CAPÍTULO VEINTISÉIS

1379 Words
ELINA Y entonces lo siento. Su dolor. Es tan real que por un momento creí haber sido herida por su lobo también, pero no es así, mi cuerpo está intacto mientras el suyo sangra y se transforma de a poco, la rabia de mi loba y sus instintos asesinos dan paso al shock, y luego a la culpa cuando él se transforma de vuelta a su forma humana y veo la gran herida a la altura de su hombro izquierdo, pero ahora soy más consciente de mí misma y el dolor que sentí logró que recuperara el control sobre mi mente, así que me alejo de él quien me está mirando con una expresión de total sorpresa y conmoción, y me transformo también a mi forma humana. “Bastian… mierda… lo siento, yo no pretendía hacerlo, tan sólo perdí el control de mi loba, pero es que tú… ¿por qué estás sonriendo de esa forma?” digo en medio de mi frenesí. “Es la segunda vez que dices mi nombre hoy,” él responde antes de hacer un gesto de dolor que me hace preocuparme, y me acerco a él mientras me arrodillo a su lado para comprobar la herida de su hombro. “¿Te duele mucho?” le pregunto y él me mira con el ceño ligeramente fruncido. “Sólo un poco y ya está sanando,” él responde, y luego añade: “¿Estás preocupada por mí?” “¿Qué?” pregunto sorprendida. “Pareces preocupada por haberme herido, pensé que me ibas a matar,” él me dice. “Yo… pues claro que estoy preocupada, estamos en medio de una tregua, esto podría tener consecuencias devastadoras para ambas partes,” le respondo y él enarca su ceja hacia mí. “Si lo único que te preocupa es la guerra, entonces no debiste haberme atacado,” él me responde con tono acusador. “Y tú no debiste haberme seguido aquí, es tu culpa por aparecer de repente,” le respondo cruzándome de brazos, y veo sus ojos desviarse hacia mis pechos y luego oscurecerse con lujuria. Olvidaba que estaba desnuda, y cuando no puedo evitar notar que su erección está creciendo, miro rápidamente hacia otro lado mientras me cubro tanto como puedo con mis manos. “Ya te he visto desnuda muchas veces, no entiendo por qué te intentas cubrir,” él me dice y yo frunzo el ceño. “Bueno, pues las cosas han cambiado desde ese tiempo, yo he cambiado y no sólo físicamente,” le respondo y él ladea su cabeza hacia un lado mientras me estudia de forma descarada. “Si lo dices porque tu cuerpo ha cambiado después de tener a los bebés, entonces deberías saber que ahora es incluso más perfecto que antes,” él me dice al tiempo que da un paso hacia mí y yo retrocedo casi por inercia. “Deja de mirarme de esa forma y controla tu cuerpo,” lo regaño y él se ríe. “No puedo evitar ninguna de las dos cosas, mi cuerpo aún responde al tuyo como si se tratara de una droga de la cual dependo para mantener mi cordura,” él me dice y yo resoplo con incredulidad. “¿Por qué no te transformas de vuelta y vuelves al palacio para que te hagan curación en la herida? Pierdes tu tiempo aquí y yo realmente quisiera continuar mi paseo por el bosque,” le digo con molestia. “¿Es eso lo que hacías? Pensé que algo grave había sucedido, como la última vez que saliste corriendo hacia el bosque,” él me dice. “Bueno, no, sólo estaba dejando que mi loba corriera un poco para quemar energía y que no intentara asesinarte cuando te viera, pero tenías que arruinar eso también,” le respondo y él sacude su cabeza. “Pues no estabas haciendo un gran trabajo porque casi me matas,” Bastian me dice. “Ya te dije que eso fue tu culpa, y realmente creo que necesitas regresar para que algún doctor revise tu herida,” le digo sin mirarlo siquiera. “No me puedo transformar de vuelta estando herido, y estamos demasiado lejos del palacio para ir a pie, para el momento en que llegue allí mi herida ya habrá sanado por completo,” él responde encogiéndose de hombros. “Entonces haz lo que te plazca, yo seguiré con mis planes,” le digo y siento mi cuerpo empezar a transformarse. “¡Espera! No te transformes aún, al menos no mientras yo esté cerca, es más que claro que no le gusto a tu loba y no quiero que me vuelvas a atacar cuando no puedo defenderme,” él me dice y yo ruedo los ojos. “¿Entonces qué propones?” le pregunto con molestia. “Camina conmigo hacia el palacio, aún no sabemos si hay alguna otra amenaza en el bosque y si algo sucediera tú podrías transformarte y lidiar con la situación, después de todo juraste protegerme con tu vida, ¿recuerdas?” él me dice y yo lo miro con rabia. “Eso fue antes de que arruinaras lo que sea que había entre nosotros,” le respondo y acelero el paso para no estar cerca de él, pero Bastian me alcanza rápidamente. “Yo no di la orden de ejecutar a tu padre,” él prácticamente grita y yo me detengo. “¿Se te olvida que yo estaba presente y fui testigo de todo? ¿Me tomas por tonta?” le pregunto mientras me giro hacia él con los puños apretados y tratando de controlar el impulso de transformarme. “Quiero decir, la orden sí vino de mí, pero no fue mi decisión, te lo juro,” él me dice. “Oh, ¿entonces de quién fue la decisión si tú eres el rey? ¿Hay alguien superior a ti del que yo no sepa?” le pregunto con tono irónico y él me mira de forma muy seria antes de responder. “La decisión vino de él, Elina, no de mí,” “¿De qué estás hablando? ¿Quién tomó la decisión de ejecutar a mi padre si no fuiste tú?” le pregunto con incredulidad. “Tu padre lo hizo, él eligió morir,” él me responde y yo sacudo la cabeza. “No, eso no fue así, él decidió tomar toda la culpa por lo que sucedió, pero al final fuiste tú quien decidió ejecutarlo aún sabiendo lo que sucedería conmigo, con nosotros, si eso pasaba,” le respondo y él me mira con tristeza. “De haber sabido lo que sucedería después no habría accedido a hacer nada de ello, habría enfrentado a cada uno de mis alfas de ser necesario, habría hecho lo que fuera para no herirte, y ese ha sido mi error más grande, el pensar que si te explicaba todo después las cosas iban a estar bien entre nosotros, subestimé el amor que tenías por un hombre que no era realmente tu padre, y en el proceso te perdí a ti y dañé nuestro vínculo, pero te juro que yo no quería ejecutarlo, él lo decidió así,” él me dice y yo sacudo mi cabeza en negación. “No, estás diciendo mentiras, debí haber sabido que si me quedaba a solas contigo ibas a intentar manipularme, pero eso ya no funciona conmigo, sabías perfectamente lo que pasaría, lo mucho que me dolería porque te lo dije y aún así continuaste con ello, y ahora vienes aquí a decir mentiras de mi padre solo porque sabes que él no puede defenderse, ¡Pues no lo permitiré! Ya le quitaste la vida y ahora también quieres mentir en su nombre, eres un maldito bastardo por hacer esto,” le digo con mi voz rota. “Lo que te estoy diciendo es verdad, Elina, yo fui en contra de todos mis alfas y decidí darle la opción de vivir, lo hice por ti, pero él decidió mantener la condena tal como estaba, tienes que creerme,” él me dice con tono suplicante y yo siento mi corazón encogerse y mi mente empezar a confundirse. No, no, no. No puedo dejar que él me manipule de esta forma.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD