eDespués de ver a mi única planta de la sala en crecer, sabía que había pasado algo de tiempo, ya había brotado de la maceta y yo me encargo de regarla de en vez cuando. Desde el suceso que Joaquín fallo en su último juego, ocurrió hace una semana y sé que llamó la atención de cualquiera espectador. Al haber pasado una semana, fui al gimnasio con Fabián, mientras que con Jessica íbamos a las clases de yoga, al parecer quiere estar preparada para un embarazo menos complicado. Aunque, a veces la maternidad no logra ganarse mi atención.
Sin embargo, atendí a varios pacientes, con casos no tan peculiares sino de problemas para comprenderse en sí, ya que, nunca hay una buena relación de pareja si no existe la buena comunicación por parte de los participantes, se volvería no reciproco, menos amoroso y más egoísta. Pero hoy es fin de semana y me toca seguir trabajando en mi consultorio, y al parecer la dinámica de esta semana sólo consistió en problemas de parejas, y en la mayoría de esas personas estaban angustiadas si la verdadera solución era a que tenían que separarse, lo que no estaba de acuerdo con ello, normalmente ante un problema la gente prefiere rendirse a que seguir lidiándolo.
-Buenos días, doctora Patterson – me dice mi recepcionista.
-Buenos días, señora Martha – le respondo – dime por favor, que esta no vez no habrá parejas con problemas de comunicación, me volverán loca cada vez que me dicen “necesito a que él/ella me entienda” la mayoría de las veces siempre son ellos mismos que no lo hacen – me acerco a ella.
-Pues, no lo sé, pero sólo tiene dos por atender – se levanta de hombros – en la agenda tiene a dos parejas por atender hoy, pidieron a que fuese en la mañana.
-Bien, tengo la tarde libre – me digo a misma - ¿Harás algo en la tarde?
-Sí, tengo que ir en hacer una prueba en la universidad, estuve estudiando sobre administración hotelera y no quisiera fallar – eleva un libro en sus manos.
-Ah, entiendo.
-Puede ir a su consultorio, en unos minutos vendrán ellos.
-Ok, iré entonces… ¿Qué había pasado con su ex marido? ¿Cómo se siente? – me quite los lentes.
Sé que ella es sólo mi recepcionista, pero como había afirmado antes, me gusta ser los oídos de los demás.
-Pues, le seré sincera, no me está gustando la situación y más que esté actuando como un buen padre con ellos – dice con un mohín – hubiese preferido a que no hubiese vuelto. Pero me indigna que justamente se apareció cuando ya los terminé de formar.
Podía ver en su rostro la nostalgia, pero a la vez la decepción también. Quizás, desea que sus hijos le guardasen rencor como lo hace ella.
-¿Tus hijos como se sienten? – ladea la cabeza.
-Pues, tienen al padre que nunca habían tenido – se levanta de hombres – traté en un principio a que no se acercase a mis hijos, pero estos reaccionaron de una forma que no me esperaba – estira los labios.
-Martha, veo que estás abrumada por tú ex marido, pero ya no tienes que cargar con ese peso, tus hijos son quienes decidieron a que entrase en sus vidas – comentó.
-Es verdad, pero no evité sentirme indignada, como había dicho… ¿Pero qué pasó con la justicia en este mundo? – mira sus manos – estoy en una edad ya avanzada, pero durante mi juventud se lo había dedicado a mis hijos, para que tuviese lo mejor en sus vidas y que en sus corazones no sintiesen a que le faltase nada – mira hacia la puerta del sitio – pero ahora veo que cualquier puede volver a pesar todo el daño que te había hecho.
Me quedé pasmada por lo que había dicho, pero mucho más cuando recordé la ruptura amorosa que tuve.
-Al parecer así es el mundo, las personas que más daño te han hecho quieren volver a ti y actuar como si no hubiesen hecho nada – eleva las manos - ¡Pero no es así! ¿Acaso tendrán amnesia? Porque es difícil olvidar con todo el rencor del mundo el sufrimiento que te han hecho pasar, lo que todavía lo recuerdas con mucha más fuerza y aun así pretenden a que seas amable con ellos.
Ella está devastada e intenté acercarme a ella para abrazarla, porque sé que los buenos abrazos se dan en estos precisos momentos. Aunque, sólo se debe de dejar todo a un lado y es lo más difícil que uno puede hacer, pero es la única opción que se tiene para superar ciertos acontecimientos en la vida, teniéndose en cuenta que es muy necesario hacerlo, de lo contrario seremos esclavos de nuestros propios pensamientos.
Al haber llegado una pareja a mi consultorio, los lleve a mi oficina y deje a Martha en su computador, me gusta verla insistiendo en conquistar sus metas.
-Un gusto en venir por acá, necesitábamos los dos en venir a un especialista – me dicen.
Ellos son una pareja joven y pensé cuando los vi por primera vez, que el problema entre ellos no era por problemas de comunicación, ya que, los miro a los dos muy acaramelados, por lo que no logró adivinar aún que cual será el dilema de mis pacientes.
-Ah, que bien – me siento en mi escritorio – díganme, ¿Cuál es su problema? Llevo esta semana atendiendo a varias parejas, así que pueden confiar en mí – entrelazo mis manos.
Estos se miraron entre sí, al intercambiar las miradas quisieron reírse uno del otro.
-¿Dé que me estoy perdiendo? – pregunto.
-Ah, doctora, sólo nos reíamos por lo que habíamos hecho hace unas semanas – me dice mi paciente.
-¿Cómo se llaman los dos? – coloco los hombros sobre la mesa.
-Me llamo Marcus y el nombre de ella es Penélope – indica su pareja.
-¿Cuál es la razón de que hayan venido?
-Nosotros tenemos un grave problema, habíamos pensado que en realidad no era nada grave, porque no le hacíamos daño a nadie y resultó ser lo contrario…
-Hace unas semanas tuvimos que pagar una fianza, lo que teníamos ahorrado para ir a una buena universidad lo gastamos en aquello que nos había implementado – se encoge de hombros Penélope.
-¿Por qué tuvieron que pagar una fianza?
Ellos volvieron a mirarse, pero sin reírse esta vez.
-Nosotros estábamos teniendo relaciones sexuales en un parque en la ciudad de California, hasta que nos habían arrestado por ser un delito y tuvimos como tres semanas estando arrestados hasta que pudimos que pagar la fianza – aclaró Marcus.
-¿Por qué no lo hicieron en una habitación? Como el resto de la gente común y corriente – arqueo una ceja.
-Pues, a nosotros nos gusta hacerlo en lugares abiertos, en sitios públicos donde frecuenta mucho la gente.
Los miro sintiéndome extraña, este es el primer caso de 000 que he conocido con ese padecimiento.
-¿Desde cuándo se han sentido así? – reacciono inmediatamente.
-Yo había conocido a mi novio hace dos años, después tuvimos la confianza de estar juntos en la intimidad, pero al parecer no nos interesaba hacerlo de una forma muy común, para así decirlo… Una vez salimos de compras y queríamos tener sexo en el auto, lo que nos excitamos y comprobamos que resulta ser que nos gustaba hacerlo en sitios públicos. Pero después creo que fue empeorando, no supimos como controlarnos – agrega Penélope.
-Entonces, ¿Quieren evitar problemas?
-Exactamente – me dice.
Estos no le gustan la privacidad, no tiene sentido para ellos hacerlo como el resto de los demás.
-¿Desde cuándo lo han practicado?
-Hace como un año y medio, desde ese entonces lo hemos hecho en playas, parques, baños de centro comerciales, en estacionamientos y entre otros sitios.
-Bueno, cada quién es libre de expresarse y vivir como quiera, pero ya saben… Que no traspase los límites. Lo que es necesario a que vayan a grupos de apoyo, pero una terapia también es necesario a que asistan – añado – el “Doogging” en ciertas ocasiones se considera una filia, pero esta vez ya es más que eso… Tienen hasta problemas judiciales, lo que han llegado en alterar el orden público, porque eso genera molestia en las demás personas y total desequilibrio.
Me estaba preguntado qué tipo de terapia necesitaban, pero decidí a que fuese la 000… Diez minutos después de haberles recomendado lo que debían de hacer, tuvieron que irse porque al parecer tenían asuntos pendientes. Aunque, me hubiese gustado a que fuesen más explícitos, pero será en otra ocasión que sean así, quizás todavía no se sienten seguros de lo que están haciendo, o también en realidad no tienen el deseo de cambiar, pudiese ser el simple hecho de que tienen una orden judicial que deban cumplir, sino lo hacen por lo contrario creo que pueden tener problemas con el Estado.
Esperé por un rato a otros pacientes. Mientras, que revisaba mis r************* , hasta que diez minutos después me llegó un mensaje de w******p de Joaquín, lo que me sorprendí de golpe inmediatamente, porque no me esperaba esto de él, leí detalladamente su contenido y no me pareció adecuado lo que me pedía en estos momentos.
“Hola, ¿Cómo estás?... Sé que no te había escrito antes, pero desde que me aleje de ti, no he parado de pensar lo que había hecho, y quisiera a que nos encontráramos cualquier rato. Ahora estoy en México de vuelta hace un día.”
Después de haberlo olvidado completamente y sentirme satisfecha por haber superado aquella etapa de mi vida, ahora él pretende volver y no tengo que ser adivina para saber que pretende restaurar el tipo de relación que teníamos… Pero no estoy dispuesta en querer recuperar algo que ya di inmediatamente por muerto.
“Hola, estoy bien, no tengo tiempo para tener un encuentro casual contigo… Más bien, creo que nunca tendré tiempo para ti.”
Sentí cierta satisfacción al enviar aquel mensaje.
>
Inmediatamente me respondió el mensaje, lo que no esperé en verlo.
“Ah, ¿Sí?... Yo puedo ayudarte a que tengas más tiempo, me aparezco en tú consultorio con un ramo de flores, ¿Qué te parece?”
Me irrité inmediatamente.
“No, ni te aparezcas y mucho menos con el ramo de flores, prefiero tú ausencia a que te estés en mi vida, apareciéndote y yéndote a la vez, no vengas a molestarme.”
¡Pretende volver como si nada! ¿Acaso no recuerda lo que ha hecho? Estuve deprimida por tanto tiempo, no quiero volver a recaer en ello.