Otro nombre falso a la lista, esta vez Amanda, mi tía, la hermana de mi padre se llamaba así y fue la única persona que cuidó de mi cuando nadie más lo hizo. Recuerdo que trabajaba mucho; pero, siempre me servía el desayuno con ánimo antes de iniciar su jornada laboral. Ella trabajaba con cultivos de rosas, algunas veces traía algunas con sus manos cansadas y bronceadas por el sol. La tía Amanda nunca se quejó incluso cuando enfermó o cuando cerró sus ojos y no los abrió de nuevo. Creo que una vez se casó con un campesino que poseía una pequeña tierra agrícola, o eso escuché, incluso encontré algunas fotos donde lucía sonriente junto a un hombre con sombrero y barba, pero esa historia tampoco terminó bien. No podía dejar de pensar en ello mientras me encontraba tendida en la cama donde Al