NARRA JOCELYN
No pude permanecer más tiempo allí adentro, una vez se percataron no solo de mi presencia sino de ojos curiosos que se habían colado hasta la habitación en la que le rompían la ropa para que el médico lo pudiese examinar de inmediato nos ordenaron salir. Me encerré en mi habitación y no se por cuantas horas camine d Win lado al otro casi haciéndole una enorme zanja a la recámara, no me siento cómoda sin saber su estado, sin conocer que está bien, verlo de esa manera tan indefenso y desprotegido me hizo salir las lagrimas, no estoy acostumbrada a verlo en ese estado y puedo jurar que nadie lo esta.
El Demonio Lombardi, es un hombre de temple, uno que jamás se le ve mal arreglado o descolocado, incluso enojado su presencia es perfecta y ahora sus ropas estaban siendo desga
