La vida en Canadá no fue la mejor experiencia que tuvo Andrea de niña, debido a que su padre era un sicario que vivía de ello, hasta tal punto que él había decidido no exponer a su hija de los peligros que él mismo lo acechaban, tuvo que modificar extremadamente ciertas cosas, como su relación con ella. Debido a que la madre de Andrea murió en un trabajo de sicariato en la ciudad de Florida, al intentar disparar al jefe de la comanda de resguardo, de ese modo, el señor Mark Anderson tuvo que llevase a Andrea a sus dos años de edad de la ciudad. Decidió huir hacia Canadá específicamente a Toronto.
Desde ese entonces, él consiguió trabajos de sicariato desde ese país en servicio de los políticos vigentes del estado, pero eso le exponía dejar a su pequeña sola en casa.
Además, pensó el hecho de que ella podría correr con el mismo riesgo que ocurrió con su madre, tuvo la opción de dejarla encerrada, con poca limitación al mundo exterior. Pero a medida que ella crece, los cambios ocurren como el simple hecho de querer ir a la secundaria, salir con amigos, participar en diversas actividades… Concluyó de que debía dejarla ir tras de sus metas, proponiéndole a su hija irse a Florida a vivir nuevamente con su abuela, idea que ella aceptó. Pero el pasado los sigue persiguiendo, nada se ha borrado como se ha creído, por eso Andrea y su padre harán lo que sea para que no siga siendo así…