Samantha lo miró de forma despectiva y de un manotazo le apartó las manos de sus hombros. —¡No me toques! Me desagrada tu roce, porque no tengo idea de dónde metes tus manos, para que vengas a tocarme a mí. Además, a mí nadie va a obligarme a hacer algo, si no lo deseo. Créeme, conmigo consigues más con miel que con hiel Luke, nunca se te olvide —mientras decía eso se sacudió los hombros, donde la tocó, como limpiándose de un falso sucio. » Luke, se me enciende la sangre producto del enojo cuando me amenazan, es como si me halaran de los pelos … —cerró la boca, suspiró para no decir algo tan vulgar, aunque igual dejó sorprendido al hombre con su explosión de rabia, quién en ese momento él cayó en cuenta de que Samantha, era una mujer mucho compleja de lo que esperó. El hombre c

