- ¡Por Dios!.- Exaltada la mujer llevó la mano a su pecho al sorprenderse con la figura que se encontraba sentada junto a la pequeña lámpara que le iluminaba.- ¿Acaso eres un fantasma?.- Observó el gran reloj en la pared.- ¿Qué haces en la estancia a estas horas? Es casi la medianoche. - Solo quería leer un poco.- Rain levantó su libro. - ¿No podías leerlo en tu habitación? ¿Acaso no te sientes cómodo allí? - Estuve varios días encerrado en una habitación. Es normal que me agote estar entre cuatro paredes. - Bueno. tienes razón. - ¿No vas a dormir? - Ya me iba, estaba asegurándome de que todo estuviera en orden. ¿Deseas algo? ¿Quieres que te haga compañía? - Yo estoy bien.- Sonrió levemente.- Ve a descansar. - Si necesitas algo solo llámame y vendré. - Está bien nana.- Asintió.- D