Izan se puso de pie de inmediato y con mirada a la defensiva ante la mujer que sonreía frente a él. Su tomó del whisky sin apartar la mirada de él. Bebió y degustó el líquido mientras pasaba por su garganta. La mirada de Izan era de desconfianza total. No podía creer que lo hubiera descubierto tan fácil. ¿En verdad lo había hecho o sólo lo decía al tanteo? Estaba a punto de averiguarlo. —¿De donde sacas ese nombre? —espetó con voz seca. Su entrelazó sus manos apoyándolas en sus piernas mientras acomodaba su espalda en el respaldo del pequeño sofá. —Siéntate, no como… Izan se sentó. —¿Cómo sabes que soy Izan Becker? —tenia demasiada curiosidad por descubrirlo. Ella sonrió con sorna. —Por donde empezar, llevo años encargándome de revisar cada una de las solicitudes de amos que lle

