—¿Estás seguro de que es lo que quieres hacer?— Samuel sonrió, estaba seguro de que aquello era lo que necesitaba. —Si—asintió— eso me haría muy feliz, he querido hacerlo desde hace mucho. —Pero estás bien en tu congregación, todo marcha en orden. — no podía comprender lo repentina de aquella decisión. —Lo sé, su señoría, y no sabe lo agradecido que estoy, pero necesito hacer esto. —De acuerdo, padre Samuel, en ese caso déjame hacer los preparativos y todo estará listo pronto. **************** Ámbar entró a la oficina del jefe, aunque su ánimo estaba por el piso, debido a su relación amorosa, al menos se sentía muy feliz de poder disfrutar de su puesto fijo en aquellos empresa. —Bienvenida, señorita Hobbs, tome asiento. —Muchas gracias, señor. —Bueno, tal y como te indiqué

