NUESTRO BEBÉ 5

1344 Words
ALEX. Me encuentro en Londres en la casa que pertenece a mis padres, preparando todo para regresar a L.A. fue una semana productiva y entre las reuniones y preparar la información para Elizabeth no tuve tiempo de pensar en nada más, lo que es un alivio, en estos días pude pasar el tiempo con mi tía Claire, su esposo el señor Walker y mis primos Daniel y su hermana Abbie quien es muy distinta a los tres primeros, ella de hecho es agradable, también visite las instalaciones de nuestras oficinas aquí en Londres, puedo decir que Daniel y su padre han hecho un buen trabajo. Tomo mi equipaje para salir de la casa, un chofer de la compañía me llevará al aeropuerto, subo al auto y me pierdo en la incesante lluvia de Londres, no ha dejado de llover desde que llegué a esta ciudad, puedo decir que llega a ser parte de su encanto. Mi vuelo despega después de una hora de espera gracias al clima, varias horas después llego a mi destino cuando es de noche, voy a mi apartamento en un taxi, subo a mí a habitación y simplemente me doy un baño y me voy a la cama, estoy exhausto. Me cuesta un poco levantarme gracias al jet lag, debo llegar a tiempo para la reunión con mi padre y los ingenieros, es necesario hablar de los detalles del viaje, me alisto con un traje azul oscuro con textura, corbata azul y camisa blanca, zapatos de vestir color café claro, peino mi cabello hacia atrás, tomo mi teléfono y bajo al primer piso, observo que Selene ya tiene listo mi desayuno. —Buen día —asiente hacia mí. —Buen día, Selene, gracias —desayuno y salgo para la oficina en uno de mis autos, ya extrañaba conducir. Al llegar a mi oficina, después de saludar a Lety, mi secretaria, entro a la sala de Juntas, mi padre me saluda con afecto, somos una familia muy unida, después de saludar a los presentes, explico los pormenores de mi viaje a mi padre y a los ingenieros, quienes se ven complacidos de lo bien que van los proyectos hasta ahora. Vuelvo a mi oficina, me siento tras mi escritorio mientras enciendo mi laptop y justo puedo ver en la sección de noticias una foto de Aithana al lado de un artículo acerca de la fundación, froto mi frente, apenas acabo de llegar y ella aparece de la nada. —creo que necesito un trago —murmuro bajo para mi mismo. —Ahí está mi primo favorito —Angie entra a mi oficina con una gran sonrisa y deja un sonoro beso en mi mejilla, mientras observa la foto en la pantalla. —¿No me digas que es ella? —Angie me rodea y se acerca la pantalla para leer la noticia. —¿Ella? —mis ojos van en su dirección. —Si la chica de la que te hablo mi tía la noche antes del viaje, la que te tiene por las calles de la amargura —su vista sigue en la pantalla. —Es ella, es casada, es una larga historia y no creo que tengas tiempo, ya que veo que no has traído los informes de esta semana. Levanta un dedo dándome la razón y se apresura a llamar a su asistente, habla con ella y corta la llamada —, tienes razón, ahora no tengo tiempo, pero quiero escuchar esa historia, Alex, mírate, te desconozco, es la primera vez que te veo de esa forma por una chica, te invito un trago esta noche me contaras, todo, Todo —hace énfasis en la palabra. —Bien, ahora te escucho —digo observando la carpeta que nos tiende su asistente, quien acaba de llegar, media hora después y con informe satisfactorio nuestra reunión termina y mi prima me dice dónde nos veremos esta noche. Cuando es hora de salir y la oscuridad cubre el cielo, decido ir a un restaurante a cenar y después voy al club para el encuentro con Angie, pido un trago, apenas llego a la barra de la zona privada y bebo mi vaso en lo que llega un mensaje de Angie diciéndome que no vendrá, niego dejando el teléfono a un lado, decido quedarme, igual, quería un trago. La noche transcurre entre miradas insinuantes de mujeres llamativas, las cuales ignoro, hasta que se me hace difícil ignorar a una, claro que, no es como las demás. —¿Elizabeth? —pregunto creyendo que estoy equivocado, no parece una chica de clubes, ella se da la vuelta y me observa, sus mejillas se tiñen de rojo, lo que encuentro adorable. Me preocupa verla sola en este mar de gente, decido acompañarla hasta su lugar en la barra, ella me presenta a su amiga; una chica de cabello oscuro , no muy alta, con curvas, simpática, quien a los minutos de conocerme, me pide cuidar a Elizabeth y acepto sin dudar, siento la necesidad de hacerlo, por alguna razón. La noche transcurre y los tragos se hacen más recurrentes, me siento bien al lado de ella, me hace olvidar todo, encuentro algo en sus ojos, algo que me atrae. Llega un momento en el que Julia, la amiga de Elizabeth, nos ofrece un trago, lo bebemos y siento un sabor muy fuerte en él, a este punto es lo que menos me interesa. Me dejo llevar, por la música y el momento, disfruto de la compañía; al llegar la hora de irnos, me ofrezco a llevarlas a casa, no sé porque, pero siento que algo no anda bien, y lo confirmo cuando vamos en el auto y tengo una sensación extraña, no solo es el alcohol, es algo más, siento mi piel calentarse y mis instintos están a flor de piel… Me despierto en una habitación que no conozco, cubro mis ojos para evitar la luz del sol. —Mierda —digo tocando mi cabeza, me levanto para encontrarme en bóxer, observo mi ropa en el piso, comienzo a ponérmela de inmediato, voy al baño para mejorar mi aspecto y luego salir de aquí, llevaba mucho tiempo sin beber de esta manera, vuelvo a la habitación y un poco prevenido abro la puerta, camino por el corredor intentando reconocer algo, al final del pasillo encuentro varias fotos familiares, y en ellas veo un rostro que reconozco, bueno, tiene unos rasgos infantiles, pero es Elizabeth, me tranquiliza saber que no estoy en la casa de un extraño o algo parecido. Bajo para despedirme de ella, me siento avergonzado, y me molesta no recordar como termine en su casa, debía dejarlas a ellas, no iba a quedarme. La encuentro en la mesa con un semblante extraño, mierda si no me estuviera doliendo la cabeza como en este instante indagaría un poco más acerca de su estado, pero será en otro momento, además acabe de ver el auto afuera, James paso la noche ahí. Me despido de ella sin querer causar más inconvenientes. —Buenos días —saluda james y yo subo al auto. —Buenos días, James, debiste volver a casa. —Usted me dijo que no tardaría —enciende el auto, froto mi frente, sin entender mi comportamiento. —Lo siento James, no se a qué hora decidí quedarme. —Pierda cuidado, me pagarán horas extras. Sonrió negando y cierro los ojos durante el trayecto, al llegar a mi apartamento, le pido a James que se vaya a descansar, subo a mi piso y tomo un baño tratando de activar los pensamientos perdidos de anoche; sin embargo, nada llega a mi mente, me tiro en la cama y cierro los ojos, y como reflejos veo unas vividas imágenes de una chica desnuda, abro los ojos y siento una sensación extraña en mi pecho. ******HISTORIA EN PROCESO********** Bueno hermosas mías, comenzamos con las actualizaciones de NUESTRO BEBÉ, la historia de Alex y Ely, será de ACTUALIZACION DIARIA, creo que la actualización será como lo hice con PROHIBIDA, gracias por estar aquí nuevamente las quiero un montón.
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