ALEX.
Un vacío igual al que sientes cuando llega la caída mas alta en una montaña rusa, eso fue lo que sentí cuando Elizabeth me dijo que la pequeña prenda era de su bebé, mis ojos fueron de inmediato a su abdomen y aún no hay una curva lo que me lleva a pensar que debe tener poco tiempo de embarazo, mil imágenes de ella entre mis brazos volvieron como flashes a mi mente, y poco después gracias a sus propias palabras confirmó el tiempo de su embarazo, no tuve que sacar muchas cuentas para saber que hace dos meses fue nuestro encuentro, esta es la razón por la que fue a mi oficina, ella iba a decírmelo, de eso estoy seguro, no tengo la menor duda de que el bebé en su vientre es mío, las emociones comienzan a burbujear en mi pecho, me siento como un niño al que le han entregado el mejor reg
