ELINA
Mi corazón late con furia y yo aún siento los rezagos de la ira que sentí en medio de la pelea con esos malditos lobos que se atrevieron a atacar a mi familia, y aunque me transformé de vuelta a mi forma humana, la transformación no fue completa, mis uñas siguen por fuera, mis sentidos continúan agudizados y cada músculo de mi cuerpo está totalmente tenso, en estado de alerta, siento la presencia tranquilizadora del lobo de Zane junto a mí, protegiéndome de cualquier peligro que no hayamos percibido, y cuando mi madre sale de entre los árboles con los bebés entre sus brazos, siento mi pánico comenzar a desvanecerse, y mi loba se retira lentamente aunque no del todo.
En el momento en que tomo a Aiden entre mis brazos y lo arrullo suavemente para calmar el llanto que sacude su pequeño cuerpecito, siento un poco de la paz que había perdido volver lentamente a mí, mirando sus enormes ojos color caramelo me siento afortunada por haber llegado a tiempo, no sé qué habría hecho si lo hubiese perdido a él o a su hermana Alissa, hubiese enloquecido seguramente, el solo pensamiento de que algo les podría pasar a ellos me hace temblar con pánico y unos momentos después siento un abrigo ser puesto sobre mis hombros, y sé sin girarme para ver quién lo ha puesto allí, que mi hermano Elijah fue el responsable por ello, él siempre ha sido muy sobreprotector y atento conmigo.
Un par de minutos después, unos brazos se estiran hacia Aiden y me giro para ver a Zane ofreciéndose a cargarlo para que yo pueda calmar a Alissa, así que le paso al bebé y él lo arrulla mientras le canta alguna canción de cuna que no alcanzo a entender, el viento mueve su cabello y yo frunzo el ceño al notar el aroma de Bastian en el aire, entonces escaneo la zona y busco casi de forma frenética algún signo de su presencia aquí, pero aparte de su aroma débil en el aire, no puedo encontrar nada que indique que él esté cerca.
“¿Qué pasa?” Zane me pregunta con curiosidad.
“Nada, creí escuchar algo extraño, pero debieron haber sido tus hombres llegando,” le digo y él se acerca para poner un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, luego intenta limpiar algo de sangre en mi mejilla.
“¿Estás herida?” él me pregunta con suavidad.
“No estoy segura, si lo estaba ya debo estar sanando,” le respondo y él asiente, entonces noto la herida en su hombro y jadeo con sorpresa.
“No te preocupes, ya está sanando y no duele tanto,” él me dice en tono tranquilizador.
Yo arrullo a Alissa mientras tanto y ella se gira para buscar mi pecho y empezar a alimentarse, pero aunque intento concentrarme en este instante precioso, hay algo que me sigue molestando y no logro saber de qué se trata, supongo que es por haber visto a Bastian después de tanto tiempo, pero no puedo estar segura ya que mis sentimientos y pensamientos están arremolinándose en mi interior formando un desorden caótico que es difícil de descifrar.
“Señor, encontramos esto,” uno de los hombres de la guardia Crimson dice acercándose a nosotros con un trozo de tela manchada de sangre.
“¿Qué es?” Zane pregunta con curiosidad.
“Parece un escudo, pero está roto y no logramos identificarlo,” él responde mientras levanta el trozo de tela y mi respiración se atora en mi garganta.
“¿Lo reconoces?” Zane me pregunta.
“Es el símbolo de los Vark,” le respondo con un hilo de voz y sus facciones cambian a unas de total odio.
“Lo sabía, sabía que ese hijo de puta estaba detrás de esto, le advertí que no se atreviera a tocarlos o lo mataría con mis propias manos y eso pienso hacer,” Zane dice con rabia.
“¿Estamos seguros de que fueron ellos?” Elijah pregunta con curiosidad.
“Podremos averiguarlo,” Zane responde, y luego añade hacia su guardia: “Trae al sobreviviente,”
Unos instantes después, dos guardias traen arrastrado a un hombre desnudo quien parece estar a punto de desmayarse, y si no fuera por los brazos de los guardias que lo sostienen, él probablemente no podría ni ponerse de pie por su propia cuenta, él tiene heridas de mordiscos en su rostro, hombro y torso, mientras su pierna parece casi totalmente destrozada.
Zane le entrega el bebé a mi madre y yo pongo a Alissa en los brazos de Elijah, luego me giro hacia el hombre quien, tras notar mi atención puesta en él, empieza a temblar como una hoja y a balbucear cosas incoherentes, entonces el guardia lo abofetea en el rostro y le grita para que hable claro, pero logra el efecto contrario pues ahora el hombre tiene la boca llena de sangre lo que dificulta más que pueda hacerse entender.
“¿Sabes quienes somos?” Zane le pregunta y éste asiente lentamente.
“¿Venías a atacarnos a nosotros?” él le pregunta al hombre y éste sacude su cabeza de lado a lado.
“¿Entonces cuáles eran tus órdenes?” Zane le pregunta.
“Matar a todos los que encontrara en este campamento,” el hombre balbucea.
“¿Te dijeron quién estaba en el campamento?” Zane insiste y el hombre sacude su cabeza.
“¿Quién dio la orden de atacar?” Yo le pregunto y el hombre empieza a temblar de repente, su cuerpo se retuerce y se mueve con violencia en los brazos de los guardias.
“¿Fueron los Vark?” Zane pregunta con urgencia y el hombre parece mover su cabeza de arriba abajo, pero es difícil saberlo con la forma en que su cuerpo se mueve, luego simplemente su cuerpo cae al suelo completamente inmóvil, sin vida.
“Creo que esa es suficiente confirmación, no necesitamos más información para saber lo evidente,” Zane dice y yo lo miro con el ceño fruncido.
Él se gira hacia el guardia y le dice:
“Convoca a todos los alfas del reino para una reunión urgente apenas regresemos, y pídele a mi Beta que empiece a redactar el anuncio,”
“¿Cuál anuncio, su majestad?” el guardia pregunta y Zane me mira por un segundo, luego mira hacia los bebés y dice en una voz mortífera:
“Que a partir de este día el reino de Crimson Woods está en guerra con el reino Varkolak, y cualquier persona o reino que siga ayudándolos o manteniendo relaciones comerciales con ellos, serán considerados como nuestros enemigos y enfrentarán nuestra ira,”