Subo al coche de Zayd sin siquiera saludarlo, le paso el teléfono para que vea los mensajes de una vez, estoy muy desconcentrada en este momento.
-¿Qué es esto?.- murmura tenso.
-Amenazas… es obvio, y son de ellas. No sé cómo consiguió mi número pero tal parece que no se detendrá. Estoy cansada, harta si soy precisa.
-Can.- toma mis manos entre las suyas, besa el dorso de cada una. -¿Estás conmigo?.- pregunta solemne.
-Estoy contigo..- afirmo segura.- Pero siento que ella nos hará daño, no hará dudar. Temo algo peor.- admito mis miedos.
-Sí estás conmigo el resto es pan comido, tengo que estar seguro de que estamos juntos, para poder responder a este tipo de cosas, para no pelear en vano.- responde contundente.
-Confío en ti.- aseguro.
Besa mi frente con aprensión, ternura impresa
