Luke caminaba de regreso completamente indignado, la furia se agitaba en su interior como gigantescas olas que amenazaban con arrasar todo a su paso, ya se imaginaba poniendo las manos en el cuello de la hipócrita de su secretaria.
—¿Qué carajo le pasa a esa mujer conmigo? ¿Qué hice para hacerme objeto de su burla? —dijo en voz alta mientras subía al ascensor—. Pero esto no se va a quedar así, porque hasta ahora nadie se ha atrevido a tratarme de esa manera y una simple secretaria no va a ser la primera.
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Samantha terminaba su último pendiente, no obstante, cada cierta cantidad de segundos soltaba una carcajada al recordar a su jefe, le resultaba tan inmaduro en insoportable, por eso le gustaba verlo metido en líos, porque odiaba su superficialidad, lo vanidoso que era y la fo
