GEMIDOS

El fuego de tu boca

Noa

Mis manos se deslizan por su vestido mojado.

Ella sigue con su mirada mi mano que quita una de las mangas de su vestido para dejarla caer y con esto se logra ver un poco más de su pecho.

— ¿Qué haces?— doy un paso más hacia el escalón, ella se toma el vestido y sale corriendo hacia arriba, pero el vestido mojado y quizás los tragos la hace caer, voy rápido, ella se queda en el suelo, la veo llorar — Venus — ella no deja de llorar — Está bien lo siento no quise olvídalo si yo. .. — ella me mira con su rostro lleno de lágrimas — Dime que haces? Dime que es lo que haces porque yo, no sé lo que hago — limpio sus lágrimas en el suelo.

Espera una repuesta de mí la cual no sé si me aleje más de ella.

— Ven demonios una ducha caliente, saquemos, nos esto mojado— ella traga saliva y le aclaro — Tú te duchas en tu habitación, yo en la mía— ella me dice que si con la cabeza la ayudo a levantar y la dejo en la puerta de su habitación.

Me metí a la mía, me quito la ropa y abro la ducha, apoyo mis manos en la pared de la ducha, dejo mi cabeza boca abajo, trato de que todo en mí se calme.

Ella es hermosa, es leal, es dulce, es todo lo que vi en sus ojos esa noche.

Dejo que el agua caliente mi cuerpo, incluso más de lo que está ahora.

Ella vio a mi hermano en una situación no muy buena, Pero aun así no puedo, no puedo aprovecharme.

Salgo de la ducha, me coloco el pijama n***o pantalones largos, no uso nada arriba para dormir Pero me coloco una camiseta blanca para salir y ver qué ella está bien.

Voy hacia su habitación y golpeó, no sale Pero escucho ruidos abajo y me asomó, la veo, está sentada en el suelo con un vaso de alcohol y toca el control remoto buscando no sé qué.

Bajo las escaleras y voy hacia ella— Estás bien?— la veo, está con una camiseta grande, unos Pantalones cortos todas y su pelo aún mojado.

— Si quería poner música Pero si te molesta puedo ...— voy y tomo el control y coloco la aplicación de música y enciendo la chimenea que es a gas Pero simula unas llamas hermosas.— No está bien, te dejo así estás tranquila — me dispongo a volver arriba cuando su voz me detiene — Espera... — me giro antes de dar un paso más, mi mente me repite que siga que no pare que no haba marcha atrás.

— Si te recuerdo, recuerdo ese beso en la calle cada día desde que deje de verte, soñaba con que podría cruzarte cualquier día en la ciudad y cuando te vi aquí me parece me quedé pensado, ¿por qué así? ¿Por qué tú? — cierro los ojos, no quiero voltear, no quiero verla a los ojos.—Ya no importa — le digo sin mirarla y doy un paso — ¡Sí, si importa porque no puedo sacarte de mi pecho y hoy cuando te beso sentí que me arencabas el corazón y esto no significa que tú digas algo solo ..! No puedo — apretó fuerte la baranda con todas mis fuerzas trato de no caer, trato de seguir Pero ya nada me importa ella si me recuerda ella si está igual de perdida que yo.

Camino rápido hacia ella, la tomo del rostro y la beso, mis manos no la sueltan las de ellas con fuerza, can a mi cabello y casi sin que pueda evitarlo, escucho el mejor sonido del mundo y quiero más, quiero escuchar más sus GEMIDOS...

Le quitó la camiseta ella me quita la mía la recuesto en el sillón y me posicionó encima de ella, el beso sigo por su cuello perfecto.

Llegó a sus pechos, los cual estrujo delicadamente con mis manos, y sin esperar comenzó un camino en hacia su vientre hasta llegar a su ropa íntima y quitarla.

Le dejo besos en su monte de venus y ella me toma del rostro y me lleva a su boca de nuevo.

Sus gemidos son tímidos, son seco vergonzoso.

— Si quieres parar es ahora a— le digo y ella me mira, despega su boca de la mía y dice — Quiero — saco mi m*****o de entre mi pantalón y sin aviso la penetro.

Una y otra vez dejo que todos mis pensamientos lleguen y se solidifiquen en ese momento, ahora estoy dentro de ella mirando como sus Gemidos son la sinfonía más hermosa que jamás tuve, ella aprieta mis hombros arañando en parte causando en mí un ardor el cual no cambio por nada.

Una y otra vez entro y salgo mientras acariciando sus piernas, ella lo disfruta al punto que su mano tapa su boca, pero la detengo, saco su mano y le digo.

— No te detengas Gime para mí vamos mi amor quiero escuchar — y fue allí donde súper que no, no podría olvidar esta noche jamás — Mmmmmmmmm—

Me giro, me siento en el sofá y ella sobre mí la veo, sus pechos saltan al compás de sus movimientos, la tomo del cabello para que no caiga sobre su cara, el calor de la chimenea y el calor de nuestros cuerpos hacen que el sudor sea delicioso.

¿Cómo no querer eso? Cómo no soñarla como no amarla, Si la amo lo sé lo acabo de comprobar ella agiliza sus movimientos y sin poder el beso muerdo su labio y exploto en ella sin poder evitarlo sin decir nada ella sigue y minutos después llega a su orgasmo.

La veo caer en mi hombro agitado y hermosa, despeinada y perfecta ella es Perfectamente mía .

Unos segundos ella sale de mi toma su ropa y se marcha a su recámara me quedo allí me visto y voy al baño de abajo lavo mi cara me alisto me quedo mirándome en el espejo deseando que mi mente retenga cada segundo.

No me importa si ella se arrepiente, si mañana fije que no fue nada, ya eso no me detiene salgo del baño listo para dormir o al menos intentarlo.

Cuando la veo a ella buscando música en la pantalla y con su pelo recogido.

— Te quedarás aquí, pensé que irías a dormir — ella me mira y con una leve sonrisa.

— ¿Me estás mandado a dormir?— dios mío, si está más hermosa que antes — No, solo ... Bueno _ rasco mi cabeza no sé si irme o quedarme, si hablar o callar.

— Ven tomemos algo creo que después de lo que pasó al menos nos demos una copa— camino hacia ella quiero besarla de nuevo.— Si está bien — me sirvo una copa y sus manos me abrazaba por detrás siento que estoy en el paraíso y a paso de caer de nuevo en el infierno.— No digas nada si solo déjame imaginar que esto será perfecto que tú eres perfecto — Tomo mi trago y acaricio sus manos que todavía me abrazan.

— Yo seré lo que tú quieras porque ahora sé que tú eres solo mía— me giro y el beso, ella me besa y sin pensarlo todo volvió a empezar.