ALEX.
Dos días antes.
—Madre —digo tomando la llamada, mientras salgo de la ducha, tengo una toalla envuelta en la cintura y con otra estoy secando mi cabello.
“Hijo, ¿Cómo estás?”
—Bien mamá, acabo de llegar del proyecto, hoy termine de tramitar los permisos para trabajar en las noches —le explico.
“Entonces definitivamente no vendrás para el fin de semana en casa de la abuela” habla con un toque de decepción en su voz.
—No creo que pueda hacerlo madre —explico dejando la toalla húmeda en el cesto de ropa sucia del baño.
“Es una lástima hijo, Elizabeth ira y quería que tú también estuvieras ahí” detengo todo lo que estoy haciendo “sería un momento único en familia”
—¿Por qué no me dijeron que ella también estaría? —cuestiono llevando una mano a mi cadera.
“Queríamos sorprenderte,
