Gavin todavía se estaba preguntando cómo era que el Arq. Montes no había escogido la propuesta de Emilia entre las tres mejores, cuando se sentó frente al escritorio de Colton, su hermano.
—Entonces, ¿cómo estuvieron las presentaciones del equipo cinco, para el conglomerado de hoteles del King Plaza? —preguntó Colton desde el otro lado del gran escritorio de caoba.
Su pregunta le hizo recordar el momento en que vio a Emilia en la sala de conferencias. En cuanto la reconoció, su jodida mente viajó a esa noche en la habitación de hotel y todas las cosas que le hizo; a sus gemidos, a la forma en que su cuerpo se retorció bajo el suyo, a sus sonidos de placer casi sorprendidos cuando empezó a moverse dentro de ella. Su polla se puso en posición de ataque inmediatamente, pidiendo otra ronda.
