Samantha sintió un zumbido en sus oídos, por un momento estuvo a punto de perder el equilibrio y habría caído al suelo, si no es por Luke quien la sujetó por la cintura; el contacto del hombre con su cuerpo, le causó un intenso cosquilleo en su piel, intentó zafarse para evitar esas sensaciones, pero él la tomó con mayor fuerza y le impidió alejarse. —¡Suélteme! ¡Está loco! Jamás aceptaría casarme con usted, ni aunque fuera el último hombre sobre la faz de la tierra. ¿Acaso no tuvo hace rato la oportunidad de escoger a cualquiera de las más de catorce mil mujeres que se presentaron? ¿Por qué debería ser yo? —preguntó con una mezcla de miedo, preocupación, también de anticipación y a pesar de tener un cerebro brillante, por primera vez no podía entender cuáles eras las intenciones de Luke

