Tumbado sobre su cama, con los problemas de su familia sostenidos en peso sobre él, como atlas cargando el pesado globo terráqueo o los cielos en su inmensidad, todo esto a pesar de ser algo ajeno a él lo preocupaba en demasía, sentíase pequeño en ese lugar, sentía ser una parte insignificante en su familia, deseaba poder hacer algo para solucionar las discrepancias entre sus padres y su hermano, más no obstante, nada de lo que hiciese podía cambiar la situación que había llegado a su hogar como una repentina lluvia mojando todo, sin saber siquiera que esa lluvia se tomaría en una tormenta que arrollaría con todo.
Su voz interna era un arma de dos filos, por un lado era de positivismo, una voz que le daba inmunidad ante los malos momentos, un susurro que le hablaba palabras alentadoras, u
