ALEX.
Siento mi espalda tensarse al escuchar a Lety.
—¿Elizabeth? —pregunto deteniendo todo lo que hago para prestarle toda la atención a mi asistente.
—Si, la secretaria de Aithana, esa chica tan dulce —muestra una sonrisa —, vino a buscarte, pero por razones obvias debió marcharse, le ofrecí una cita contigo —algo que no puedo describir, burbujea en mi pecho, que ella venga no es algo que esperaría, sin embargo, esta es la oportunidad que he estado esperando.
—No será necesaria la cita, iré a ella directamente —le informo a Lety poniéndome de pie.
—¿A dónde vas? —pregunta confundida dando un paso al frente.
—Iré a hablar con Elizabeth —digo buscando mi saco.
—No puedes irte Alex, debes revisar esos documentos que llevan días necesitando tu firma y otros necesitan ser aprobados —me
