-Bien ahora sí, suéltalo todo, Jall.- le tiendo un bote de helado de chocolate que sé que le encanta y en este momento es cuando más lo necesita. Siempre que está mal, come helado. Yo tomo mis galletas de avena y chocolate. Ella suspira cansada.
-Te dije que hoy hablaría con Nayn, bueno. Lo invite a nuestro sitio de siempre, la cafetería de la esquina de casa.- no la interrumpo. Espero que continúe, después de su pausa de comer helado.- Llegue al sitio, antes de la hora, lo espere media hora. Él nunca me había hecho esperar Can, nunca. Lo pase por alto, porque aja, quería que habláramos. Le envié un mensaje que ya estaba allí, y me dijo que casi se olvida de nuestra cita, que lo disculpara. Llego luego de eso, no me saludo como siempre, me dijo “Y eso que vinimos aquí, teníamos tiempo sin
