Repulsión.

1517 Words
CAPITULO II Scarlett. Indudablemente la vida te enseña muchas cosas en el momento correcto, direcciones y vías, victorias y fracasos, de una u otra manera se aprende. Yo siempre he escogido la vía y la decisión que para mi suenan razonables. Me he destacado siempre para ser la mejor en todo lo que hago, mis pensamientos siempre han sido llevados por el entusiasmo de la perfección. Tengo la edad suficiente para ser razonable y no dejarme llevar por nada que me desvíe del camino que elegí, soy estudiante cursando el ultimo año de medicina, nunca ha sido lo que he querido pero así me ha tocado. Siempre tuve una pasión por la escritura, la literatura me llama, siento como por mis venas corre vertiginosamente esa emoción al escribir un poema, me siento plena. Mis padres, a los cuales amo, siempre han visto por mi y su decisión de que yo estudiara medicina fue irrevocable alegando que escribir solo me serviría de hobbie, no pude refutar esa decisión, no quise. Siempre he sido ejemplar en todo y a lo que respecta mis padres mucho más. Permitirme trabajar les costo pero era algo que tenia que hacer, con mi esfuerzo vería mejor resultado y hasta he pensado mudarme, independizarme. Pero ahora, justo ahora saliendo de mi trabajo se me cruza por la mente relajarme, desligarme de los exámenes finales y beber algo, distraerme. Así que cambio mi rumbo hacia el bar karaoke que frecuenta mi hermana, camino a paso seguro pero rápido. Al llegar observo lo lleno que está. Paso entre la gente y me siento en una mesa cerca del escenario, pido un refresco y me concentró en la música, es español de esas que escucha mi mamá. De un momento a otro las luces son apagadas y un chico sale al escenario, quedo conmocionada al ver que es uno de los chicos que estuvieron en la librería. Tal parece que va a cantar, se prepara y en la pantalla ponen el nombre de la canción. Esa me la sé, escucharla todos los días te lleva a eso; es consejo de amor de tini con morat, esa canción me fascina. El chico hacia el público y observa todo a su alrededor. Cuando su mirada choca con la mía, siento un calor muy fuerte y el traga con fuerza, me sonríe y el sonido de la música invade el lugar. Siento que me la canta a mi pero es solo un pensamiento erróneo, mi subconsciente solo juega conmigo, desvío la mirada y me pierdo en lo profundo de su voz, es hermosa. Nunca pensé que sabría hablar tan bien el español, mi menta no deja de dar vueltas y es que sencillamente nadie ha podido corroer tanto en mi mente como este chico. Decido irme, evitar todo eso es lo mejor, lo más sano y razonable. Salir de allí se convirtió en un problema al tener que pasar en medio de todas esas personas en la entrada, me faltaba un poco el oxigeno y tengo que respirar para tranquilizarme. Cuando logre salir, el aire choca en mi cara refrescándome. Comencé a caminar rápidamente, la calle después del bar esta súper desolada, atenta cruce la calle. A mala hora se me vino a ocurrir salir de noche. Unos tipos estaban unos metros adelante y obligatoria-mente tenia que pasar por allí. Me llene de valentía y comencé a caminar, los nervios se incrementaban, camine más rápido y los pasé pero para mi maravillosa suerte comenzaron a seguirme. Acelere aún más y me preparé mentalmente para cualquier cosa, por estas cosas odiaba salir de mi casa. No se como, ni con que pero me tropecé cayendo estrepitosamente al suelo, cuando intente levantarme una voz gruesa, habló logrando así erizarme la piel. —Vaya, mira a esta dulce y hermosa chica— dijo aquel hombre—esta buena hermano, seguro nos divertiremos con ella—las nauseas me atravesaron, su aliento apestaba a puro alcohol y cigarrillos. El otro hombre me alzo por un brazo y el otro me tomo de la cintura y me pego a él, gritar era mi plan pero su asquerosa mano obstaculizaba mi boca. Me retorcí y patalee pero no funcionaba, intente tranquilizarme pero su otra mano empezó a moverse por mi cuerpo, sentía mucha repulsión y no podía gritar. Quería salir de allí, que hacer algo pero no podía. —Ya Eddgar, suelta a la chica—le dijo––no somos violadores—el que hablo intento acercarse pero Eddgar lo apunto con una navaja. —No te muevas Todd, no te acerques —amenazó. Todd al ser más grande que Eddgar pudo persuadir-lo y doblarle la mano para que soltara la navaja y por ende a mi. —¡Vete chica!—gritó Todd mientras sostenía a Eddgar—¡corre!— y así lo hice. Corrí, no me pare en ningún momento, calle tras calle y ya no sabia en donde estaba. Paré por la falta de aire, mis piernas dolían y mi pecho ardía. Me sobresalto al escuchar el motor de un auto rugir, comencé a caminar apresuradamente, ya no sabia a donde ir. El auto viene a pocos centímetros, me pecho salta, estoy muy asustada. Escucho nuevamente el motor rugir y volteo encontrándome con los dos chicos que estuvieron en la librería , respire un poco buscando calmarme. Calmo mi paso y saco mi celular, llamo a mi hermana para que venga a buscarme y no contesta. Intento varias veces más obteniendo el mismo resultado, bufo al darle cuenta que tengo que seguir caminando aún sin saber en donde estaba. Siento el auto detenerse justo a un lado de la acera. El chico que cantó se baja y se acerca a mi. Serenidad Scarlett. ––Hey—Sonreí —¿que haces sola por aquí?— —Me...me–– vamos responde—me perdí al salir y unos tipos casi...— paré rápido, eso era mucha información. —¿Unos tipos qué? ¿te hicieron algo?—preguntó mirándome fijamente. ––No, no–– respiré ––uno de ellos lo intentó pero logré escapar y comencé a correr y ahora no sé como irme a mi casa–– el sonrió. ––Si quieres te llevamos–– se ofreció y no me quedaba de otra si quería llegar viva, así que asentí. *****   Se detuvieron frente a mi casa, estos dos chicos son muy divertidos y me agradaron bastando, algo poco común. ––Chicos gracias, en serio me salvaron la vida — Sonreí bajándome. —No fue nada Scar—dijo Álex con confianza. —Si, Scarlett no fue nada—me sonrió Terrence y mi estómago dio un vuelco, ese chico esta logrando mucho en muy poco tiempo. — Me despedí con la mano y entre rápido a la casa, me recargue en la puerta y escuché voces en la cocina. Fui hacia allá y encontré a mis padres cocinando, me acerque y los abrace a ambos, jamás había deseado estar más en casa como hoy. —Oh cariño ¿que sucede? — pregunta mi mamá. —Nada mamá — me separé de ellos. —¿Cómo que nada? Estas llorando lett— pasé mis manos por mis mejillas y sonreí por ser tan tonta, salir no es para mi. Me los lleve al sofá de la sala y les conté. ****   —Esos idiotas— dice mi papá — pero... ¿no te dañaron? ¿estas bien?. — Sí, papá — él abrió los ojos— estoy bien. Sentí la mirada de mi mamá muy intensa sobre mi, la mire y sabia lo que quería saber y no permitiría que lo hiciera, yo decidí huir de eso. Les di un beso y subí a mi habitación. Me tire en mi cama y la puerta se abrió dejando ver a mi mamá. —Hija... — me siento y la miro—no me creas tonta, pude apreciar como sonreíste al hablar de ese chico en el bar —sabia que no lo dejaría así. — Mamá, no es nada— sonrío, esta mujer me conoce perfectamente — no quiero darle importancia, no quiero complicarme con eso, no es de importancia. —Lett sé como eres y sé que lo que te diga no te hará cambiar de decisión pero debes dejar de cerrarte al amor, date una oportunidad— me dio un beso y salio. Me tire de espaldas en la cama rebotando en el colchón. No quería pensar en eso, Terrence me atrajo desde la primera vez que lo vi pero esa aura de chico malo y peligroso no me gusta. Con esa sonrisa podría cautivar a cualquiera y me imagino que su lista de chicas es inmensa. Quisiera dejarme llevar por eso pero no puedo, protegerme de cosas así siempre ha sido lo primordial, cambiarlo no esta  en mis planes. Solo necesito olvidarlo y ya está, ese chico quedara en el olvido en unos días y podre retomar mi vida, lo que he planificado para que sea lo que quiero. 
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