Capítulo 5

871 Words
Tomé mi maleta y Adrián tomó la maleta de Hope. –Podré cuidarte mejor si tomas mi mano –propuso Adrián. No podía ser más incómoda está tontería, sería más sencillo si le dice que es su pareja y deja de usar pretextos con ella. Hope dudó tomando la mano de Adrián, sus labios subieron un poco, creo que está feliz, es difícil saberlo con esa cara de amargado que se anda. El clima es bastante fresco y por encontrarnos en una zona oscura y boscosa las estrellas pueden verse, me gusta todo esto. Decidí darle espacio a Hope y Adrián, que incomodo ser mal tercio, Akira iba en silencio y distante, le seguía doliendo y creo que siempre iba a ser así. –Era un idiota –escupí –. No deberías sentirte así. Akira no respondió, un ser humano tiene la capacidad de amar y superar, pero ella parece que nunca va a superar el rechazo de Dylan y ese dolor lo puedo sentir, hizo que me preguntará si él sentía lo mismo o solo nos había olvidado porque aunque se negará, yo sabía que todo había sido por ella. A pesar de todo no le tenía rencor a ninguno de ellos, ni siquiera un gramo de arrepentimiento al conocerlos porque si no lo hubiera hecho no sabría esta parte de mí, me habría conformado con una vida desadaptada en ese mundo al que no pertenecía. –¿Qué es eso? Mis sentidos se alertaron cuando escuché un gruñido a lo lejos, la tierra soltaba vibraciones que sentían alrededor como si algo pesado se acercará. –No se alejen –advirtió Adrián. –Cuidado –murmuró Akira en mi mente. Una extraño sentimiento de familiaridad y temor se apoderó de mis sentidos obstaculizando mi pensamiento, era como alguien intentará entrar a mi mente sin poder tener éxito. Adrián no parecía ser el mismo, su cuerpo estaba tenso principalmente cubriendo a Hope que parecía algo desconcertada por el momento, su gesto indicaba preocupación, esa pequeña arruga en su frente que muy raras veces lograba mostrarse. –Creo que deberíamos irnos –murmuró. –Demasiado tarde –contestó Adrián –. El Alfa ha aceptado vernos. El sonido de pasos fuertes se escuchó desde la oscuridad, lo primero en aparecer fueron unas patas peludas seguido de todo el cuerpo de un gigantesco lobo, casi me quedé sin aliento al admirar a esa criatura, aunque mi mente no lograba procesarlo sabía que ese lobo ha salido de una persona, el lobo fijó sus ojos verdes sobre Adrián como diciéndole algo y Adrián lo miraba de la misma forma fueron unos instantes antes de que el lobo se diera la vuelta y caminar al frente. –Vamos –ordenó Adrián. –Yo no creo que deba ir. Hope intento resistirse a la mano de Adrián que la sostenía, por extraño que parezca cuando ella decía algo así es porque nada bueno iba a salir de una situación, recuerdo que siempre pasaba en la escuela. –Vamonos –interviné. –No –respondió Adrián –. Tienes que ir con el Alfa para que te vea, mientras estabamos aquí intentaron conectar contigo, pero no lo lograron, te vieron como una amenaza, le explique un poco de la situación y nos guiarán con el Alfa, si nos vamos ahora te cazarán. –¿Por qué no me llevas a tu manada? –Te llevaré ahí después si quieres, pero ahora debemos explicarle al Alfa que es lo que sucede contigo. – Se dio la vuelta para ver a Hope y tomar su mano. –Yo te voy a proteger. Hope me miró con la duda en sus ojos, Adrián parece convencido de sus propias palabras y siendo sincera ahora mismo no tenía otra opción más que aceptar lo que me estaba pidiendo. –Está bien. Seguimos al lobo que aún nos espera a un par de pasos lejos de nosotros, el bosque se hizo aún más espeso y oscuro, los árboles cada vez eran más y el espacio para caminar se hacía más angosto, esa extraña sensación de alguien acosando mis pensamientos se hizo más fuerte, ¿acaso eso era lo que Adrían estaba diciendo sobre el Alfa intentando conectar conmigo? Akira se mantenía callada, tranquila, muy extraña a la Akira que conozco, como si estuviera esperando a que alguien le diera una orden. Una luz se distinguió a lo lejos, era pequeña e inestable, pero conforme nos acercamos se hizo más grande y otras luces comenzaron a aparecer, olores extraños se sentían alrededor y unos pequeños murmullos… Personas, habían más personas aquí. Al pasar el último tronco, un pequeño pueblo apareció frente a mí, era hermoso, cálido y sorprendente, solo ví su aspecto superficial como algunas cabañas donde unas pequeñas luces salían por las ventanas, pude imaginar a familias sentadas en una mesa degustando un platillo, el lobo se paseo por un angosto camino de tierra. Las personas parecían más interesadas en nuestra presencia que en la del lobo al frente, tenían vestimentas distintas a la ropa normal que se usaba en las ciudades y aunque no lo podía ver aún se escucha el sonido del agua cercana y sobre todo la tranquilidad alrededor...
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