CAPÍTULO CUATRO

1463 Words
ELINA   Me miro al espejo de cuerpo completo que dispusieron en la habitación y me cuesta reconocer a la persona que me devuelve la mirada, mis ojos dejaron de ser café claro desde hace casi un año y ahora brillan dorados permanentemente, especialmente si mi temperamento se dispara, y eso es porque mi loba está siempre en la superficie esperando por el momento justo para salir por completo, desde ese día siempre ha estado más presente que nunca, guiando cada decisión que tomo y aunque a veces se me hace difícil controlarla, sobre todo en esas ocasiones en que ella sólo quiere salir y matar todo lo que se atraviese, he logrado un equilibrio entre su fiereza y mi raciocinio para poder alcanzar la posición de poder que tengo ahora.   No obstante, las continuas batallas y preocupaciones de estar en una guerra contra quien antes era mi pareja destinada, son claramente evidentes en mi rostro y mi cuerpo, mis facciones se ven mucho más serias y no veo en ellas ni un rastro de la joven feliz y despreocupada que era antes, mi cuerpo está más delgado que antes, pero mucho más atlético, y hay unas cuantas heridas que dejaron cicatrices las cuales nunca desaparecieron del todo, especialmente aquellas que eran hechas con acónito o plata, los elementos favoritos que usan mis contendientes en batalla para intentar vencerme, pero no han podido y de cada uno de esos ataques sólo me ha quedado la experiencia y las marcas en mi cuerpo.   Hablando de marcas, paso mis dedos por encima de la tela de encaje blanco que recubre mi cuello y oculta el lugar en donde está esa marca, su marca, y siento mi estómago revolverse con incomodidad, pues aún después de que ha pasado tanto tiempo, y aunque el dolor sigue intacto como si el vínculo se hubiese roto hace sólo un par de horas, me es imposible no pensar en él sin asociarlo a la muerte de mi padre, en mi mente los recuerdos de él con los de ese día se han entremezclado y usualmente sobresalen las imágenes de su rostro sin emociones mientras veía a mi padre siendo asesinado por su orden y frente a él, sin que se inmutara por un segundo.   Después de ello, sólo lo he vuelto a ver una vez y sentí nuevamente toda la rabia y dolor de ese día fatídico, que mi loba prácticamente tomó control total de mí y de no ser porque él en vez de acercarse a mí, se paralizó en el lugar viéndome como si fuera un fantasma que venía a atormentarlo, en este momento él probablemente no estaría vivo, pues aunque ese día logré retomar el control el tiempo suficiente para irme del lugar, si él se hubiese acercado un poco más a mí, es probable que lo hubiese atacado sin piedad.   Me sorprendo a mí misma cada vez que me encuentro pensando en ello, siempre pensé que nunca podría siquiera considerar la posibilidad de lastimarlo ni un poco, pero es claro que después de que el vínculo se rompió, algo dentro de mí quedó permanentemente roto también y espero por su bien, que él no intente acercarse a mí nuevamente, especialmente si estoy en mi forma de lobo, o realmente no sé si pueda ser capaz de controlarme tanto como esa vez.   Unos golpes en la puerta me sacan de mi ensimismamiento y yo la abro ligeramente para encontrarme frente a frente con los rostros preocupados de mi madre y mi hermano Elijah, quienes después de un par de meses de mi partida, escaparon del territorio Vark y se adentraron en lo que era considerado territorio enemigo hasta que dieron con algunos de nuestros exploradores, quienes los trajeron al castillo rojo asustados y sucios, pidiendo mi ayuda para poder liberar a Marcus, quien contrario a lo que yo siempre pensé hasta ese momento, nunca fue liberado pues después de mi partida lo estaban acusando de haber ayudado a mi padre, y a mi madre y hermano mayor los trataban como parias sociales, por lo que no tuvieron más remedio que venir a buscarme.   Yo no los había vuelto a contactar porque estúpidamente creí que estarían más seguros de esa forma, pensé que ellos no se meterían con el resto de mi familia pues ellos no eran culpables de nada, pero claramente me había equivocado nuevamente respecto a esa familia, y ahora que ellos están aquí conmigo, haré todo lo posible por liberar a Marcus también y reunir al restante de mi familia conmigo, aunque para ser honestos, ninguno de mis hermanos parecían tener mucha intención de dejar el reino, y aunque sé las razones de Marcus, quien probablemente prefiera estar en una celda con tal de no alejarse mucho de la princesa Isabella, pero aún no he logrado descifrar las razones detrás de la renuencia de Elijah a dejar el reino.   “Ya es hora, cariño,” mi madre me dice con voz suave mientras intenta poner un mechón de mi cabello en el recogido bajo que me hizo una de las doncellas de Zane.   “¿Estás segura de que quieres continuar con esto?” Elijah me pregunta de forma muy seria, y cuando yo me limito a asentir simplemente, él añade: “Aun no entiendo por qué crees que necesitas casarte con él, ya te nombraron reina y tienes al ejército rojo, ¿qué más necesitas?”   “Mi reinado no es legítimo aun, por lo que necesito de un reino fuerte para poder conseguir el apoyo que necesito, Elijah, sabes que es cuestión de tiempo antes de que ellos pidan apoyo de sus aliados y si eso pasara estaríamos en desventaja, necesitamos estar preparados,” le respondo y él suspira derrotado mientras sacude la cabeza.   “Deben haber mejores formas para recuperar el trono y liberar a Marcus,” él me dice y yo le dedico una sonrisa triste.   “Ojalá las hubiera, pero no es así, si intentamos rescatarlo ellos probablemente lo maten antes de que logremos siquiera llegar a su lado, sin mencionar con que sería una misión s*****a,” le respondo.   “Puedes simplemente ordenarles a todos que te obedezcan y ya,” él me dice encogiéndose de hombros.   “¿Qué clase de reina sería si gobierna a unos súbditos subyugados y temerosos? La razón por la que se le ordenó al ejército rojo evitar matar a los guardias de los Vark es para que la gente no sienta rencor por sus caídos una vez Elina esté en el trono nuevamente, eso evita futuras rebeliones, hay que ser inteligentes, hijo, no siempre la fuerza es la respuesta,” mi madre le dice.   “Entonces, ¿estás de acuerdo con que se case con ese hombre? Tú misma has dicho que no te cae muy bien,” Elijah le dice y ella aprieta los labios.   “Su pareja destinada le falló, si el hombre que se supone debe estar unido a ella por el universo y evitar lastimarla de cualquier forma lo hace, ¿por qué debería esperar a encontrar una relación por amor? Puede que él no sea enteramente de mi agrado, pero tiene todas las cualidades que un buen esposo para una reina debe poseer, a veces es necesario escuchar la cabeza y no el corazón,” ella responde y yo siento un nudo en mi garganta al escuchar sus palabras, especialmente porque sé cuan a favor ella estaba del amor antes de la muerte de mi padre, y supongo que no soy la única cuyo corazón se endureció después de ese día.   “Está bien, es inútil discutir con ustedes dos, así que mejor nos damos prisa o llegarás tarde a tu propia boda,” Elijah me dice y luego ofrece su brazo para que lo tome, y aunque me hubiese gustado que él fuera quien me llevara al altar, por rango tiene que ser mi tío Arthur quien reemplace el rol que tendría mi padre si estuviera vivo.   Trato de mantener un agarre firme sobre el brazo de mi tío, quien parece estar esforzándose por no dejar que su leve cojera sea tan evidente, y camino junto con él por el pasillo que lleva al altar dispuesto en los jardines del palacio Crimson, en donde me está esperando Zane, vestido con su traje de gala y luciendo más guapo que nunca, y aunque su belleza no tenga en mí el efecto que tiene en la mayoría de mujeres, muchas de las cuales me están mirando con envidia mientras paso frente a ellas, confío en que pueda hacer a un lado mis dudas sobre esto y podar lograr un matrimonio que nos convenga a todos, y que me ayude a derrotar a los Vark de una vez por todas.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD