El chantaje del millonario

CAPÍTULO 1. ÚLTIMATUM

 La chica comenzó a ver, las escenas grabadas desde los dispositivos colocados en el camarote, una fuerte arcada la atacó, no solo le daba asco lo que estaba viendo, si no también despertaba un profundo enojo en ella, aunque desconocía las razones, no era la primera vez que trabajaba en algún caso similar. Sin embargo, al recordar las consecuencias se sonrió y quiso adelantar el desenlace.

Marcó el número de su contratante, le atendió a la segunda llamada.

—¿Me tienes noticia? —preguntó el hombre al otro lado de la línea, apenas atenderla.

—¡Todo está hecho! Le envié las imágenes recopiladas a su teléfono —respondió la mujer sin ninguna emoción en la voz. 

—Te daré unos datos de mi contacto ante los medios de comunicación, por favor mantente bajo perfil, porque si tú caes, caigo contigo —mencionó el hombre con un poco de preocupación.

—No se preocupe yo no caeré y de hacerlo,  no tengo por qué acusarlo, soy una persona seria, jamás denunciaría a mis clientes para salir bien librada, puede estar tranquilo conmigo —respondió.

—Muchas gracias, espero puedas cumplir mis instrucciones al pie de la letra.

—¡Así será! —declaró la mujer cortando la llamada.

Enseguida revisó el contacto enviado por su cliente y contactó a la persona.

—Hola, tengo una noticia sumamente importante para el Usa post, envíeme en un minuto el correo para enviarle la información, si se tarda en hacer eso, entonces le daré la información a otro medio —habló con decisión.

Antes de poder cortar, el hombre le habló al otro lado de línea.

—¿Cuánto me costará la noticia? —preguntó el hombre con ansiedad.

—¡Cómo ve! Estoy en promoción, envíeme el correo en un minuto y paga cero dólares por la noticia —expresó con sarcasmo, cortando la llamada.

Luego marcó al teléfono de Samantha, de inmediato saltó el contestador.

—Dentro de unas horas, estarás feliz con los resultados, una pequeña venganza, después de todo se lo tiene bien merecido.

Posterior a ese mensaje, se dio cuenta de que el hombre le envió la información en el tiempo establecido, mandó los archivos del vídeo, luego hackeó la página web de su empresa de telefonía, borró las trazas de las llamadas y arrojó el celular desechable en un contenedor, sin dejar de sonreír. Ahora a prepararse para ver el mundo arder.

******

Luke, se quedó dormido completamente satisfecho, cómo no lo iba a estar con ese  monumento de mujeres, quienes se dedicaron enteramente a darle y recibir placer. No acostumbraba a descansar luego del post coito, pero ese día por primera vez, no se levantó de la cama enseguida, porque cada una de las chicas se había dejado caer una a cada lado de su pecho, lo sostenían con fuerza con sus piernas, impidiéndole moverse, por lo cual luego de varios intentos para liberarse, y no lograrlo, desistió de la idea, las observó dormir, hasta abandonarse también en los brazos de Morfeo.

Una hora más tarde, el ruido de su teléfono celular lo despertó, aún tenía las mujeres desnudas encima de él, no pudo evitar que su amiguito se levantara firme como un soldado, para hacer su segunda fase para  incursionar, sin embargo, al girar la vista y ver su móvil repicando, con una llamada nada más y nada menos que de Jhonatan Moore, no pudo ignorarlo, era el único capaz de controlar sus desenfrenos, después de todo era el hombre más poderoso del universo y su abuelo.

Atendió la llamada sin pérdida de tiempo, empujó a las mujeres a un lado, sin importar que en su empeño de levantarse, las tiró al suelo, pidió disculpas con una mirada y siguió caminando, para alejarse de ellas y atender la llamada.

—Aló, don Jhonatan Moore, es una sorpresa bastante agradable recibir su llamada a tan temprana hora de la mañana —pronunció en tono sarcástico.

—¡Maldita sea! Luke Moore, dime —pronunció con indignación— ¿Cuántos años tienes? ¿De verdad eres un adulto? Estoy cansado de tus escándalos ¡Ya no más Luke! La última vez te lo advertí, dentro de cuatro años tendrás cuarenta y te sigues comportando como un adolescente de dieciséis años, no estoy dispuesto a pasarte otra, ni que sigas avergonzándome.

» Te espero en la mansión en veinte minutos, ni un minuto más, si no llegas, olvídate que tienes un abuelo —espetó con severidad, sin ocultar su creciente enojo.

—¿De qué escándalo estás hablando abuelo? —protestó desconcertado.

—Si deseas ver de qué va todo esto. Revisa las r************* —dicho eso cortó la llamada.

Luke, tomó su teléfono y comenzó a revisar, primero en Instagr4m, Fac3bo0k, Tw1tter, casi cae de cul0 al ver los vídeos de él con las dos rubias. Las escenas de películas erótic4s, se quedaron en pañales ante eso, y ante de siquiera vestirse apareció el padre de las chicas, Robert Walker, su rostro completamente rojo del enojo.

Le lanzó un golpe por completo enrojecido de la furia, el cual esquivó, parecía un toro a quien lo provocaban con una capota roja, su nariz se ensanchaba, sus dientes apretados y sus ojos rojos, estaba seguro de que si ese hombre lograba impactar en su humanidad, estaría muerto en segundos, se notaba sus ganas de desquitarse. 

—Señor Walker, por favor, tranquilícese no es como usted está creyendo —expresó Luke, tratando de apaciguar el enojo del hombre, porque el tiempo transcurría y su abuelo lo estaba esperando, lo conocía lo suficiente para saber que cumpliría con sus amenazas.

—¡Maldito descarado infeliz! ¿Cómo te atreves a hacerme ver la cara de idiota y el hazmerreír de este país? ¿Cómo fuiste capaz de jugar con mis hijas? No sé cómo vas a hacer, pero debes responderles —expuso el hombre con seriedad, ambas chicas se levantaron de la cama, con lágrimas en los ojos y se acercaron a su padre buscando consuelo.

—Lo siento mucho papito, no recuerdo nada, solo llegué a la fiesta con mi hermana, nos sirvieron un par de bebidas y después amanecimos aquí, no tengo idea de lo sucedido —dijo la rubia con inocencia—. ¿Tú recuerdas hermana?

La joven miró a Luke como disculpándose con la mirada, por lo cual supuso esa era Melissa.

—Tampoco recuerdo, solo vine a esta fiesta porque Luke me invitó y me pidió traer a mi hermana —manifestó la mujer sin poder ocultar su nerviosismo, pues conocía lo suficiente a Luke, para saber que con él no se jugaba y eso podía costarles muy caro, aunque también estaba clara de la fuerte determinación de su padre y esa era la oportunidad para obligar a Luke a casarse con ella.

—¡Qué vergüenza! Son un par de descaradas, ¿Qué pretenden? ¿Qué le de mi palabra a una de ustedes para contraer matrimonio? —las mujeres no entendían que esa  pregunta de Luke era hipotética, para conocer la reacción de ellas y luego atacar, por lo cual ambas sonrieron complacidas, creían erróneamente que el hombre estaba sintiendo temor frente a su padre, quien lo obligaría a escoger.

» Quizás sea Máxine ¿Puedo pedirle matrimonio a ella? —la aludida sonrió de oreja a oreja, sin embargo, la reacción de Melissa, no se hizo esperar.

—No Luke, no puedes escogerla a ella, apenas la estás conociendo hoy, tú y yo tenemos una relación de más de dos años, no puedes hacerme a un lado, solo porque acabas de conocer a mi hermana, te gustó cómo te la chup0 y te la f0llast3 como un desquiciado —. Al ver la expresión de satisfacción en el rostro de Luke, se dio cuenta de la verdad, había caído en la trampa —. Yo...—cerró la boca sin saber que más decir. 

—Allí tiene a sus santas hijas, ambas sabían para que venían aquí, incluso fueron ellas quienes me hicieron la propuesta de estar con las dos y ninguna estaba tomada, como se habrá dado cuenta, ambas estaban conscientes, si no me cree revise las redes.

» No estamos en el siglo XVIII, para que usted me ponga a reparar unas virtudes e inocencias, las cuales está demás decir, hace mucho tiempo la perdieron; no es porque me importe la virginidad en una mujer, no puedo exigirles pureza cuando no lo soy, pero  me cabrea, es la intención de hacerse las puras, para atraparme y usarlo a usted cómo arma en mi contra.

» Les aseguro, habrían conseguido más conmigo, tratando de seducirme que haciéndose las inocentes. Ahora sí me disculpa, debo irme —se acercó al closet del camerino, sacó un mono deportivo y una polo y se los puso con premura, saliendo de la habitación.

—Vas a pagármela Moore, voy a denunciarte a la policía, por esta aberración en contra de mis hijas, juro que voy a arrastrar tu nombre por el piso —lo amenazó Robert con vehemencia.

—Haz como te dé la gana, sin embargo, por mi parte tus hijas, no van a conseguir marido usando ese truco tan antiguo y tan repugnante conmigo  —espetó mientras corría a la plataforma donde estaba el helicóptero.

Tenía exactamente diez minutos para llegar a la mansión de su abuelo 

*****

Cuando llegó al helipuerto de la mansión habían pasado siete minutos más, bajó corriendo y se subió al ascensor para descender al despacho de su abuelo, justo cuando abrió la puerta para entrar, sonó el cronómetro en el escritorio de su abuelo, dando por vencido los veinte minutos.

—Al parecer has llegado a tiempo. ¿Ya te enteraste las razones por las cuales estás aquí? —Luke respiró profundo y asíntió. Iba a tomar asiento y su abuelo lo frenó —, no te he invitado a sentarte —pronunció en tono agrio.

Así era su abuelo, era un hombre duro, nunca lo trató con condescendiente, todo lo contrario lo crió con mano de hierro, pese a ello, no pudo controlar su característica de mujeriego.

Se mantuvo de pie, como si fuese un niño al cual estuvieran reprendiendo.

—Lo siento abuelo —empezó a decir para apaciguar el enojo del hombre.

–No vengas con palabras huecas, no salen de lo profundo de tu corazón, son necedades, ya las he escuchado demasiadas veces. Estoy cansado de verte arrastrar mi apellido por el lodo. Toda mi vida he tenido una conducta intachable, para que vengas tú por andar de pen3 caliente, hundiendo mi apellido una y otra vez, nuestros antepasados deben estar revolcándose en la tumba. 

» Si no tomó acciones, terminarás casándote con una mujer de la calaña de las Walker, porque esas son las que te gustan, zorras y de mala fama, además de intrigantes y manipuladoras. Por allí, llamó Robert, amenazando con ejercer acciones contra nosotros, no tiene idea cuánto me encabrona una amenaza.

» Y pese a causarme vergüenza tu comportamiento, no te permitiré mezclar mi sangre con esa clase de mujer. Tienes noventa días para que te consigas una novia y te cases —pronunció su abuelo con firmeza.

—No hay problema abuelo buscaré una novia y me casaré a más tardar en un mes —expresó el hombre con alivio, pensando en solo revisar su agenda y escoger de allí a de sus amantes como esposa.

—Al parecer no me has entendido Luke, la mujer con la cual te vas a casar aunque la escojas tú, la aprobaré yo. Debe ser una mujer recatada, cariñosa, dulce, pero con carácter, lo la quiero sumisa, diciendo amén a todas tus palabras, aunque te respete, la quiero prudente, además de decente y sobre todo con una inteligencia superior a la tuya,  para que te ayude a pensar.

» No es cualquiera Luke, debe ser una mujer especial.

—Pero abuelo eso no puede ser...—antes de seguir hablando lo interrumpió.

—Yo puedo hacer lo que quieras Luke, o lo tomas o lo dejas, solo te advierto, si lo dejas, mi fortuna en su totalidad irá a parar a centros de beneficencia. No me gustan las presiones, tú tienes la última palabra —declaró complacido, ante el rostro de impotencia de su nieto.

“Quien ostenta el poder, toma las decisiones” Jeda Clavo.