de darme la vuelta para ir al lado de mis amigos cuando vi lágrimas en los ojos de Lucy antes de que saliera corriendo de la casa, todos mis compañeros se echaron a reír y les di una pequeña sonrisa orgullosa, pero falsa; mi hermana también se reía, pero mi mamá se veía tan triste y decepcionada.   Los días siguientes traté de acercarme a ella para disculparme, pero no sabía dónde vivía y ella no pasaba al teléfono cuando llamaba a su casa, su mamá comenzó a evitarme cuando estaba en la casa y, en algún punto, incluso fingió no hablar inglés, yo estaba muy triste y seguía recordando la mirada de desconsuelo en su rostro.   Un par de semanas después, mi mamá me dijo que Marina le había entregado su carta de renuncia y que iban a regresar a Colombia, sentí que toda la sangre se escurría de mi cara y me sentí como el idiota más grande del mundo, pero cuando mi mamá vio mi expresión de culpabilidad rápidamente me explicó que no tenía nada que ver con lo que había pasado en mi fiesta de cumpleaños, que a su hermano menor Benjamín, que en ese momento era un niño pequeño, le diagnosticaron cáncer y no podían permitirse quedarse aquí y pagar por su tratamiento.   Así que, inmediatamente comencé a suplicarle a mi madre que los ayudara para que no se fueran, y ella me dio una dulce sonrisa mientras me decía:    “¡Sabía que no eras ese tipo de persona! Y no te preocupes cariño, yo ya me negué a aceptar su renuncia y les ofrecí pagar el tratamiento, pero Marina no tenía muchas ganas de aceptar, así que lo hizo con la condición de que no iba a ser un regalo sino un préstamo, y de ahora en adelante vivirán en las cabañas del personal, se mudarán mañana, así que si quieres puedes ir y llevarles un regalo de bienvenida, y tal vez una disculpa también”   Hice lo que me sugirió mi mamá y al día siguiente me presenté en la cabaña con una tarta de limón que hice yo mismo -con mucha ayuda de Arnold- como una oferta de paz, al principio Lucy estaba recelosa de mí, pero cuando vio que realmente estaba arrepentido, ella se apresuró a perdonarme.   Los meses siguientes no nos vimos tanto como pensé cuando me enteré de que se iban a mudar a las cabañas del personal, pero sabía que ella estaba muy ocupada ayudando a su mamá a cuidar a Ben, y todo empeoró cuando el idiota de su padre los abandonó con una excusa tan poco convincente de que iba a buscar otro trabajo para pagar las facturas, pero luego nunca los volvió a contactar.   Cada vez que me encontraba con Lucy, trataba de distraerla de sus problemas en casa y por un breve momento parecía la vieja Lu a la que había aprendido a querer.   Todo iba muy bien entre nosotros, habíamos empezado a actuar más como una pareja que como amigos sin darnos cuenta, pero luego mi padre me vio pasando mucho tiempo con ella y me envió a un campamento de verano donde conocí a unos chicos que no eran la mejor influencia, le había prometido a Lucy que la iba a llamar, pero nunca lo hice y fue entonces cuando conocí a Alisson y tuve sexo por primera vez, al final del campamento de verano ya me había acostado con tres chicas más, me había emborrachado un par de veces y había fumado m*******a también.   Cuando volví a casa comencé a evitar a Lucy nuevamente, pero esta vez no me sentí culpable por eso, y un par de semanas después cuando algunos de los chicos que conocí en el campamento de verano vinieron a mi casa para pasar el último fin de semana del verano, nos encontramos con Lucy que se dirigía a casa y uno de ellos trató de convencerla de que se uniera a nosotros en la piscina, a lo que ella respondió dándonos una mirada desagradable y alejándose rápidamente.   Sonreí por su reacción tan feroz, pero luego noté que en lugar de estar enojados, el interés hacia Lucy creció en ellos, así que comenzaron a hacer apuestas sobre quién llegaría a besarla primero, y cuando me quedé callado con el ceño fruncido, todos comenzaron a molestarme y a decir que estaba celoso, lo negué, por supuesto, pero luego uno de ellos dijo:   "Si no te gusta, ¿por qué no te unes a la apuesta?"   “Porque no me voy a involucrar con el personal”, respondí con aire de suficiencia y pensé que eso lo arreglaría, pero ellos insistieron, así que terminé cediendo y me uní a la apuesta.   Lo que hice después de eso es una de las pocas cosas de las que todavía me arrepiento hasta el día de hoy.
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